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El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Guillermo Tolosa, aseguró que “hay mucho margen para que el crédito y las empresas crezcan y el país se torne más dinámico” y recordó que en Uruguay representa “sólo 30% del PIB cuando el promedio en emergentes es del 50%”.

Consideró que “el problema de la dolarización es un factor clave, porque las empresas enfrentan esta difícil decisión de que el banco les ofrezca un crédito en dólares que es a un costo razonable, pero le genera un descalce”, algo que vinculó a la crisis económica que azotó el país en 2002.

El jerarca explicó que, por ahora, no se realizan créditos en pesos. “Está todavía muy caro a nivel internacional. Una empresa de buen crédito puede estar enfrentando tasas de 12 o 13%, con una inflación cercana al 4%. Entonces es una tasa muy alta que frena el crédito y tiene que ver con la escasez de depósitos en pesos”, dijo.

Tolosa vinculó este escenario a que la Tasa de Política Monetaria (TPM) “ha sido tradicionalmente más alta que en otros países por la falta de credibilidad del BCU, que ha generado un sesgo al alza”.

“Eso hoy desapareció, las expectativas convergieron y por lo tanto estamos acompañando de forma muy cauta y conservadora esa caída de expectativas con una baja de la TPM sin afectar la tasa de interés real”, señaló. Aseguró que “eso va a generar una reducción de costo en las empresas que haga viable endeudarse en pesos”.

La desdolarización es “inevitable”

El jerarca insistió en que la desdolarización “es un proceso inevitable, aunque gradual” y adelantó que el Banco Central avanzará con medidas concretas para incentivar el uso del peso uruguayo.

Comparó este proceso con “aquella persona que baja de peso y sigue usando la ropa vieja que le queda amplia por un tiempo hasta que le cae la ficha (...) En Uruguay seguimos usando ropa que no nos calza”.

El presidente del banco explicó que el alto nivel de dolarización limita el crédito. “A medida que los uruguayos vayan desdolarizando sus portafolios, este panorama cambiará. Los bancos podrán ofrecer más crédito local, con una propuesta de negocio más diversificada y alineada con las tendencias internacionales”, sostuvo.

Sobre el ahorro en dólares, el jerarca explicó que “han sido realmente funestas las consecuencias, creyendo que era una protección del poder adquisitivo y en la práctica, dado que en Uruguay la inflación en dólares ha sido mayor que los retornos, las pérdidas han sido masivas en poder adquisitivo”.

En ese sentido, manifestó su intención de “tomar medidas concretas para que este proceso vaya a una velocidad mayor, tanto por protección al usuario financiero como para que el sistema bancario sea aún más resiliente y rentable”.