

Los aeropuertos John F. Kennedy (JFK) y LaGuardia de Nueva York detuvieron temporalmente las salidas de aeronaves el pasado viernes 31 de octubre, debido a la escasez de personal provocada por el cierre del Gobierno federal de Estados Unidos.
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó la medida a través de una alerta oficial, que afectó durante más de una hora y media los despegues desde el aeropuerto JFK, uno de los principales puntos internacionales de entrada al país. Además, los fuertes vientos complicaron aún más las operaciones, generando retrasos adicionales de hasta una hora.
Alerta aeropuerto: suspensión de vuelos en cadena
Tras levantarse la restricción en el JFK, la FAA emitió una nueva orden de suspensión (ground stop) en el aeropuerto LaGuardia, entre las 21.00 y 22.15 GMT (17.00-18.15 hora local). La medida afectó a vueloscon destino a Washington, Cleveland, Boston y Canadá, así como a aeronaves que debían aterrizar en Nueva York.

La falta de personal afectó principalmente a los centros de control aéreo de Nueva York, Indianápolis y Boston, lo que obligó a reprogramar vuelos y limitar el número de operaciones.
Retrasos y cancelaciones en cadena por falta de controladores aéreos: a quienés afectó
La Agencia de Gestión de Emergencias de Nueva York (NYCEM) explicó en un comunicado que la escasez de controladores aéreos en el JFK interrumpió temporalmente los despegues. Por ese motivo, varios vuelos con destino a la ciudad fueron retenidos en sus aeropuertos de origen para evitar la congestión aérea.
Debido a esta medida, las llegadas al JFK se limitaron a 36 aviones por hora, una cifra muy por debajo de su capacidad habitual.
El cierre del Gobierno afectó al tráfico aéreo en todo el país
El cierre del Gobierno federal alcanzó ya su día número 31, y comenzó a impactar directamente en el tráfico aéreo nacional, debido a la falta de pago y ausentismo de personal esencial. Controladores, agentes de seguridad y trabajadores de mantenimiento fueron algunos de los más afectados.
Este cierre se convirtió en el segundo más largo en la historia de Estados Unidos, solo por detrás del que tuvo lugar entre 2018 y 2019, cuando también se produjo una crisis en el sistema aéreo por falta de personal.





