Industriales navales muestran que el consenso es la clave para crecer
El acuerdo entre empresas, trabajadores y Estado posibilitará una política industrial argentina sustentable, creíble, firme, inclusiva, y constante.
La cubierta de la histórica Fragata Sarmiento fue una vez más el ámbito que reunión a los principales referentes del sector para celebrar el Día de la Industria Naval Argentina.
Miguel Ángel Sánchez, vicepresidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) señaló en la oportunidad que "resulta imprescindible comprender, desde una visión geopolítica e industrial que nuestro complejo logístico naval es un sistema integrado compuesto por los puertos, las vías navegables, la marina mercante y la industria naval. Dentro de ésta red interactiva y dinámica, actúan la industria naval liviana y pesada, pública y privada; transporte de cargas y industria pesquera; parques industriales y zonas francas; economías regionales y clusters sectoriales; recursos naturales y energías renovables; intereses marítimos y geoestratégicos; empresas o entidades vinculadas al Estado (Armada, Prefectura Naval, YPF, Inidep); y entidades educativas (centros de formación, escuelas técnicas, universidades, centros de investigación) y civiles (cámaras empresarias, sindicatos, etc.). Todo esto nos da una idea de ubicación y no sólo de circunstancia. Es decir, comprender que lo que suceda o no en el mundo o en el país nos afecta pero lo que suceda o no en éste entramado descripto, además, nos involucra porque somos parte del mismo. No lo podemos eludir pero tampoco nos puede eludir".
El directivo recalcó que "la industria naval argentina tuvo, tiene y tendrá siempre ésta vocación y ésta capacidad para participar en el diseño, transformación, reparación, renovación o construcción de cualquier tipo de flota de navegación, sea fluvial o marítima, aquí o en el exterior. Esto es parte de nuestro ADN industrial. Esto no implica que ignoremos otros criterios e intereses, armatoriales, sindicales o gubernamentales, como así tampoco que desconozcamos donde y cuáles son nuestros puntos débiles. Los conocemos muy bien. Pero sucede que nuestro país es uno de los pocos en el mundo que teniendo una industria naval instalada sigue permitiendo la importación de barcos usados: pesqueros, mercantes, remolcadores, etc. Renovar o construir un barco o una flota requiere de una industria naval activa. Nada de esto es realmente posible sin la existencia de un plan que esté previa y debidamente consensuado entre los principales actores. Solos, o por pares, o por tríos, o por algunos, o por ciertos, jamás podremos diseñar una política industrial argentina sustentable, creíble, firme, inclusiva, y constante".
Sánchez destaco que "construir barcos o renovar flotas no sólo depende de nuestras capacidades sino también de al menos otras cuatro factores claves: condiciones e incentivos para que el sector armatorial pueda invertir en el país; condiciones de empleo dignas, equitativas y actualizadas; condiciones de mercado interno, regional e internacional; y finalmente de la existencia de políticas de Estado interrelacionadas, concretas y perennes al menos en el corto y mediano plazo".
Paradigmas
A juicio del vicepresidente de la ABIN, "la alianza industriaconocimiento es urgente y tenemos que cooperar entre todos en la transformación educativa, advirtiendo que aprovechar los cambios tecnológicos que vivimos depende radicalmente de las transformaciones sociales y culturales que podamos conseguir. En éste sentido, nuestras acciones deben enfocarse en crear nuevas empresas y consolidar las existentes; lograr conectividad y energía; actuar en innovación, tecnología y desarrollo; trabajar en la industria 4.0, en general, y en la industria naval 4.0, en particular. Estos son algunos de los nuevos paradigmas que nos incluye a todos los aquí presentes. Pero también decimos que para que exista ese mercado interno fuerte se exige estabilidad, previsibilidad, planificación, decisión y acción. Para conquistar mercados externos se necesita lo mismo. Y, en ambos casos, se requiere entender que la competitividad no puede ser sólo empresaria, productiva, educativa y laboral sino que también debe ser pública, estatal. El Estado presente, y no ausente ni distraído, debe ser tributariamente competitivo, financieramente activo, económicamente equitativo, diplomáticamente apto y políticamente práctico. En tal sentido, todos tenemos varias tareas por hacer. Algunas, tendremos que hacerlas juntos y otras cada uno asumiendo la responsabilidad que le corresponde, sea del sector privado o público. Pero lo que ninguno puede dejar de ser es ser generador genuino de cinco elementos claves: de empresas, de empleo, de competitividad, de inclusión y de integración. Integrarnos significa unirnos productivamente, territorialmente, estratégicamente, e inteligentemente".
El directivo resaltó la necesidad de participar con buques propios en el tráfico bilateral con Brasil que está protegido por el acuerdo binacional que privilegia 50+50 al tráfico marítimo de mercaderías entre ambos países para buques de bandera nacional. "Ahí puede crecer nuestra marina mercante pero hoy no sólo no participa ningún buque argentino sino que además la Unión Europea pretende eliminar la reserva de carga, que asegura un porcentaje del transporte de bienes con barcos de bandera nacional. Ya decía el General Manuel Belgrano que una nación que deja hacer por otra, una navegación que puede realizar por sí misma, compromete su futuro y el bienestar de su pueblo. Nosotros, convencidos plenamente en el Mercosur, decimos hoy y aquí que en la nueva relación Mercosur Unión Europea que se pretende, tanto la marina mercante y como industria naval deben ser excluidas de las negociaciones que se vienen desarrollando hasta tanto ambos sectores logremos una madurez de competitividad que no hemos alcanzado hasta ahora para ese contexto".