La hidrovía explica la cosecha récord
El dragado y la señalización del Paraná puede considerarse como la decisión geopolítica más importante de la Argentina.
La noticia económica de este año es la cosecha récord del país. Entre las distintas variedades, se estima que los 147 millones de toneladas cosechados significarán ingresos de u$s 28.100 millones para la economía argentina. Este verdadero tesoro, que no tiene antecedentes en el país, se explica en gran medida por la existencia de la hidrovía.
Tras estudiar durante varios años la vía navegable del Paraná y compararla con otros sistemas fluviales del mundo puedo concluir en que la hidrovía fue la decisión geopolítica más importante de la historia argentina. Esto es así porque el país dejó de pensar en la construcción de un puerto de aguas profundas y en su lugar llevó el océano al corazón de la producción. Por tener más de 25 años en el periodismo especializado en transporte, logística y comercio exterior, tuve la posibilidad de seguir desde sus inicios el proceso de esta concesión. Tuve también el orgullo de navegar por el Misisipi y que me hablaran del "milagro argentino" en relación a la hidrovía y que nuestra vía navegable concesionada fuese el ejemplo a seguir por ellos.
La hidrovía a lo largo de los primeros 800 kilómetros desde el océano hasta Santa Fe está dragada a 34 y 25 pies de calado navegable y posee un sofisticado sistema de ayudas a la navegación. Jan de Nul draga un promedio anual de entre 30 y 33 millones de metros cúbicos de material que luego se deposita en las zonas indicadas en el Plan de Gestión Ambiental aprobado.
Planificación
El mantenimiento de la concesión requiere una detallada y permanente planificación que involucra mediciones de alturas de agua a partir de 36 hidrómetros telemétricos, batimetrías continuas a lo largo de la vía navegable a fin de monitorear el avance de la sedimentación, e inspecciones permanentes del balizamiento. El sistema se encuentra en óptimas condiciones y en posibilidad de transportar la súper cosecha de este año. Entonces, si llegamos a esta cifra de 147 millones de toneladas es porque existe una hidrovía, y porque a partir de ella se realizaron inversiones privadas en los puertos por más de u$s 6.000 millones en los últimos 24 años. Tal es así que hoy en el racimo de 29 terminales del Gran Rosario con 70 km. de costa sobre el Río Paraná entre Arroyo Seco y Timbúes se encuentra el polo de crushing de soja más grande del mundo.
Los números son contundentes: en 1995, los buques desde Rosario salían con 22.000 toneladas de carga y hoy lo hacen con 47.000. En aquél momento la capacidad de molienda de la Argentina era de 50.000 toneladas por día en todas las fábricas aceiteras y hoy se alcanzaron las 200.000 toneladas.
Este brutal crecimiento se produjo a la vera de una vía navegable que desde 1994 a la fecha estuvo operativa las 24 horas del día y los 365 del año. Incluso hubo ocasiones donde se operó a pérdida como en abril y mayo de 2016 cuando la concesionaria realizó una inversión extra estimada en u$s 60 millones para contrarrestar las bajantes por los efectos del fenómeno El Niño. La flota normal de 6 dragas se vio por entonces reforzada por dos unidades adicionales de última tecnología y de tamaño nunca visto en Argentina. Jan de Nul movilizó la ultra moderna draga de succión en marcha "Pedro Álvares Cabral" con capacidad de cantara de 14.000 m3 y la draga de corte y succión construida en 2011 "Niccolo Machiavelli", con una potencia total instalada de cerca de 25.000 kw. Sumadas estas dos dragas a la Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Niña, Vespucci, James Ensor, Sanderus y Capitán Núñez operó con un total de 8 equipos para mantener seguridad a la navegación y un servicio que garantizó el calado navegable de 34 pies que posibilitó una eficiente exportación de la cosecha de 2016. Queda claro que la hidrovía es estratégica y no puede quedar en manos de un concesionario sin la capacidad técnica ni la espalda suficiente para manejarla. No más pensar qué hubiese sucedido aquél año de 2016 si los buques no hubiesen podido ingresar para exportar la cosecha.
FuturoLa vía navegable se afianza por su concepción logística. Un convoy de 16 barcazas con 24.000 toneladas de carga -que es lo común en la hidrovía Paraguay-Paraná- equivale a la carga de 20 trenes de 40 vagones cada uno, o a 960 camiones cargando 25 toneladas cada uno. Esta realidad ya la habían percibido los europeos que hoy transportan 800 millones de toneladas por más de 28.000 kilómetros de hidrovías, de las cuales más de 10.000 kilómetros son canales artificiales a través de costosas esclusas. En ese contexto la bendición que significa para la Argentina y la región contar con el rio Paraná se ve potenciada con el eficiente trabajo realizado por Jan de Nul para mantener esta vía troncal en óptimas condiciones de navegabilidad.
Hoy en el Paraná se mueven cargas por 21 millones de toneladas desde Santa Fe hacia el norte, y desde el Gran Rosario hacia el océano, salen 74 millones de toneladas de harinas y aceites. Si el total de cargas en Argentina es de 450 millones de toneladas, el 20% está concentrado en la hidrovía, situación que remarca su colosal importancia estratégica.
A esta vía navegable le espera un promisorio futuro en cuanto a su crecimiento. Las proyecciones económicas estiman que en los próximos cinco años Brasil bajará 5 millones más de toneladas de granos y Bolivia pasará de 5 a 15 millones las toneladas de mineral de hierro a transportar. A esto se sumarán las cosechas cada vez más importantes que se esperan en la Argentina.