BENEFICIOS DE LA COMPETENCIA

Más oferta de bodega en la ruta Ushuaia-Buenos Aires

La participación de dos buques de Maruba abarata los costos y genera más trabajo para tripulantes argentinos.

La Argentina es un país de paradojas. El mar baña sus costas, pero gran cantidad de contenedores recorren los 3.000 kilómetros que separan Ushuaia de Buenos Aires en camión, a costos que llegan a los u$s 10.000. Esto de simplemente se debe a la falta de bodega disponible en buques.

El único navío que cubre esta frecuencia con bandera nacional es el "Argentino II", de Ultrapetrol, que siempre deja contenedores en el muelle porque la oferta supera ampliamente la demanda. La carga, se ve forzada a pagar sobrecargo diario por la estadía en el puerto con el lógico extra costo que ello implica. En su totalidad, son componentes indispensables para la fabricación de electrodomésticos y electrónica que deben arribar en tiempo y forma a la isla para garantizar la continuidad de las operaciones de las líneas de producción, y mantener el trabajo de los cientos de argentinos que dependen de estos insumos para su continuidad laboral.

Para mitigar tal carencia, la normativa vigente prevé que los buques de bandera extranjera puedan operar en cabotaje bajo dos modalidades. Una es la excepción prevista en el art 6 de la Ley de Cabotaje 19.492, y se configura ante la ausencia de buques necesarios para prestar un tipo de servicio en particular. En este caso el cargador debe solicitar a las cámaras empresarias del sector naviero el tipo de buque, fechas y puertos a cubrir. La subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, tras constatar que no existen buques disponibles de bandera nacional en tiempo y forma, autoriza la excepción por el plazo solicitado. El lapso solo puede excederse mediante autorización fundada en cuestiones climáticas u operativas, de manera que el buque pueda finalizar el viaje programado.

La segunda forma de operación es la prescrita por el decreto 1010/04. El mismo autoriza la incorporación por parte de armadores nacionales de buques charteados de terceras banderas, a las cuales se otorga tratamiento de buque de pabellón nacional y debe ser tripulado por argentinos.

Con estas posibilidades en mano, la firma Maruba se sirvió del acuerdo operacional con PSL que incluía al "Asturiano", al que se le había vencido el 1010 al superar los 10 años y destinó el "Perito Moreno", ambos de bandera extranjera pero hoy con toda su tripulación argentina. Incluso el "Perito Moreno" tiene expediente iniciado para ser incorporado bajo el decreto 1010/04 con el fin de trabajar por tres años con tripulación y convenios argentinos.

Realidad trastocada

Utrapetrol, hasta ayer asociada con Maruba en diversos tráficos, lanzó una serie de denuncias y utilizó todos los medios a su alcance para trastocar esta realidad. Incluso llegó a definir la situación como un "Uber marítimo, con buques tripulados por marineros filipinos en condiciones laborales muy inferiores a las existentes en el ámbito local".

El mercado argentino de fletes se encuentra en reducidas manos, y en condiciones de competencia imperfecta. La única solución pasa por incorporar nuevos actores y en tal sentido se dirige el proyecto de Ley de Marina Mercante que el año pasado obtuvo media sanción del Senado de la Nación con 63 votos a favor y ninguno en contra.

No es bueno que las empresas privadas recurran al mecanismo de las denuncias al estado para resolver su propia problemática comercial.
Muchas de estas compañías son las mismas que se opusieron al ingreso de nuevas empresas que significan inversiones y puestos de trabajo genuino para argentinos, por la sola razón de mantener cautiva su participación en el mercado.

Las autorizaciones al cabotaje otorgadas a Maruba se dieron ante el cumplimiento de los requisitos fijados en la normativa y sin perjuicio de qué empresa se trate. Y uno de los requisitos a cumplir por el decreto 1010/04 es justamente el de utilizar tripulantes argentinos. De tal forma, se amplía la oferta para los dueños de la carga, bajan los costos operativos y se generan más fuentes genuinas de trabajo para los marinos nacionales.

La política del Ministerio de Transporte que encabeza Guillermo Dietrich en lo referente a la reducción de costos y mejora de la competitividad tiene por objeto el aumento de participación de la bandera nacional con más y mejor trabajo argentino. Durante el primer año de gestión se obtuvo una importan rebaja de costos en varios rubros sensibles del negocio y se ganó competitividad de cara a los cada vez más exigentes mercados internacionales.

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