Enigma Facundo Manes: el plan del outsider que está en boxes y no quiere diluirse

¿Y Facundo Manes? En medio de las cumbres y contracumbres radicales, el neurocientífico se mantuvo en silencio. Con el arranque del Mundial y las fiestas de fin de año, el diputado decidió correrse de la escena pública, convencido de que la agenda de los argentinos pasaría por otro lado. Esta semana, el radical vuelve a las pistas con Balcarce 50 como línea de llegada.

En los últimos días, la interna radical estuvo al rojo vivo. El presidente del partido, Gerardo Morales, se mostró junto a Horacio Rodríguez Larreta en la Costa. El encuentro con el alcalde porteño se produjo horas antes de una cumbre que el jujeño había convocado en Mar del Plata y generó varios faltazos a modo de protesta. Alfredo Cornejo, Luis Naidenoff, Gustavo Valdés, Carolina Losada y el neurocientífico fueron algunos de los que desairaron a Morales.

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El "acuerdo" (porque algunos ya hablan de que hubo un acuerdo) entre Morales y Larreta generó un cisma radical. Hasta se habla de la conformación de "dos ejes". Por un lado, Morales y Martín Lousteau, las autoridades del partido, a los que acusan de haber "pactado" con el amarillo. Un doble acuerdo: Morales, con el objetivo de correr a Mauricio Macri de la escena pública; Macri, para gobernar la CABA. 

Del otro lado, el resto de los radicales. "Los une el espanto a Morales", dijo medio en broma, medio en serio, una fuente del partido.

La gran duda es si Manes se ubica en este segundo "eje". El diputado nacional es, para algunos radicales, una bomba de tiempo. Les resulta difícil predecir sus pasos. ¿Un ejemplo? Se despegó de los 115 diputados de Juntos por el Cambio cuando hicieron un pedido de juicio político contra el presidente Alberto Fernández por comparar al fiscal Diego Luciani con el fallecido Alberto Nisman.

Manes es un outsider y para nada orgánico. Tal es así que una parte de la UCR se prepara por si el neurocientífico decide jugar por fuera de JxC y aliarse, por caso, con el gobernador Juan Schiaretti. Aunque, desde las usinas del bonaerense ven cada vez más difícil una alianza por ese lado.

"Se fue para otro lado", dicen, tras las fotos que el cordobés se sacó con Juan Manuel Urtubey primero, y con Alberto Rodríguez Saá, después. Así las cosas, su idea de ampliar a la coalición opositora sigue firme.

En medio de las internas que atraviesa el partido centenario, Manes se prepara para meterse de lleno en modo campaña. Para empezar, este fin de semana se trasladó, al igual que buena parte de los popes de Juntos por el Cambio, a Corrientes. Fue su primera aparición pública tras sus vacaciones en Pinamar.

Allí se sacó una foto con Valdés. La excusa fue la Fiesta Nacional del Chamamé. El correntino es otro de los radicales disconformes con el desempeño de Morales. Si bien todo indica que no jugará en las elecciones de este año (le quedan más de dos años de mandato), no se siente representado por el jujeño.

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"Si quieren saber qué piensa Valdés, hablen con Valdés", dicen desde su entorno. El gobernador entiende que debe formar parte de la mesa de toma de  decisiones de su partido. Intuye que tiene futuro nacional por delante. Igual, entre danza y danza, lo recibió a Morales en sus pagos.

En medio de todos estos cortocircuitos radicales, Manes deja atrás los boxes y esta semana sale a la pista de nuevo. Desde su entorno no dan precisiones de las apariciones que el neurocientífico tiene en mente. 

Pero, pese a los deseos de Morales de que Manes se limite a jugar en la provincia de Buenos Aires y que le deje vía libre a nivel nacional, el neurólogo seguirá apostando por la Presidencia.