Ajuste de las cuentas públicas

El gasto en obra pública cae casi 11% real para cumplir con la meta de déficit

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, en el trimestre pasado se profundizó el freno en los gastos de capital. Constructores dicen que, con la alta inflación, los contratos se frenan por inviables.

El ajuste fiscal que profundizó Sergio Massa desde su llegada al Ministerio de Economía ya se siente en la obra pública. En septiembre, los gastos de capital devengados cayeron 36,6% interanual en términos reales, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Con un fuerte freno en el último trimestre, las erogaciones para obras, en lo que va de 2022, ya caen 10,6% comparadas con las de hace un año. Al mayor rigor presupuestario se sumaron demoras en redeterminaciones de contratos que, con la disparada de la inflación, frenaron ejecuciones.

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El combo de ajuste e inflación afecta así a uno de los caballitos económicos que el gobierno del Frente de Todos mantiene en pie: el de la obra pública como dinamizador de la actividad. Según el análisis de la ejecución presupuestaria que hace la OPC, los gastos de capital crecían 0,6 puntos porcentuales reales (descontados los precios) al término del primer semestre. Pero tres meses más tarde, la caída es de casi 11 puntos.

Los recortes

"La reducción de la inversión en obras de la Dirección Nacional de Vialidad (50,8% anual) impactó en la caída de la inversión real directa (0,8% anual)", indicó la OPC. "La disminución de las transferencias de capital a empresas públicas (27,7% anual) y a provincias y municipios (22,5% anual) influyeron en la disminución de las transferencias de capital (12% anual)", agregó. También incidió "la reducción en los aportes de capital a Aerolíneas Argentinas (33% anual)", que se computa como inversión financiera.

Además de los menores aportes a Aerolíneas, las transferencias acumuladas a AySA cayeron 21,3%, descontada la inflación, y los envíos a Enarsa, 10,1%. Además, la ejecución de viviendas Procrear cayó 13,9%, aunque envíos para vivienda social treparon 148,5%, con montos inferiores a los del programa de crédito hipotecario.

Los recortes en las obras y transferencias a empresas públicas.

El ajuste contrasta con la fuerte expansión de los gastos de capital registrada en 2021. El año pasado no solo estuvo cruzado por las elecciones de medio término, sino por el rebote contra la época más dura de la pandemia de Covid-19.

Freno en la construcción

Los constructores notan que la actividad empieza a frenar. "Hay atrasos en los pagos de ENOHSA (el ente de obras hídricas), Aysa, Adif, Sofse (las sociedades que administran la infraestructura y las operaciones de Trenes Argentinos)", dijo un importante empresario. "Principalmente, aquellos que son con fondos del Tesoro y que no tienen financiación de bancos multilaterales", agregó.

Otra fuente del sector sostuvo que el gran problema es las redeterminaciones de los contratos, que suelen hacerse para que estos no se licúen con la inflación. "Hay obras que se paran porque los reajustes de precios no son representativos", afirmó. Los trámites administrativos para reajustar los contratos son más pesados con una inflación que se acerca al 100% anual que con una del 25 o del 50%. "El deterioro económico hace que, en algún momento, el contrato se vuelva inviable", concluyó el constructor.

El Cronista viene dando cuenta de cómo el Gobierno ajusta el gasto público para cumplir con la meta acordada con el del FMI de déficit primario del 2,5% del PBI. El fisco mostró superávit primario (base caja) en septiembre por primera vez desde 2019, ayudado por el ingreso adicional ligado al "dólar soja".

Los mayores recursos permitieron liberar pagos para obras: los pagos de gastos de capital treparon 171% nominal el mes pasado, con un importante salto en las erogaciones vinculadas a obras de energía. La OPC, al tomar el devengado (un pago ya comprometido, aunque quizás no efectuado) y al deflactarlo, matizó ese salto y lo convirtió en una caída interanual del 36,6% real.

El gasto en obra pública cae 10,6% real contra 2021, según la OPC.

El esfuerzo fiscal todavía no es suficiente, según un informe de Equilibra. "El gasto primario cayó 2,3% interanual en términos reales en septiembre, pero el recorte aun dista del necesario para cumplir la meta anual del FMI", indicó en un reporte de la economista Lorena Giorgio. "Con ingresos reales constantes, debería caer 10,6% en términos reales en el último cuarto de 2022 respecto a los últimos tres meses del año pasado; vemos difícil que se pueda alcanzar dicho objetivo", agregó.

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