La temporada de huracanes en el Pacífico está entrando en una fase crítica, con varios sistemas en desarrollo y un panorama meteorológico que cambia rápidamente. Aunque no hay alertas directas para zonas habitadas del país, los expertos advierten que las condiciones actuales podrían generar consecuencias indirectas en regiones vulnerables.

Uno de los huracanes en curso ya ha alcanzado una categoría mayor y se perfila como uno de los más intensos de este año. Su evolución y la interacción con otros factores climáticos podrían agravar riesgos existentes, como incendios forestales y alteraciones en los patrones atmosféricos.

¿Cuál es el huracán que ya está creciendo y por qué genera tanta preocupación?

El huracán Iona fue clasificado como categoría 3 con vientos sostenidos de hasta 125 millas por hora, según el Centro Nacional de Huracanes. Se encuentra a unos 765 kilómetros al sureste de Honolulu, Hawaii y continúa fortaleciéndose, con posibilidad de intensificarse aún más durante la noche del martes.

Aunque el ojo del huracán no se dirige hacia tierra firme, los meteorólogos advierten que su potencia lo convierte en una amenaza considerable para la región del Pacífico. Se espera que comience a debilitarse gradualmente a partir del miércoles, pero seguirá bajo estricta vigilancia por su intensidad.

¿Qué partes del país podrían verse afectadas por este huracán?

No se prevén impactos directos en Hawaii, pero el paso de Iona está generando un aumento en los vientos alisios. Según AccuWeather, esta condición, sumada a una sequía moderada o severa en más de la mitad del archipiélago, incrementa significativamente el riesgo de incendios forestales esta semana.

Además de Iona, el Centro Nacional de Huracanes monitorea otros cuatro sistemas en el Pacífico, incluida la tormenta tropical Keli y dos áreas con alta probabilidad de convertirse en ciclones. Aunque por ahora permanecerían en mar abierto, los expertos insisten en mantenerse informados ante posibles cambios en su trayectoria.