La velocidad del cambio y su relatividad
Un planteo que hace Alvin Tofler sobre su país, me parece que es aplicable para nosotros. Para hablar de velocidades hagamos algunas comparaciones hacia afuera y hacia adentro y me quiero concentrar en nuestra sociedad. Veamos: las empresas y las ONG se mueven rápido, digamos a 160 km/h, nacen, avanzan veloces, cambian, se reinventan, proponen nuevas ideas, inventan nuevos servicios y productos; si no se mueven velozmente simplemente desaparecen.
Las familias también cambian rápido, digamos a 100 Km/h, hace años la familia tipo era: padre trabajando, madre ama de casa y dos hijos estudiando. Hoy es distinto con padres solteros, parejas de hecho, uniones del mismo sexo, familias ensambladas, etc.
A 50 Km/h van los sindicatos, siguen con normas y métodos de los años 30, sin tener en cuenta los cambios del mundo del trabajo la sociedad y la tecnología. Todavía más lento a 40 Km/h va la burocracia gubernamental haciendo que la toma de decisiones operativas sea lenta y trabada por las diferentes opiniones. Mucho más lento a 15 Km/h, va el sistema escolar, sigue patrones diseñados hace mucho y ha perdido valores básicos que se inculcaban a los alumnos: esforzarse, cumplir, respetar, estudiar, no faltar, etc.
Podemos leer diariamente como a paso de hombre a unos 10 Km/h se mueven los organismos internacionales como las Naciones Unidas y la OMC que resuelven poco, y finalmente en la cola de la carrera, digamos 5 km/h se mueven las instituciones políticas y tal vez un poco más despacio aún se mueve la Justicia.
En resumen, siempre habrá diferencias de velocidad entre las partes, sería imposible que todos puedan viajar más rápidos o incluso más despacio, pero como mínimo requerimos una mejora y esfuerzo sincronizado que reduzca las diferencias relativas entre ellas.