Fuente: Archivo
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En Estados Unidos, acceder a la jubilación a través del Seguro Social depende de un sistema de créditos laborales que cada trabajador va acumulando durante su vida activa. No se trata solo de la edad de retiro, sino también de haber cumplido con la cantidad mínima de créditos exigidos.
Quienes no logran reunirlos enfrentan una situación particular: no califican para los beneficios de jubilación y deben evaluar otras alternativas de cobertura o continuar trabajando hasta alcanzarlos.
¿Cómo funciona el sistema de créditos del Seguro Social?
La Administración del Seguro Social (SSA) otorga créditos en función de los ingresos anuales del trabajador. Cada año se pueden sumar hasta cuatro créditos, y la cantidad necesaria para jubilarse suele ser de 40 créditos, lo que equivale aproximadamente a diez años de trabajo registrado.
Estos créditos se actualizan con el tiempo y su valor se ajusta de acuerdo con la inflación y el salario promedio nacional. De este modo, cada año el requisito en dólares para obtener un crédito aumenta levemente.
¿Qué pasa con los beneficiarios que no alcanzan los créditos necesarios?
Las personas que no alcanzan el mínimo de créditos no pueden solicitar los beneficios de jubilación del Seguro Social. Sin embargo, en algunos casos pueden acceder a otras ayudas, como los beneficios para cónyuges o viudas, siempre que su pareja sí haya reunido los créditos suficientes.
Otra opción es seguir trabajando y aportando hasta alcanzar los créditos faltantes, ya que no hay límite de edad para acumularlos. Esto significa que, incluso superada la edad de jubilación, una persona puede completar los años necesarios para acceder al beneficio.
