

El ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, dijo que la actividad económica en julio pudo resultar débil -estacionalmente inclusive suele serlo- pero no cree que el mal desempeño del mes pasado fije una tendencia para todo el tercer trimestre.
Mantega consideró que los que prevén que la economía perderá aliento en el tercer trimestre ignoran los efectos positivos que la caída inflacionaria tiene sobre la renta de las familias y la confianza del consumidor. No tenemos los datos del segundo trimestre y buscan derribar los del tercero, aseguró el ministro en una charla con Valor PRO.
Al control de la inflación se suman las subastas para la concesión de servicios que tendrán lugar a partir de octubre. El ministro confía en el éxito de esas operaciones, como las de petróleo del campo de Lira, y espera que el impacto de las nuevas inversiones mejore las expectativas. Solamente en puertos que desde hace años esperaban soluciones para problemas ambientales, se comprometieron inversiones futuras de R$ 15.000 millones, dijo. En las últimas semanas, Ibama concedió varias licencias ambientales, entre ellas las vinculadas con los puertos de Santos y Paranaguá.
El ministro, que en las últimas semanas se dedicó a poner en pie las subastas, garantizó que el modelo para las concesiones viales está redondo. Discutí con el sector y aumentamos la rentabilidad que, ahora, es adecuada. Las concesiones de ferrovías también se debatieron ampliamente y la rentabilidad de 8,5% del proyecto, con el financiamiento prácticamente se duplica. En esa mesa rehicimos el armado de las ferrovías y el desempeño del sector definirá cuál será el margen de lucro.
A pesar de que las inversiones en concesiones comenzarán a partir del próximo año, de inmediato, si las subastas son exitosas, afectarán las expectativas, un tema en el que el gobierno viene perdiendo. Se creó un clima artificial pesimista, dijo Mantega, que atribuyó la desconfianza de empresarios y consumidores a la inflación alta pasada y a las dudas sobre la forma en que el gobierno lidiaría con ese aumento de los precios. La inflación creó inseguridad y desconfianza, afirmó. Aunque el tema no se superó -la inflación requiere cuidado permanente y tiene estacionalidades-, el problema se corrió del primer plano.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) indicó el miércoles que la variación del ndice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) en julio fue de 0,03%, lo que ayudaría a mejorar la confianza del consumidor que registró una reacción en julio.
Nadie está hablando sobre la actividad económica del segundo trimestre. Están ignorando datos que son buenos, a pesar de las dificultades. En junio hubo una buena producción industrial, comentó el ministro.