FRENTE A UN COMPLEJO ESCENARIO

En busca del modelo logístico competitivo

Camiones, ferrocarriles, puertos, marina mercante e industria naval articulados pueden generar las condiciones de empleo y ahorro de costos.

Se conmemora en nuestro país el 12 de Septiembre como el día de la Industria Naval Argentina, en homenaje al contraalmirante Horacio Esteverena que materializa en la firma de un decreto por parte del Ejecutivo Nacional, el cual era presidido por Arturo Fondizi, poniendo en marcha un verdadero proyecto de desarrollo de la Industria Naval Argentina, industria de industria que era compatible con el crecimiento de la producción de hierro y acero nacionales, resolviendo también que el comercio marítimo debía estar manejado por el estado nacional, la decisión fue la consecuencia natural de una estructura nacional que provenía del peronismo, proyecto que tenía como norte la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. El presidente Juan Domingo Perón, al inaugurar las sesiones del congreso nacional en 1951 dijo que "en lo sucesivo los barcos no solo tendrán banderas argentinas sino que también serán construidos en el país".

Desde esos escenarios han transcurrido poco más de seis décadas, donde el sector a la luz de estos acontecimientos y al amparo de un régimen de marina mercante y de industria naval convivió con políticas erráticas contrarias al modelo nacional, a pesar que tuvo viento de cola favorable como la época de los grandes astilleros donde la industria naval pudo desplegar todas sus potencialidades demostrando estar a la altura de las circunstancias con construcciones navales que nada tenían que envidiar a las potencias de otras partes del mundo que tenían desarrollada su industria naval, con marchas y contra marchas la industria naval siguió buscando su destino de desarrollo, hasta que al finalmente sucedió lo inevitable a principios de los 90 la aniquilación por decreto de la industria naval en un gobierno de corte neoliberal. Desde ese mismo momento en que se destruyó la industria naval, la marina mercante, los puertos, los ferrocarriles y un fenomenal proceso de desindustrialización, los trabajadores navales con las instituciones del sector comenzó la lucha por la recuperación del despojo efectuado.

 

Reconocimiento

 

Nuestro reconocimiento y el más alto homenaje a quien sin dudas fue uno de los abanderados más grande que tuvo la resistencia y la búsqueda permanente por la recuperación del sector, sin dudas nos referimos a nuestro eterno compañero Cayo Ayala. En las últimas décadas hubo dos hechos significativos en nuestro sector el Decreto 1010/2004 que devolvió la bandera nacional y la soberanía de la legislación argentina a los tripulantes de la marina mercante, que además otorgaba un plazo de dos años para sancionar la ley de marina mercante y de industria naval. El otro hecho estuvo configurado por el consensó conseguido por todos los actores para sancionar las leyes de marina mercante y de industria naval, estos dos hechos se dieron en el marco de distintos gobiernos, lo trágico que estas intenciones quedaron frustradas por un lado porque el gobierno saco de su radar al sector y no materializo lo que escribió de puño y letra, y por el otro porque el gobierno actual traiciono convirtiendo en una estafa el consenso que permitió la aprobación por unanimidad en senadores y diputados vetando artículos centrales de la ley de industria naval y dejando sin reglamentar una treintenas de artículos de la ley de marina mercante, desvirtuando los objetivos de ambas leyes. Más allá de estos hechos políticos que siguen lesionando a la industria naval y la marina mercante vamos a seguir buscando las decisiones políticas para converger en un proyecto nacional donde inexorablemente la transformación logística en nuestra argentina sea un objetivo a conseguir. Camiones, ferrocarriles, puertos, marina mercante e industria naval articulados tienen que ser el modelo de logística que genere las condiciones de competitividad, empleo, ahorro de costos para las economías regionales captando la renta para el desarrollo de la argentina y no para las compañías transnacionales que se llevan el esfuerzo de la producción nacional generando las condiciones de inviabilidad económica de nuestro país.

El mundo de hoy nos plantea, escenarios complejos detrás de la fachada de la globalización se esconde la intencionalidad de despojo de los países subdesarrollados por parte de las potencias económicas globales. Argentina tiene que tener una estrategia de crecimiento, desarrollo, de industrialización y de defensa de su mercado interno, no se puede seguir incurriendo en políticas que llevaron al país al desastre económico, político y social, hay que retomar el modelo nacional en ese contexto la soberanía logística es uno de los pilares excluyentes para el desarrollo nacional.

 

 

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