Exolgan: el sueño de un visionario

Alfredo Román inauguró hace 25 años lo que sería una de las terminales portuarias más eficientes de la Argentina.

Hacía mis primeras armas en el periodismo especializado en transporte y logística en marzo de 1995, cuando me tocó cubrir la llegada del primer buque a la terminal de Exolgan en Dock Sud. Se trataba del MV San Clemente, de la firma Ivarán.

Aún recuerdo la emoción en el rostro de Alfredo Román, el héroe de la epopeya que significó armar un puerto de la nada y en el que pocos creían.

El escenario para competir no era el mejor. Poco tiempo atrás, se había concesionado el puerto de Buenos Aires en cinco terminales y allí se habían dado cita operadores portuarios de renombre mundial como P&O e Ictsi entre otros.

Construido en jurisdicción de la provincia de Buenos Aires, Exolgán no contaba con el apoyo ni la simpatía de las autoridades nacionales. El veto parcial del presidente Carlos Menem a la Ley de Puertos había dejado al puerto de Buenos Aires bajo jurisdicción nacional y no se veía con buenos ojos la cercana presencia de Exolgan. De todos modos, y hasta último momento, los funcionarios del sector creían que Alfredo Román no se animaría a tanto y que el puerto quedaría solo en un amague del empresario para obtener alguna prebenda. Y esa creencia, se la transmitían a los concesionarios de Puerto Nuevo asustados por la posible aparición de un competidor que no estaba en sus planes.

Recuerdo en 1994 una navegación por las terminales de Buenos Aires en ocasión de un congreso portuario junto a Rafael Conejero, subsecretario de Puertos y Vías Navegables de entonces. El funcionario, pidió que el guardacostas que nos llevaba extendiese su recorrido hasta Dock Sud, y al acercarnos a la zona, se tapó la nariz al tiempo que aseguraba que "era imposible hacer un puerto en medio de semejante olor".

Pero el puerto se hizo, comenzó a funcionar de manera eficiente y con una ventaja que no era menor. Las terminales de Buenos Aires eran concesiones que debían pagar canon, algo que no sucedía en Exolgan.

"Ellos son inquilinos, nosotros propietarios", se ufanaba Román.

Casi de inmediato, importantes líneas marítimas vieron las ventajas de una terminal eficiente y competitiva y comenzaron a opera en sus muelles. Desde allí hasta nuestros días, Exolgan no paró de crecer.

Ubicado sobre 50 hectáreas y con 1200 metros lineales de muelle, Exolgán es una de las terminales portuaria líderes del país. La moderna concepción de su layout y la integración de diversos servicios de valor agregado, la convierten en una plataforma de operaciones multimodales.

También recuerdo que aquél día de la inauguración, le pregunté a Román si pensaba vender el puerto una vez que estuviese en funcionamiento.

"¿Ves esa bandera argentina que flamea en la grúa pórtico? Mientras yo viva, seguirá flameando y este puerto será 100% de capital argentino", fue su respuesta.

Este sueño de Román no pudo darse y hoy el puerto es gerenciado por el Grupo ITL, uno de los operadores portuarios más importantes del mundo. Pero esto no le quita mérito al visionario empresario. Todo lo contrario. Román comprendió las exigencias de un mundo globalizado, y la llegada de International Trade Logistics (ITL) significó un indudable salto de calidad.

"Como toda historia, y como en la vida, hemos tenido muchas alegrías y también muchos escollos, que fuimos superando exitosamente durante estos 25 años. Estamos trabajando, invirtiendo y capacitando para seguir creciendo y seguir celebrando muchos años más.

Mi sincero agradecimiento y felicitaciones a los que estuvieron presentes ese día y a todos los que día a día seguimos haciendo grande esta empresa ¡Felices 25 años!", señaló Roberto Negro, Ceo del Grupo ITL.

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