Fuente: EFE
Fuente: EFEDaniel González
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La Corona de España se encuentra en una encrucijada marcada por la crisis y la incertidumbre, especialmente ante la avanzada edad de la reina Sofía. La monarca emérita ha sorprendido a la opinión pública al aclarar los detalles de su funeral, lo que ha generado una profunda tristeza en su hijo, Felipe VI. En este contexto, surgen interrogantes sobre los desafíos que deberá enfrentar la realeza española en el futuro.
En este marco, la reina Sofía ha expresado su deseo de que, tras su fallecimiento, sus restos sean incinerados y que sus cenizas sean esparcidas en el Mar Egeo. Este lugar representa una significativa conexión con sus raíces griegas, las cuales han influido en su identidad personal.
Esta decisión, además, marca una ruptura sin precedentes con las tradiciones de lamonarquía española, ya que la mayoría de los monarcas españoles son sepultados en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial. Asimismo, la reina ha manifestado su deseo de que se lleve a cabo un funeral discreto, lo que refleja su carácter reservado y su deseo de evitar el espectáculo público en un momento tan delicado.
La reina Sofía desafía una tradición centenaria en España
La decisión de la reina Sofía de no ser enterrada en la Cripta Real y optar por la incineración o cremación refleja una distancia emocional con su esposo, el rey emérito Juan Carlos I. La expectativa de gran parte de la prensa española y de los seguidores de la realeza era que ambos cuerpos reposaran juntos tras su fallecimiento.
En este sentido, la reina Sofía busca una despedida sencilla, discreta y alejada de los fastos reales. Esta preferencia está intrínsecamente relacionada con su lugar de nacimiento, Grecia, que la reina considera uno de los grandes hitos de su vida.
La preocupación en torno a la reina Sofía se ha intensificado en las últimas semanas. Su entorno confirma que está viviendo uno de los momentos más complicados de su vida. La razón principal es el grave deterioro de la salud de su hermana, Irene de Grecia, que ha afectado profundamente a la reina emérita. Según fuentes cercanas, Sofía "siente dolor en el cuerpo y el alma" y apenas consigue descansar en medio de esta difícil situación.
