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La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que, en un lapso de apenas dos años, correspondiente a la fase aguda de la pandemia entre 2019 y 2021, la humanidad perdió 1,8 años de esperanza de vida.

Este retroceso significó la pérdida de dos décadas de avances en salud y bienestar, constituyendo el mayor descenso de esperanza de vida registrado en la historia reciente.

La OMS revela que la pandemia ha reducido la expectativa de vida

De acuerdo a las estadísticas sólidas que solo recientemente se han podido completar para esos años, la pandemia causó una caída generalizada en el bienestar físico y mental de las poblaciones, lo que no solo resultó en una disminución de la esperanza de vida, sino también en un aspecto que muchos consideran incluso más relevante: la esperanza de vida saludable.

Ello además de los decesos provocados por la covid-19, que fueron 7 millones según las cifras oficiales notificadas a la OMS, aunque esta misma organización ha estimado que en realidad fueron más del doble si se toman en cuenta las muertes directas e indirectas.

Los trastornos de ansiedad y depresión -disparados por la crisis sanitaria- tuvieron un fuerte impacto y se les considera responsables de una reducción de seis semanas en la esperanza de vida saludable, borrando prácticamente todo lo que se había avanzado en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, afirmó la OMS.

En la misma línea de retrocesos o estancamientos en la salud global, las estadísticas muestran que las muertes maternas e infantiles no están disminuyendo lo suficientemente rápido, una desaceleración que se produce después de un largo periodo (entre 2000 y 2023) en el que las muertes maternas cayeron más del 40 % y la de niños menores de cinco años se redujeron a la mitad.

"La falta de inversión en atención primaria, la escasez de personal sanitario calificado y las deficiencias en servicios como la vacunación y la atención segura al parto están frenando a muchos países", lamentó la OMS.

Las proyecciones apuntan a que en 2030 el mundo tendrá un déficit de más de 11 millones de profesionales de la sanidad.

Este retroceso significó la pérdida de dos décadas de avances en salud y bienestar, constituyendo el mayor descenso de esperanza de vida registrado en la historia reciente. Foto: Archivo.
Este retroceso significó la pérdida de dos décadas de avances en salud y bienestar, constituyendo el mayor descenso de esperanza de vida registrado en la historia reciente. Foto: Archivo.

Expertos en salud expresan su alarma ante la caída en las tasas de vacunación infantil

Es preocupante que la cobertura de vacunación infantil esencial no haya retornado a los niveles previos a la pandemia.

No obstante, los recortes en la ayuda internacional, que incluyen la financiación de programas sanitarios en naciones en desarrollo, han suscitado nuevas inquietudes.

En términos positivos, se han logrado avances en diversas áreas de la salud, especialmente en el combate de enfermedades infecciosas, como el VIH/Sida y la tuberculosis, cuya incidencia ha disminuido en las últimas dos décadas, junto con un aumento en la cantidad de personas que llevan un estilo de vida más saludable.

Dicha mejora se atribuye a la reducción en el consumo de tabaco, a la mejor calidad del aire y a un acceso más adecuado al agua, la higiene y el saneamiento.

Estados Unidos, que ha implementado los recortes más significativos, destinaba a través de su agencia de desarrollo más de 12.000 millones de dólares a programas de salud global en el resto del mundo.

Fuente: EFE