LA HIDROV A, EJEMPLO DE RESPONSABILIDAD ECOLÓGICA

Se suman los problemas con el dragado en Miami

La profundización del canal de acceso al puerto se hizo a destiempo. Ahora se agregan inconvenientes medioambientales.

Cuando los funcionarios del puerto de Miami comenzaron a promover la idea de dragar la bahía donde atracan los barcos de carga, tenían miedo de que el proyecto no estuviera listo para cuando se terminara la ampliación del Canal de Panamá. Varias voces se alzaron contra las autoridades portuarias acusándolas de ser las responsables de perder la oportunidad de recibir a los gigantescos cargueros que cruzarían el Canal a partir de 2014.

Sin embargo, el dragado culminó en agosto de 2015 y la ampliación del Canal recién estuvo lista en junio de 2016.

Esta diferencia de tiempo, solo atribuible al retraso panameño, significó sin embargo un costo extra que debió afrontar la comunidad portuaria de Miami.

A estas críticas, ahora se suman los inconvenientes medioambientales que estaría generando la obra. Tal es así que los norteamericanos están observando el caso de nuestra hidrovía para tomar como ejemplo.

"En Argentina, se tomaron todos los recaudos ambientales y el dragado del río Paraná no generó ningún impacto negativo. Solo es planificar con responsabilidad", dijo a Transport & Cargo Rachel Silverstein, bióloga marina y directora ejecutiva de Miami Waterkeeper.

En la edición del pasado 29 de abril de 2015, este medio informó que activistas defensores del medio ambiente habían pedido a un juez federal que ordenara la suspensión de los trabajos porque el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, el organismo a cargo de la obra, presuntamente había manejado mal el proyecto y la sedimentación generada estaba matando a los corales en la bahía.

Los ecologistas retiraron su demanda, luego que el cuerpo de ingenieros dio seguridades a la corte de que iban a tomar medidas para proteger al coral y no permitir más derramamiento de sedimento. Sin embargo, un nuevo estudio ha confirmado lo que funcionarios federales de la flora y la fauna han sospechado durante mucho tiempo: el trabajo de dragado mató muchos más corales de los pronosticados.

Informe

El estudio, publicado este mes en el periódico de Internet PeerJ, se propuso dejar las cosas claras con respecto a qué fue exactamente lo que mató los corales alrededor del dragado, que costó u$s 205 millones.

Para el Cuerpo de Ingenieros la muerte del coral se produjo por una enfermedad, pero los reguladores medioambientalistas estatales y conservacionistas insisten en que el barro revuelto por el dragado o derramado de una barcaza que cargaba los sedimentos mar adentro asfixiaba el coral y enturbiaba las aguas.

Con estudios y fotografías aéreas, los investigadores establecieron que los sedimentos se esparcieron por un área unas 14 veces mayor de lo que establecía el permiso dado al cuerpo de ingenieros, causando la muerte del coral.

La profundización del canal del puerto a 52 pies completó el plan de modernización que incluyó un túnel para camiones a fin de evitar la congestión de tránsito en la ciudad, a un costo de u$s 1.000 millones.

Los autores afirman que el nuevo estudio muestra la necesidad de ser más cuidadoso al dragar cerca de arrecifes delicados, y que debería servir de advertencia a la expansión del vecino Port Everglades con una inversión de dragado de u$s 374 millones.

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