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Una investigación científica asegura que adoptar ciertos hábitos saludables puede mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con Alzheimer. La investigación, basada en datos de dos grandes cohortes de adultos mayores, indica que cambios en el estilo de vida no solo ayudan a reducir el riesgo de desarrollar demencia, sino que también favorecen el bienestar de quienes ya padecen la enfermedad.

Entre los hábitos recomendados se encuentran no fumar, realizar actividad física regular, seguir una dieta saludable como la mediterránea o DASH, consumir alcohol con moderación, mantener una interacción social activa y dormir entre 7 y 8 horas diarias.

Ciencia: los hábitos saludables para mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer

Dejar de fumar es uno de los hábitos más recomendados, ya que el tabaquismo está asociado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Además, realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada a vigorosa ayuda a mantener la función cerebral y la salud general.

Seguir dietas como la mediterránea o DASH, ricas en nutrientes y antioxidantes, también favorece la salud cognitiva. El consumo moderado de alcohol es otro factor que contribuye al bienestar, evitando efectos negativos relacionados con el exceso.

Un grupo de científicos compartió la rutina saludable para mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer. Fuente: Archivo.
Un grupo de científicos compartió la rutina saludable para mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer. Fuente: Archivo.

Mantener una vida social activa es fundamental, pues la interacción frecuente con familiares y amigos estimula la mente y puede retrasar el avance del Alzheimer. Asimismo, dormir entre 7 y 8 horas diarias permite la recuperación cerebral necesaria para un mejor funcionamiento.

Adoptar estos hábitos no solo ayuda a frenar el avance de la enfermedad, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes, facilitando una mayor autonomía y bienestar. Para las familias, representa una herramienta valiosa en el cuidado cotidiano.

Los especialistas insisten en que estas prácticas complementan, pero no reemplazan, los tratamientos médicos. La constancia y el apoyo familiar son claves para lograr resultados positivos a largo plazo.

¿Cómo comenzar a implementar esta rutina saludable?

Los médicos recomiendan a pacientes y cuidadores diseñar un plan personalizado que incluya estos hábitos, con la orientación de profesionales especializados. Además, sugieren aprovechar programas comunitarios y grupos de apoyo para facilitar la adopción.

Incorporar una rutina saludable requiere de un hábito continuo de 21 días hasta que forme parte de la rutina diaria. Fuente: Archivo.
Incorporar una rutina saludable requiere de un hábito continuo de 21 días hasta que forme parte de la rutina diaria. Fuente: Archivo.

El seguimiento regular y la evaluación continua permiten ajustar las recomendaciones según la evolución de cada caso. Así se maximiza el beneficio y se promueve una mejor calidad de vida para quienes enfrentan esta enfermedad.