EL CRONISTA EN EL G20

Acorralar a México y cobrarle un favor a Lula: la estrategia argentina para ganar el BID

El Gobierno busca el respaldo de EE.UU. y la región para que Cecilia Todesca Bocco ocupe la presidencia del organismo. Cita clave de Cafiero en Bali para empezar a influenciar sobre aliados para conquistar una silla regional clave

Restan apenas 6 días de lobby diplomático. La votación entre los 28 países que integran el Banco Interamericano de Desarrollo se realizará el 20 de noviembre. Ese día se sabrá si la inesperada apuesta del Gobierno fue algo más que una jugada testimonial. La candidata elegida por Alberto Fernández es la Secretaria de Relaciones Económicas Internacionales Cecilia Todesca Bocco.

"Somos un Gobierno feminista. Por eso somos coherentes y postulamos una mujer para un puesto que la Argentina nunca ocupó", afirma un funcionario albertista en medio de la gira que empezó en París y ahora sigue por la calurosa isla de Bali, Indonesia, donde en pocas horas empezará la cumbre del G-20.

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La condición de mujer de Todesca Bocco puede funcionar como un valor por dos razones. Nunca hubo una mujer al frente del BID. Un argentino a secas, tampoco. Y algo más vinculado al género: el trumpista Mauricio Claver Carone se fue expulsado de la conducción del BID, al menos formalmente, por mantener una relación amorosa no permitida con una empleada.

Todesca Bocco formó parte de la comitiva que participó del Foro de Paz de París. Además estuvo en la cita con Macron en el Palacio del Eliseo. Cuando la economista entró al Palacio, su nombre ya estaba cantado. Incluso Alberto Fernández se lo anticipó a Macron: "Ella es nuestra candidata para presidir el BID", le aclaró en la ronda de presentaciones.

La economista es una cafierista de primera hora. Fue vicejefa de Gabinete del nieto de Antonio Cafiero. Ahora se encuentra en Washington, cumpliendo los trámites de su postulación tras haberse separado de la comitiva en París, para enfilar a la capital de Estados Unidos a defender su postulación.


Cómo funciona la votación

El sistema de votación en el BID es bastante intrincado. Votan los 28 países miembros. En la primera ronda quedan los dos candidatos que obtuvieron más respaldos. En la segunda, quedan dos en pie. Los anotados en esta oportunidad son cinco, con la argentina como única mujer en carrera. 

Para acceder a la silla del BID se requiere el aval de al menos 15 países y, en paralelo, más del 50% acumulado de los accionistas. ¿Cómo se mide ese porcentaje? Estados Unidos cuenta con un poder de fuego determinante: 30% de los votos. México, el 7% clave. Argentina y Brasil, el 11% cada uno. Pero las dos variables son igual de importantes.

Este miércoles a las 11, el Canciller Santiago Cafiero tendrá una cita decisiva en el G20 de Bali. Será con el secretario de Relaciones Exteriores de México Marcelo Ebrard. ¿Por qué será determinante ese encuentro? El objetivo argentino es que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador baje su aspirante al BID. 

Necesitamos que López Obrador lo haga público: que baje a su candidato

Se trata de Gerardo Esquivel, doctor en economía por la universidad de Harvard y actual miembro de la Junta de Gobierno del Banco Central de México. "Necesitamos que López Obrador lo haga público: que baje a su candidato", se envalentona un funcionario desde Indonesia. 

Pero el dirigente argentino aclara que si López Obrador declina la postulación de Esquivel es porque antes tuvo una indicación en ese sentido del Gobierno de Estados Unidos. Si lo mantiene, la conclusión será que Esquivel es el elegido por el Departamento de Estados.

Si Fernández consigue convencer a López Obrador, y por lo tanto a Joe Biden, sólo le quedaría un escollo a Todesca Bocco. El obstáculo provendría de Brasil. Se trata de Ian Goldfajn, ex presidente del Banco Central de Brasil y actual director para el Hemisferio Occidental de FMI.

Goldfajn fue postulado por el gobierno de Jair Bolsonaro. Pero tras el triunfo de Lula da Silva en el ajustado balotaje, su nombre perdió fuerza y una parte del respaldo político. En caso de que la pulseada se limite a Todesca Bocco contra Goldfajn, Alberto Fernández jugaría su carta de afinidad con Lula da Silva. "Los favores en algún momento se cobran", resume un ministro.

¿Para qué le serviría a la Argentina ocupar la conducción del BID? Es una silla del poder regional con sede en Washington, con capacidad de negociación incluida hacia los países que integran el Banco Interamericano.

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