ESLABÓN CLAVE EN LA CADENA DEL COMERCIO EXTERIOR

Hay preocupación por el servicio integral de monitoreo de las cargas

Se desnaturalizó el Dispositivo Electrónico de Seguridad (DES) con la participación de algunas empresas que no poseían tecnología ni experiencia para hacerlo.

Cuando los intereses personales entran en escena, el profesionalismo debe dar un paso al costado. Esto es lo que sucede con el exitoso programa de Dispositivo Electrónico de Seguridad (DES). Declarado de interés fiscal por AFIP en la anterior administración de Alberto Abad, hoy naufraga a causa de la incomprensión de las autoridades que no disciernen entre el inicio del DES y en lo que se transformó en el Precinto Electrónico de Monitoreo Aduanero (PEMA) con la participación de algunas empresas habilitadas para prestarlo que no poseían ni la tecnología ni la experiencia para hacerlo.

El proyecto de seguimiento de mercadería no nacionalizada nació con la resolución general de aduana 592/99 de 1999 firmada por el entonces director Osmar De Virgilio. La norma establecía que el traslado de mercaderías desde el lugar de arribo al territorio aduanero hasta el de su recepción en un depósito fiscal, atravesando la zona secundaria aduanera, sería efectuado por el importador o a través de un despachante de aduana, mediante la presentación de una declaración detallada en el Sistema Informático María (SIM). Debido a las dificultades y costos del caso, la Cámara de Depósitos Fiscales Privados (Cadefip) y muchos otros operadores, accionaron judicialmente y lograron continuar con los traslados y la actividad de los depósitos.

Tras diversas reuniones con las autoridades aduaneras, Cadefip ofreció desarrollar un sistema de seguimiento de mercaderías no nacionalizadas, único en el mundo. Se le aseguraba a la Aduana que la mercadería que salía de una terminal llegaría a destino sin ser adulterada y a su vez este movimiento sería aceptado por el destinatario, cosa que hasta ese momento no existía.

Como resultado de esas negociaciones surgió el DES (resolución 1.131/01 del 7/11/01) y se introdujo el concepto de continuación de bodega, que habilitó a Cadefip a realizar los primeros movimientos y facultó a la Aduana a establecer un cronograma de implementación gradual para la totalidad de los traslados, sin erogación alguna por parte del Estado Nacional.

Por las exitosas pruebas piloto realizadas, y a pesar del visible desinterés de algunos sectores que no ayudaban a su expansión, la AFIP estableció el uso obligatorio del DES con aplicación por la Aduana de Buenos Aires (resolución Aduana 37/02 del 30/10/02). La norma, firmada por el entonces director Das Neves, mencionaba la instalación del Centro de Control Integrado en la Aduana (CCI) con la conformidad de la Dirección de Control, que las terminales y los depósitos fiscales deberían disponer de un espacio para el almacenaje de los DES, y que sería de aplicación la resolución 1.331 a partir del 1 de noviembre de 2002.

Tutela

Bajo la tutela y desarrollo de Cadefip se montaron en AFIP y Gendarmería Nacional centros de seguimiento y control. La Cámara asumía todos los costos de hardware y software y la capacitación de los funcionarios aduaneros, los que cumplieron una digna labor durante muchos años. Entre 2002 y 2010 se siguieron con total éxito más de 200.000 contenedores con muchas horas hombre de esfuerzo y dedicación.

Durante la gestión de Ricardo Echegaray como Director de Aduana, se intentó en 2004 llevar adelante la iniciativa ISTA para desarrollar lo que ya estaba funcionando hacía años. En un nuevo intento y ya como titular de la AFIP en 2010, Echegaray anuló las resoluciones 1331/02 y 2169/06, y facultó a la Aduana a llamar a empresas a prestar el servicio ofrecido hasta allí con éxito, bajo la dirección de Cadefip. A partir de ese momento se mantuvo limitada en su participación a Saetech, empresa que prestaba los servicios a través de Cadefip. Se le impidió su participación en el crecimiento del uso del dispositivo en nuevos corredores con exclusivo acceso a las nuevas empresas, con su excesivo costo asociado, y se facilitó el desarrollo de firmas que fueron surgiendo, todas unificadas en cuanto a su logística y dirección, y actuando como si fueran una sola.

A su vez, ante decisiones tomadas por Echegaray para eliminar la actuación policial tanto de Aduana como de Gendarmería ante posibles ilícitos, Cadefip le solicitó a Saetech que tomara cargo dicha función. Ello implicó grandes inversiones en hardware, software, tecnología, monitoreo, sistemas de acudimiento ante cualquier alarma con vehículos propios y con policías en actividad. Esto llevó a reducir el robo de contenedores y por ende el perjuicio fiscal del estado a cero, según las propias estadísticas de la Aduana. Saetech asumió entonces un control delegado al sector privado que era responsabilidad de las autoridades de turno.

No se trata de cumplir con una normativa aduanera, sino de brindar un servicio integral de monitoreo de cargas, a fin de garantizar las operaciones de traslados con la consecuente disminución de los costos asociados acompañados por grandes compañías de seguros, nacionales y extranjeras, especializadas en comercio exterior.

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