Escenario 2025

Esperando que se alineen los planetas

La economía argentina enfrentará en 2025 otro año desafiante, condicionado por una serie de factores internos y externos que pondrán a prueba el intento de estabilización y de normalización macroeconómica del gobierno de Javier Milei.

Haciendo un balance al cierre del primer año de gestión en materia económica, por la positiva, entre otros, podemos destacar (i) un trabajo de consolidación fiscal sin precedentes en la historia argentina, de casi 5% sobre PBI, (ii) el sinceramiento de precios relativos en el comienzo del mandato, conteniendo el riesgo de espiralización, sobre el cual si bien falta corrección, se ha avanzado bastante, y (iii) en el plano financiero, se logró reconstruir el mercado de deuda interna y cumplir con los servicios de la deuda externa, lo que permitió una fuerte comprensión del riesgo país, el cual había iniciado arriba de 2000 puntos y en octubre ya logró perforar el piso de 1000, lo que da cuenta de importantes avances en la materia.

Podríamos sintetizar el gran logro del programa económico en este primer año, en el hecho de haber evitado un evento nominalmente disruptivo en Argentina. La inflación, que en el punto de partida había superado 12% en tres de los últimos cuatro meses del gobierno anterior, se aceleró hasta 25% en diciembre del 2023, pero en mayo del 2024 ya arrojaba cifras en la zona de 4%. A pesar de este gran logro, todavía hay mucho para seguir trabajando, varios pendientes a resolver y algunos desafíos por delante.

Por un lado, el saneamiento del balance del BCRA muestra importantes avances, pero aún seguimos con reservas netas negativas en el activo, sobrante monetario en el pasivo, y un esquema dependiente de restricciones cambiarias (cepo). Por otro lado, y a pesar de la reducción del riesgo país, Argentina sigue sin acceso a los mercados voluntarios de deuda, y en un contexto de reservas negativas, persisten dudas respecto a la capacidad de pago de los servicios de la deuda externa hacia adelante, incluso a pesar del adelantamiento del pago de intereses de enero 2025. Y, por último, producto del desacople nominal que apreció significativamente el tipo de cambio (crawling al 2% con inflación promediando 4% en los últimos meses) la cuenta corriente del balance cambiario acumula cuatro meses deficitarios, mostrando claros síntomas de asfixia del esquema cambiario.

En este contexto, en el cual la cuenta corriente deja de aportar dólares genuinos en la economía, el programa empieza a ser "cuenta financiera dependiente", cepo mediante, y necesitará que se alineen algunos planetas para poder transitar el 2025 sin turbulencias en un contexto de elecciones legislativas y para concluir exitosamente la estabilización. ¿Qué planetas?

Blanqueo

El primer planeta que se tenía que alinear era el del blanqueo de capitales. Cerrando octubre podemos afirmar que este planeta está aportando lo suyo, mucho más incluso de lo que muchos esperaban, incluyendo al propio gobierno. Con más de u$s 14.000 millones de dólares en efectivo ingresados en los bancos, casi duplicando los u$s 7700 millones que se habían exteriorizado en el blanqueo del 2026/2017, el sistema bancario se hizo de un fuerte caudal de dólares que le permite aumentar la liquidez de los bancos, expandir préstamos en dólares a compañías y engrosar encajes, por ende, sumar reservas internacionales brutas en el BCRA. Primer planeta alineado...

El tiempo

Tras algunos meses de bajas precipitaciones, finalmente octubre trajo abundantes precipitaciones en la zona núcleo del país. En un momento clave de inicio de campaña gruesa, las lluvias permiten estimar una producción agrícola razonable, que si bien no será récord, permite contar una fuente de ingresos de dólares significativos. Segundo planeta que se empezó a alinear...

Reserva Federal, commodities y monedas

Tras varios meses de demora y gracias a la reducción de la inflación en EE.UU., la reserva federal comenzó finalmente el relajamiento monetario en septiembre, bajando la tasa de referencia de 5,25%/5,50% a 4,75%/5,00%. La velocidad a la cual seguirán reduciendo la tasa de interés y el respectivo impacto en precios de materias primas, monedas de la región y flujos comerciales, modelarán el frente externo. En un mundo extremadamente complejo, hasta el momento no hay noticias muy favorables en este plano, ya que las commodities agropecuarias continúan muy deprimidas y aún persiste también cierta presión sobre las monedas de países emergentes. Veremos cómo sigue, por el momento el frente externo ayudo poco y nada.

Préstamos financieros

Por la positiva, la combinación de un blanqueo muy exitoso y una reducción de tasas a nivel global ya está dando mucho aire para el financiamiento del sector privado en moneda extranjera, tanto en la plaza local como en la extranjera, algo que comenzó fuertemente en septiembre. Sumado a eso, eventuales repos del gobierno con bancos extranjeros y algunos aportes de organismos internacionales ya anunciados (BID, BM, CAF, Basilea) permitirán el ingreso de dólares por los canales financieros.

RIGI

Por el lado real, el programa necesita que la inversión extranjera active rápidamente, y en ese sentido, todas las apuestas están puestas en el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones. Las dudas persisten en cuando a los montos y a la velocidad a la cual las empresas extranjeras decidirán invertir en la Argentina en los sectores con alto potencial: minería, hidrocarburo, siderurgia, infraestructura y tecnología entre otros. Por el momento hay muchos anuncios, pero pocas concreciones.

FMI y mercados

Por último, la negociación con el FMI tendrá un rol clave para afianzar el proceso de estabilización, no solo porque implicará un aval del programa económico, sino porque será la estocada final para que los mercados confíen en que Argentina podrá asumir sus compromisos en moneda extranjera. Una renegociación exitosa del acuerdo con el Fondo debería ser acompañado de compresión final del riesgo país a la zona de 300/500 puntos básicos y con ello el retorno al mercado de capitales en el corto plazo, despejando el horizonte financiero y cambiario para el 2025.

Un escenario complejo

Como se puede ver, sin lugar a duda, el año 2025 plantea un escenario complejo para la economía argentina, con múltiples variables que influirán en su desarrollo. En el marco de un contexto externo cruzado por tensiones geopolíticas y conflictos bélicos, y del agitado calendario político local que se avecina, la falta de reservas con una dinámica deficitaria creciente del balance cambiario son el principal escollo a resolver.

Las decisiones del gobierno de cara a las elecciones y las tensiones en aumento en el terreno político, los movimientos que haga el equipo económico para ir "surfeando" la coyuntura y apuntalar la recuperación, y el alineamiento de planetas para nutrir al programa de dólares, serán determinantes para enfrentar estos desafíos y gestionar eventuales turbulencias durante el recorrido. El 2025 pondrá a prueba a las fuerzas del cielo.

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