

Brasil corre el riesgo de perder más mercados para sus productos agrícolas y agroindustriales en Europa en caso de que no se cierre el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE). La evaluación es de Benedito Rosa, director del Departamento de Asuntos Comerciales del ministerio de Agricultura.
A comienzos de diciembre, ambos bloques prorrogaron el intercambio de ofertas con caída gradual de los aranceles para este mes. Según Rosa, los europeos están cerrando acuerdos bilaterales con importantes competidores agrícolas de Brasil y los exportadores nacionales pagan tasas más altas en el caso de ítems como café soluble, jugos, carnes, etanol y azúcar, entre otros.
Este mes tendrá lugar un encuentro para que los dos bloques intercambien listas de productos, aunque eso no garantiza que el acuerdo se cierre en breve. Las exportaciones para la UE tienden a caer si no hay acuerdo, dijo.
En diciembre, el ministro de Relaciones Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, afirmó que el plazo para la presentación de las propuestas se prorrogó a pedido de los europeos. El Mercosur estaría listo para presentar su oferta antes de final de año, como se acordó, había dicho entonces Figueiredo.
Brasil busca reducir las tasas más altas que inciden sobre productos agroindustriales o agropecuarios -o incluso bajarlas a cero, con la definición de cuotas para algunos productos. Según Rosa, actualmente algunos aranceles se consideran prohibitivos. Otros son relativamente pequeños. Es el caso de la tasa de café soluble (9%), que, sin embargo choca contra la competencia de los colombianos, que hoy no pagan nada. La UE podrá hacer concesiones a Estados Unidos y Canadá, y si eso ocurre, dificultará el acuerdo que queremos.
La UE ofreció una cuota de carne bovina para Canadá. En total, el potencial de exportación canadiense puede llegar a 100.000 toneladas. En la negociación UE-Estados Unidos, la expectativa es que los americanos tomen como mínimo 100.000 toneladas en la cuota de carne bovina. Como los europeos alegan que tienen poco espacio para concesiones, lo que sobre para el Mercosur podrá ser inferior a las 100.000 toneladas de carne bovina ofrecidas en la propuesta europea de 2004.
Al director también le preocupa el cierre del Sistema General de Preferencia para Brasil, este mes. El SGP permite que productos brasileños ingresen en la UE con aranceles reducidos. Según Rosa, el ministerio de Agricultura estima que los exportadores tendrán que pagar u$s 30 millones más solo en 2014.
Otro punto a analizar son las exigencias fitosanitarias. Históricamente, la UE adopta una posición de defender estándares para alimentos que son difíciles de seguir. Si el acuerdo no adoctrina algunas de ellas, las exigencias pueden frenar los embarques de algunos productos, afirmó Rosa. Un ejemplo es el uso de beta-agonistas, que son agroquímicos promotores de crecimiento. A pesar de las dudas, el sector productivo se manifestó a favor del acuerdo.


