Dragado preventivo, la excusa de las empresas paraguayas para trabajar poco y cobrar mucho
Capitanes de embarcaciones que navegan por el río Paraguay cuestionaron el dragado que se realiza actualmente en zonas que tienen más de 4 metros de profundidad. Sospechas de negocios poco claros entre Gobierno y firmas locales.
Por su color marrón, el río Paraguay es turbio. Turbio como los negocios de dragado entre el Gobierno paraguayo y las empresas locales que están denunciando los usuarios.
Capitanes de embarcaciones que transitan por esta vía navegable reclamaron ante los innecesarios trabajos de dragado que se realizan actualmente, cuando los ríos tienen una profundidad de más de 4 metros. Asimismo, agregan que no es una época donde se deba hacer el dragado.
A inicios de 2023 hubo una serie de cuestionamientos precisamente por la falta de estas tareas, que en ese momento sí efectivamente eran necesarias ante las condiciones de bajante del río Paraguay.
Óscar González, ex presidente del gremio de Capitanes y Prácticos del Norte, afirmó a Última Hora que ningún paso necesita dragarse.
Los trabajos además causan inconvenientes. El dragado se inició el 10 de mayo y se extenderá hasta el 8 de junio entre las 12 del mediodía y las 6 de la mañana, lo que deja solamente seis horas de navegabilidad para las embarcaciones, y se pierde mucho tiempo en el lugar.
"Si uno llega a las 13 horas debe esperar hasta las seis del día siguiente. Son casi 18 horas varado", comentó el capitán.
Para González, este trabajo no va a tener un resultado positivo porque cuando el río sube los canales se rellenan de barro y arena, y recién cuando baja se sabrán los pasos que requieren del dragado.
"Esto no tendrá un resultado positivo. El río seguirá creciendo, va a ser innecesario el dragado, recién cuando baja se determina. Es ridículo el dragado en este momento", afirmó.
Los cuestionados trabajos están a cargo de la firma Terminal Occidental SA (TOSA), de Conrado Hoeckle, y el monto del contrato, que se extiende hasta 2025, es de u$s 17,2 millones.
Ex asesor del presidente Mario Abdo, y en lo que podría considerarse un conflicto de intereses, Hoeckle obtuvo millonarios contratos con el Estado en rubros como obras públicas, zonas francas y dragados.
En los últimos diez años, el Estado paraguayo gastó cerca de u$s 87 millones en el dragado de los ríos nacionales; sin embargo, a pesar de esa colosal inversión, las obras no han supuesto una solución adecuada y las autoridades no son capaces de encontrar una solución a largo plazo.
Capitanes consultados por Paraguay Fluvial y Logística, también señalaron que la supuesta obra es absolutamente superflua y lejos de ayudar a mantener un canal navegable en épocas de bajante, lo único que logra es obstruir el canal de navegación y trastornar la navegabilidad del río en un momento en que se deben aprovechar al máximo las condiciones naturales del río y navegar en el menor tiempo posible para así transportar mayor cantidad de carga.
Otros expertos señalaron a Transport & Cargo que no es la primera vez el Gobierno paraguayo, en connivencia con empresas locales, desembolsa millones por un dragado que en realidad no se realiza. Esta obra, en un lugar innecesario, sería la prueba cabal de este accionar.
Los cuestionados trabajos fueron ordenados por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y el órgano de control es la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) que realiza la batimetría del lugar.
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Ante el unánime reclamo de los usuarios, se deberían transparentar los trabajos y evitar suspicacias sobre hechos de corrupción con multimillonarias sumas que podría estar pagando el Estado paraguayo por obras que en realidad no se están realizando y que, cuando vuelva la bajante, quedarán al descubierto.
Sin dudas un tema que deberá resolver con urgencia el presidente electo Santiago Peña cuando tome posesión del cargo el próximo 15 de agosto.
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