En una entrevista exclusiva con Valor, la primera que da a un diario en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff habló sobre Japón, la visita de Obama y sobre sus propuestas de gobierno. Además anunció que abrirá los aeropuertos del país al régimen de concesiones para explotación del sector privado

Japón

-Valor: ¿Cual es el impacto del desastre en Japón sobre a economía mundial y sobre Brasil?
-Dilma Rousseff: Primero, creo que quedamos todos muy impactados. Lo primero es la primera reacción humana. Creo, en una reflexión más fría después del evento, si es que podemos llamar a alguna cosa de fría en Japón, creo que uno de los efectos será sobre el petróleo.
-¿Aumento de precio?
- Se va a ampliar mucho la demanda de petróleo o de gas para sustituir la energía nuclear. Por lo que leí, el 40% de la energía de base de Japón es nuclear. Los sustitutos más rápidos y efectivos son el gas natural o el petróleo. Creo que este será un impacto inmediato. Siempre nos olvidamos de una diferencia sustantiva entre nosotros y los otros países.
-¿Cuál?
- El agua. En este aspecto somos un país bendecido. No tengo idea de cual será la política de sustitución de energía. No sé como Alemania, por ejemplo, va a hacer. Estados Unidos ya declaró que no va a interrumpir el programa nuclear. Nosotros no tenemos la misma dependencia. Tenemos una gama de alternativas que los otros países no tienen. Europa ya usó todo su potencial hídrico. La energía es algo que define el ritmo de crecimiento de los países y Brasil tiene en la energía una diferencia estratégica y competitiva.
-Y tiene el pré-sal. ¿El gobierno podría acelerar el programa de explotación?
- No. Vamos a seguir en un ritmo que no transforme al petróleo en una maldición. Queremos tener una industria de petróleo, desarrollar exploraciones, producir bienes y servicios y exportar al mundo. No podemos apostar en ganancias fáciles. Tenemos que apostar a que el pré-sal sea un pasaporte para el futuro. No vamos a explotar para usar, sino para exportar. Queremos nuestra matriz energética limpia y queremos, también, tener ganancias en la cadena industrial del petróleo. Este es un país continental con una industria sofisticada y una de las mayores democracias del mundo. No somos un paisito.

Inflación

-Valor: El gobierno, preocupado con la tasa de cambio, ha mencionado la necesidad de nuevas medidas. ¿Una de ellas sería encarecer los préstamos externos para frenar el proceso de endeudamiento de bancos y empresas? ¿Ud. ya aprobó esas medidas?
-Dilma: Primero, es preciso distinguir lo que es deuda para inversiones de lo que es deuda de corto plazo. Imagino que quien se está endeudando este haciendo hedge. Todo el mundo ahí es adulto.
-¿Pero el gobierno prepara un paquete de medidas cambiarias?
- Hay una cosa que encuentro fantástica. A veces abro el diario y leo que la presidenta dijo eso, piensa aquello otro, y yo nunca abrí mi santa boca para decir nada de eso. Hay evaluaciones de que un ministro subió, otro bajó, que son absurdas. ¡Absurdas! Hablan que tales ministros están desvalorizadísimos en la bolsa de apuestas. Creo que el gobierno no puede pautarse por este tipo de evaluación. Ningún presidente evalúa a sus ministros de esa forma. Y ningún presidente puede tomar medidas de acuerdo con el fluctuar de las cosas. Se toman medidas que tienen que ver con lo que se está haciendo. Pero le puedo adelantar algunas cosas.
-¿Cuales?
- Yo no voy a permitir que la inflación vuelva a Brasil. Tampoco creo en las reglas que hablan, en marzo, de que Brasil no va a crecer este año. Tengo certeza de que Brasil crecerá entre un 4,5% y un 5%. No hay ninguna inconsistencia en cortar R$ 50 mil millones del Presupuesto y transferir R$ 55 mil millones para que el BNDES garantice los financiamientos del Programa de sustentación de la inversión, que el país pueda aumentar su oferta de bienes y servicios aumentando sus inversiones. Y al hacerlo va a contribuir para disminuir cualquier presión de la demanda. Hoy, creo que aquella vieja discusión sobre cual es el potencial de crecimiento del país tiene que ser revisada.
-¿Revisada en que sentido?
- ¿Ud. se recuerda que decían que el PBI potencial era de 3,5%? Después aumentó, y bajó nuevamente durante la crisis global? Y aumentó en 2010, con un crecimiento de 7,5% impulsado por el aumento de bienes de capital. Entonces, eso no es consistente.
-¿Ud. comulga o no con la idea de que es posible tener un poquito más de inflación para obtener un poco más de crecimiento?
-Eso no funciona. Es aquella vieja imagen del pequeño embarazo. No existe un pequeño embarazo. O hay embarazo o no lo hay. Ahora bien, no haré ninguna negociación con la tasa de inflación. Y no creo que la inflación en Brasil sea de demanda.
-¿No?
-Puede ser que esta sea la divergencia que nosotros tenemos con algunos segmentos. Nosotros no creemos que ella sea de demanda. Creemos que hay algunos desequilibrios en algunos sectores, pero es inequívoco que hubo en los últimos tiempos un crecimiento en los precios de los alimentos, que ya se redujo.
-¿Y la inflación de servicios que ya supera el 8%?
-Hay crecimiento de la inflación de servicios y tenemos que acompañar ese tema. Pero lo que no es posible es decir que Brasil está creciendo más allá de su capacidad y que, por lo tanto, tiene crecimiento presionando la inflación. El mundo entero, en el área de los emergentes, está pasando por eso. Hubo un proceso de presión inflacionaria donde existe un componente vinculado a las commodities y, en Brasil, existe el factor inercial. Pero es compatible sujetar la inflación y tener una tasa de crecimiento sustentable para el país. El caso contrario, es aquella vieja tesis: hay que derribar la economía brasileña.
-¿Derribar el crecimiento?
- Nosotros no vamos a hacer eso. No vamos y no lo estamos haciendo. Estamos tomando las medidas serias y sobrias. Estamos conteniendo los gastos públicos. Los resultados del superávit primario de enero y febrero van a cerrar de forma significativa para lo que queremos.Estamos enfriando al máximo la expansión del gasto. Ahora, no precisamos expandir la inversión más allá de la mayor inversión que tuvimos, que fue la del año pasado. Vamos a mantenerla alta. Mire cuanto invertimos en enero: R$ 2,5 mil millones pagos. La gente habla de restos a pagar. Nadie hace planes de inversión a largo plazo en Brasil sin dejar restos a pagar.
-¿Son más de R$ 120 mil millones. No es muy alto?
-¿Por qué? Nuestra inversión es baja o es alta. Yo estuve dos años - 2007 y 2008 - peleando para hacer la ruta BR-163, entre Paraná y Mato Grosso. Es la salida de toda nuestra producción y ahora ella despegó. Está en régimen de crucero. Nos estamos preparando para tener una fuerte intervención en los aeropuertos.
-¿Intervención de que tipo?
-Vamos a realizar concesiones, aceptar inversiones de la iniciativa privada que sean adecuadas a los planes de expansión necesarios. Vamos a articular la expansión de aeropuertos con recursos públicos y hacer concesiones al sector privado.

Visita de Obama

-Valor: ¿Qué esperan de la visita de Obama
-Dilma: Creo que tanto para nosotros como para los Estados Unidos, el gran desafío es la toma de conciencia gradual de que el Brasil es un país que ha asumido su papel internacional y puede, por sus lazos históricos con los Estados Unidos y por estar en la misma región, ser un socio importante. Ya no somos un país de la Alianza para el Progreso.
- ¿Cómo es eso?
- ¿Qué otro país del mundo tiene las reservas de petróleo que tenemos, sin guerras, ningún conflicto étnico, respeto a los contratos, principios democráticos muy claros y una manera de ver el mundo con generosidad y en favor de la paz? Una cuestión es crucial: somos un país occidental democrático que es plenamente consciente de la cuestión d los derechos humanos. Y eso va para todos.
-¿Para Irán y los EE.UU.?
- Si usted no está de acuerdo con la lapidación de las mujeres, también no puede estar de acuerdo con la gente en la cárcel toda su vida sin juicio (en la base de Guantánamo). Eso va para Irán, Estados Unidos y Brasil.