Crece la presencia de empresas brasileñas en la Argentina
Más allá de los gigantes de la industria y del agronegocio -como Petrobras, Camargo Corrêa, Gerdau y JBS-, la llegada de empresas medianas hizo crecer con fuerza la presencia de firmas brasileñas en Argentina desde 2002, cuando el país vecino todavía sentía los efectos de la peor crisis económica de su historia. Desde entonces, la cantidad de compañías verde-amarelhas que se instalaron en el segundo mercado más grande de América del Sur subió de 60 a 250, según levantamiento de la consultora Abeceb.
El movimiento, que se había frenado con la recesión global, ganó aliento a partir de la segunda mitad de 2009. Desde entonces, empresas como el fabricante de baterías para autos Moura, el laboratorio Eurofarma y Positivo Informática plantaron bandera en Argentina.
A pesar de la alta inflación, que alcanza por quinto año consecutivo los dos dígitos y viene provocando una escalada de costos, las empresas brasileñas eligieron el país para iniciar el proceso de internacionalización. Otras compañías con presencia desde hace más tiempo, como el fabricante de implementos carreteros Randon, reforzaron sus apuestas y aumentaron recientemente sus inversiones en Argentina.
Sin embargo, curiosamente fueron los anuncios de dos pesos pesados -Vale, con la exploración de cloruro de potasio en una mina en de Mendoza y el Banco do Brasil con la adquisición del Banco Patagonia-que pusieron a Brasil en una situación inédita. Por primera vez, en 2010, el país lideró el ranking de inversiones en Argentina, de acuerdo con Acebeb, con u$s 5.300 millones. China, con la compra de la mitad de la petrolera Pan American Energy (PAE), aparece en segundo lugar, con u$s 5.000 millones.
Ayer, en su primer viaje internacional en el cargo de presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encontró con su par Cristina Kirchner, en Buenos Aires. Firmaron varias declaraciones conjuntas y memorandos de entendimientos en áreas diversas como cooperación nuclear, biocombustibles y vivienda. Uno de los puntos más destacados es la creación del Foro Empresarial Brasil-Argentina, con reuniones periódicas, a semejanza del consejo entre CEOs de Brasil y de Estados Unidos. Será un ámbito para discutir y realizar propuestas al proceso de integración, afirmó el embajador de Brasil en Buenos Aires, Ênio Cordeiro.
Algunas empresas, como Moura, con sede en Pernambuco, enfrentaron tantas barreras para exportar a la Argentina que resolvieron escapar del problema instalándose en el país vecino. Debido a la inestabilidad de las reglas en el comercio bilateral de autopartes, la dirección de Moura decidió hace poco más de un año abrir una fábrica en Pilar, provincia de Buenos Aires. Me ganaron por cansancio, dijo el presidente ejecutivo de la empresa, Paulo Gomes de Sales. Con un costo de u$s 30 millones, la unidad, que debe inaugurarse en noviembre, tendrá capacidad para fabricar 1 millón de baterías al año.
Eurofarma, quinta industria farmacéutica más grande de Brasil, también comenzó en Argentina su proceso de internacionalización. Con el objetivo de estar presente en 90% del mercado latinoamericano hasta 2015, la firma adquirió el control del laboratorio argentino Quesada, en agosto de 2009. La transacción marcó el reinicio de las inversiones brasileñas después de la recesión global, iniciada el año anterior. Sin divulgar el valor del negocio, Eurofarma compró 95% de Quesada, con cerca de 60 empleados.
El costo tributario más bajo, el acero más barato y el peso argentino desvalorizado en relación al dólar crearon un escenario ideal para que Randon Implementos convirtiera a su fábrica en Rosario, en la provincia de Santa Fe, en una plataforma de exportación a países de América del Sur, como Uruguay, Chile y Paraguay. La fábrica funciona desde 2005, pero sólo el año pasado comenzó a exportar. Fue un cambio estratégico, dijo Norberto Fabris, director ejecutivo de Randon.
Según Fabris, en 2010 la fábrica en Rosario, empujada por el crecimiento económico brasileño y de los vecinos sudamericanos, dejó de tener capacidad ociosa y, además de producir para el mercado argentino y exportar al Cono Sur, vendió cajas de semirremolques basculantes a Brasil. En Rosario, Randon produce actualmente remolques y semirremolques graneleros, de carga general y basculante. De las líneas de la fábrica argentina salen tres de los cuatro productos más vendidos por la empresa a los demás países de América del Sur, región que representa 60% de las exportaciones.
La idea de la empresa es expandir la producción en Argentina. Un paquete de inversiones totales de u$s 8 millones comenzaron a desembolsarse el año pasado y se prolongarán hasta el 2012 para aumentar 67% la capacidad productiva en Argentina. Según el ejecutivo, con la expansión se fabricarán a nivel local más componentes que actualmente son importados de Brasil.
A pesar de la llegada al mercado internacional de la fábrica en Rosario, la unidad de Caxias do Sul (Rio Grande do Sul), cuna de la empresa, continuará siendo el punto de embarque más importante de la compañía, según Fabris. Tenemos una cartera muy grande y hay productos que no pueden fabricarse en Argentina, como los furgones frigoríficos, por ejemplo, dijo.
A pesar del aumento de los negocios, varios ejecutivos se quejaron ante Valor por el aumento de los costos en Argentina y los reajustes salariales, que rondaron un 30%, índice cercano a la inflación anual.
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