Para Rousseff, es un “un éxito la licitación de gigantesco yacimiento brasileño

 

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consideró “un éxito” la subasta del gigantesco yacimiento de Libra, en la región del pre-sal, localizada en la cuenca de Campos, durante un pronunciamiento de ocho minutos en radio y televisión por cadena nacional anoche.
 
“Hoy, Brasil dio un gran paso, comenzó a tornarse realidad la explotación en larga escala de nuestro pre-sal”, festejó. Dilma observó que el volumen de recursos resultantes de la explotación del yacimiento garantizará beneficios sociales: “una masa de recursos jamás imaginada para la educación y la salud en nuestro país”.
 
Dilma afirmó que la explotación de Libra traerá “más recursos, más empleo, más soberanía y más futuro” para Brasil. La mandataria calificó como empresas “grandes y fuertes” a las socias de Petrobras en el único consorcio que participó de la licitación y venció la competencia. Las compañías que lo integran son las estatales chinas (CNPC y CNOOC) y dos gigantes petroleras europeas (la anglo-holandesa Shell y la francesa Total), asociadas a Petrobras. 
 
La presidenta destacó que, de ahora a una década, la producción en el yacimiento de Libra, por sí sola, representará 67% de toda la producción anual de petróleo en Brasil. En el pico de la producción, Libra podrá fabricar 1,4 millones de barriles de petróleo por día, afirmó. 
Actualmente, la producción nacional es de 2,1 millones de barriles diarios. La estimación es que el campo produzca, en las próximas décadas, una cantidad de petróleo recuperable estimada entre 8.000 millones y 12.000 millones.
 
Dilma citó números que consideró “impresionantes”: en los próximos 35 años, Libra pagará al Estado brasileño R$ 270.000 millones en royalties, R$ 736.000 millones a título de excedente en petróleo bajo el régimen de reparto, R$ 15.000 millones como bono de firma del contrato. “Eso alcanza una fabulosa cifra de más de R$ 1 billón”, destacó.
 
Recordó que la gran parte de esos recursos se aplicará en educación y salud, por la ley que modificó las reglas de distribución de los royalties. Un 75% de los royalties irá al financiamiento de la educación, y 25% para la salud. Un 50% del excedente en petróleo que integra el fondo social del pre-sal también se invertirá en educación.
 
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