estadías inolvidables

Históricos refugios del lujo francés

Castillos medievales e imponentes mansiones recostadas sobre algunos de los mejores paisajes de Francia dan lugar a alojamientos que invitan al relax.

Mucho se habla de la seducción del glamour francés, de ese estilo de lujos cortesanos que brilló con todo su refinamiento en París, y alcanzó máximo esplendor durante la época en que el centro del mundo se ubicaba entre los reflejos de los decorados y las lustrosas escalinatas de Versailles. Pero las raíces de la seducción francesa recalan mucho más profundo; se esparcen por los más bellos paisajes del territorio galo y se hunden en una historia que va hilando desde castillos medievales y fastuosas mansiones hasta viejos molinos e imponentes residencias recostadas sobre las montañas y al borde del mar.
Así, alejándose de la ciudad luz, Francia también resplandece desde la solidez de construcciones que desafían al tiempo y mantienen intacta una antigua fusión de lujos cortesanos con ambientes de descanso, silencio y comunión con la naturaleza. La clave se encuentra en la filosofía de una cadena hotelera creada en 1968, Relais du Silence, y en una diversidad de propuestas que se alzan con un toque de glamour francés en auténticos remansos de paz destinados a relajarse lejos de las grandes ciudades. Muchos de ellos invitan a vivir algunas de las experiencias más cautivantes de las tierras francesas.Entre los viñedos de AlsaciaExhibiendo la cima del lujo sobre la ruta del vino de Alsacia, aparecen dos hoteles únicos, Hostellerie des Château y Châteaud'Isenbourg. El primero se encuentra entre las localidades de Strasbourg y Colmar, en la idílica zona de Ottrott y junto a las colinas del Monte Sainte-Odile. Este alojamiento deslumbra con su arquitectura y sus atractivos típicamente regionales, dando lugar a ambientes cálidos donde armonizan la madera y las texturas de las telas utilizadas en la decoración. Las habitaciones han sido ambientadas cada una con un estilo diferente, proponiendo siete categorías que incluyen desde cómodos appartements con vista al bosque, hasta la deluxe suite con revestimientos en madera, sala de estar, terraza y jacuzzi privado.
No faltan canchas de tenis, dos piscinas climatizadas y un amplio spa. Aquí la gastronomía alcanza los mejores sabores de la región en el restaurante Les Tommeries, con brillantes pisos de mármol y vista a los viñedos, aunque también puede optarse por una velada más romántica a la luz de las velas en el elegante salón de Dagoberto.Desde el Valle del LoiraA 10 kilómetros del corazón del Valle del Loira, declarado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco, se levanta Domaine de la Tortiniere, un castillo del siglo XIX con vista al río Indre, uno de los apacibles afluentes del Loira. Tiene 11 habitaciones dentro del castillo y 19 más en departamentos y casas antiguas esparcidas en 15 hectáreas parquizadas. Su restaurante Orangerie, comandado por el chef David Chartier, es un espectacular salón que mira hacia el río y se especializa en platos ligados a las tradiciones del valle del Loira.
La cocina de esta región también alcanza su mejor expresión en el restaurante de Domaine de Beauvois, una casa solariega de los siglos XVI y XVII situada al oeste de Tours, en el corazón de un parque arbolado de 140 hectáreas frente al estanque Briffaut. El espacio reservado a la gastronomía incluye un gran salón con hogar a leña y dos comedores más pequeñospara 25 comensales. Además cuenta con una bellísima bodega horadada en la piedra que conserva más de 5.000 botellas, donde se realizan degustaciones guiadas por un sommelier.
No muy lejos, al oeste del valle, todo el arte renacentista dedicado al buen vivir puede apreciarse en Le Prieuré, una elegante mansión construida entre los siglos XII y XVI en un parque de 25 hectáreas cercano a la localidad de Avignon. Mobiliario antiguo, muros de piedra blanca y grandes ramos de flores silvestres dan identidad a este lugar que ofrece 36 habitaciones con espléndidas vistas hacia el río Loira. Los paisajes que rodean al hotel dan particular atractivo al minigolf y a las terrazas donde es un placer extra sentarse a comer o tomar una copa.Propuestas diversificadasUna llamativa fachada renacentista, torres redondas y anchas sobre el edificio principal, un lago y un jardín impecable rodeado de arboledas hacen que al atravesar los campos de Charente la tentación de alojarse en el magnífico Château de Nieuil sea inevitable.
Este castillo comenzó a funcionar como hotel en 1937 dando lugar a los huéspedes en 11 habitaciones y 3 suites que han sido decoradas temáticamente, subrayando variantes que van desde el estilo Luis XIII hasta combinaciones típicas de los años '30. El arte tiene especial espacio aquí, incluyendo una galería con cuadros, esculturas y antigüedades. Además se le ha dado especial vuelo al restaurante La GrangeauxOies y sus espléndidos platos.
Otra de las alternativas más recomendables se encuentra bordeando la ruta del vino de Beaujolais, donde el Chateau de Pizay construido en el siglo XIV se alza sobre un jardín francés del siglo XVII y entre 62 hectáreas de viñedos, a unos 30 minutos de la ciudad de Lyon. O bien Manoir de Bellerive, una construcción de 1830 situada entre árboles centenarios en la región del Périgord negro (así llamada por sus densos bosques de robles). Se trata de un pequeño castillo estilo Napoleón III que deslumbra por su refinamiento en 22 cuartos muy amplios y confortables que descansan junto a la apacible corriente de un río. z weDatos útilesDesde Buenos Aires, un ticket aéreo a París cuesta alrededor de u$s 1.400.
Los precios por alojamiento con desayuno abarcan un rango que hace base en 150 euros y trepa hasta 300 euros o más.
Más información: www.silencehotel.com
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