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Las energías renovables podrían crecer más en la Argentina

El número uno de la empresa que fabrica e instala aerogeneradores analiza las condiciones por las que el sector de energías renovables no crece según su potencial en la Argentina y explica algunas propuestas

Para Andrés Gismondi, responsable de la operación de Vestas en la Argentina, las energías renovables ya no son un potencial sino una realidad en el país. Como empresa que fabrica, instala y mantiene los aerogeneradores de los parque eólicos su negocio depende del crecimiento de las energías renovables. Y, a pesar del particular contexto que vive el mercado local, el ejecutivo ve ese sector muy maduro y "tirando todos para el mismo lado".

Con unos 1600 megas en operación y otros 460 en construcción, la empresa danesa ve en la Argentina una gran oportunidad que podría ser mayor si se hicieran las inversiones necesarias para ampliar la capacidad de transporte eléctrico. "Hoy,  América latina es el 40% de la facturación de la empresa, número récord. Y todos los proyectos que se están haciendo en la Argentina son Vestas", asegura Gismondi.

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-¿Las energías renovables ya no son un 'must'?

-Eso es lo que cambió. De incentivar a las empresas a través de distintos mecanismos, la tracción la está teniendo en un momento en el cual nadie mira el objetivo del 20% para tomar una decisión. Hoy la motivación es que es la energía mas competitiva, mas sustentable y también la forma en la una empresa puede costear sus operaciones, desde el financiamiento. Todas la empresas que van a buscar fondos necesitan demostrar sus acciones y compromisos para reducir su huella de carbono.

-¿Cómo cómo está hoy el tema de financiamiento?

-Empiezo con la situación internacional, hay apetito de todas las entidades financieras de participar en proyecto de energía renovable.

-¿Y cuando decís la inversión es en la Argentina?

-Por un lado, tenés el mandato de invertir en renovables y, por el otro, las restricciones: los riesgos comerciales y los riesgos políticos. Quizá, lo que traba los créditos internacionales a la Argentina no es el riesgo comercial, porque se ve un sector más desarrollado. El negocio que ya no es de Renovar, que tenés un tarifa fija sino que es bilateral, las empresas libremente contratan energía. Y esa es la madurez del sector energético. Los bancos no te piden más que tengas un contrato de 20 años con un offtaker. Asumen que, empresas del sector con una política regulatoria que tiene ciertos incentivos y ciertos criterios en la manera de regular la energía, es suficiente.

Por supuesto que tenés que tener un portafolio de proyecto, no podés ir a pedir fondos si no sabes a quien le vas a vender la energía. Si bien, normalmente, es el sponsor -el dueño del proyecto- el que pide el financiamiento, nosotros como fabricantes somos los que le disparamos algunos de los instrumentos de crédito que son las Agencias de crédito de exportación. Nosotros como Vestas podemos destrabar el financiamiento pero están sujetos al riesgo político y comercial. Si no estuviésemos nosotros no podrían tomar el crédito.

Esto es lo tradicional, ahora si vamos a la Argentina, donde es todo tan particular, estamos en una situación en la cual la mayoría de las empresas consiguen sus recursos en la plaza local. Con la liquidez que está habiendo, el sector ofrece dolarizar cartera de activos.

Emiten bonos locales verdes a tasa 0 o muy baja con el riesgo de refinanciamiento cada 3, 4, 5 años. De esa manera se están haciendo en muchos proyectos.


-Entones el financiamiento no es el principal desafíos...

-Hoy no para la escala que estamos mirando, que no son mega proyectos, pero sí estamos en un contexto que se requieren obras de infraestructura grandes.

-Pero ya no de los sponsors...

-Ni, te diría. Hay que hacer grandes inversiones en la ampliación del sistema de transporte eléctrico. Y tenemos que empezar a pensar un poco distinto en esto.

-Hay muchos proyectos que se están iniciando, ¿el transporte de esa energía está asegurada?

-El Mater, la subasta trimestral de electricidad en la red, está funcionando muy bien y es el resultado de la libración de muchos proyectos. Camesa tiene una división específica de renovables y empieza a tener otra relación y otra forma de gestión también. Lo hemos visto en Europa y los EE.UU. Estamos en esa etapa de optimización de los recursos. Lo que buscamos todos es que las redes eléctricas se usen la mayor cantidad de horas posible. No sirve de nada hacer una línea que va a estar en un parque eólico que solo se conecta la mitad del tiempo. Tenemos que entrar en esa etapa de ver cómo usar más eficientemente la infraestructura.

-¿Pero la ampliación se debería empezar ya?

-Sí, lo que hay que hacer inmediatamente es ampliar la red.

-¿Esto traba el crecimiento? ¿Hoy cuando hace proyecciones de crecimiento tenés que tener en cuenta esto?

-Exacto. Hoy las proyecciones de crecimiento están condicionadas a la infraestructura actual, por lo tanto son muy pequeñas.

-¿Hay demanda?

-La demanda es la competencia de energía para ver quién es más competitivo. Hoy no puedo competir, no me dejan vender mi producto, que es mi energía barata y verde en todos los puntos del país.

-¿Qué falta para destrabar?

-En el Foro Nacional el conceso que había era este: si nosotros, que somos todos técnico, tenemos esta información hace 10 años, por alguno motivo, o no alzamos la voz lo suficiente, o pateamos la pelota.

-¿La inversión es público-privada?

-Creo que esa es parte de la discusión pero, las empresas no tenemos que quedarnos esperando a que otro lo resuelva. Si el problema es hoy que el Estado, por prioridad, por recursos, por capacidad no lo puede encarar, desde el sector privado estamos dispuestos a hacer el esfuerzo de analizarlo a fondo y seguramente lo podamos hacer también como se ha hecho en otros mercados.

-¿Y cuándo se hace ese planteo cual es la respuesta?

-Yo te diría que no tuvimos interlocutores continuos como para poder discutirlo. Estas obras son conocidas por todos los gobiernos y todas las autoridades. Hay que planificar mas allá del mandato. De todas formas, a veces nos quedamos en que es largo plazo y no podemos hacer nada. La visión que traemos es: ojo, no es a 10 años. No hay que hacer todas las obras el día 1. Hay un plan, hay prioridades y hay recursos y lo que tenemos que lograr, que es lo virtuoso, es hacer las obras en paralelo con mas capacidad. Se puede hacer. Ampliar las redes lleva tiempo pero no es tan distinto al que necesitás para la instalación de nuevos parques, casi se pueden hacer en paralelo. Por eso decimos, si no somos nosotros, quiénes y si no es ahora, cuándo.

-¿Y de esta forma el repago es más fácil?

-¿Se podrían hacer estas obras? Sí, se podrían hacer. No soy un especialista, pero por lo que sé hay algunos aspectos que ajustar pero, básicamente se paga como todo con cánones al trasporte. Hacés una línea, un presupuesto, lo licitás y por la energía que se transporta se paga un canon. En este caso, si los mismos generadores van a apoyar la construcción de líneas que a su vez las van a usar para sus clientes cómo no voy a estar convencido de los cánones de transporte, voy a ser el mismo usuario.

-Si es tan de sentido común, ¿por qué no se avanza?

-Bueno, tuvimos que llegar a una situación de extrema emergencia como la actual...

-Pero no se destraba...

-No se destraba pero se vieron algunas reacciones de emergencia. La licitación del gasoducto se conoce hace 10 años, pero se hizo ahora. Por la guerra con Ucrania los precios que se dispararon por el aire.

Lo único que pedimos es que haya más personal técnico y de carrera que se mantenga en todos los gobierno porque cada vez que se cambia de gobierno viene una nueva cabeza con su equipo. Y eso no sirve. Parecemos chicos, si es tan evidente como lo es, por qué no lo hicimos. Y ahora no tenemos opción porque no somos autosuficientes. Entonces, o reaccionamos o reaccionamos. El mensaje de alerta está claro.

-En Vestas Dinamarca, ¿cómo ven la situación como una oportunidad o un riesgo?

-Nosotros somos una empresa que no miramos los días, miramos los años, Al final los proyectos duran 20 años como mínimo. Sabemos que el futuro va a tener un gran participación de renovables mas allá de los incentivos, la sociedad quiere ser sustentable y la Argentina a su manera lo va a lograr. La Argentina tiene sus dificultades pero también las compensa, algunas de ellas, con las condiciones que tiene: mucho territorio, un recurso eólico espectacular, perfecto, casi teórico: un lugar todo plano con un gran viento de una dirección principalmente.

Además, la realidad es que se armó un sector fuerte donde todos estamos convencidos y todos empujamos. Y al final lo que mira nuestra compañía es eso: ¿estamos locos, somos la excepción? No, somos parte de un grupo de empresas y de accionista que estamos empujando para el mismo lado.

Hace poco hablé con la responsable de Agencia de crédito de exportación de Dinamarca y le pregunte como estaba la capacidad de repago de la Argentina. Perfecta me contestó, mejor de lo que esperábamos´'. La capacidad de pago, que hace dos años las tarifas se van ajustando conforme a los grandes usuarios, el sinceramiento tarifario, son todas señales que van en la dirección correcta. Será a nuestro tiempo y Vestas va a seguir acompañándolo.

-¿Analizan proyectos con otra energía más allá de la eólica?

-Dentro de las renovables también la discusión que hay en el mundo en cuanto a la transición energética es pasar a combustibles verdes que principalmente traen el beneficio del trasporte. Eso mismos principios valen aquí. Para producir moléculas muy competitivas la Argentina tiene territorio de sobra, tiene puertos y quizá sí falta un poco de tecnología porque hay que desarrollar tecnología para trabajar fuera de del red para hacer esto en escala.

Esa misma discusión desde el punto de vista argentino con el gas, si combinas producción de combustibles verdes, que sería el hidrogeno azul, que es un blend entre gas y renovables en la Patagonia, es perfecto. Y seguro que mundo va a tener apetito al menos por unos años.

-¿Y ustedes como Vestas analizan participar de este tipo de proyecto?

-Sí, de hecho ya estamos analizando algunos proyectos en el sur argentino y también en Chile. Para que te des una idea, el viento en la Patagonia argentina o chilena sopla casi un 55%, 60% del tiempo casi constante. Eso es muchísimo, en Europa es la mitad. Entonces, el complemento que tenés que hacer es mucho más bajo que en otros lugares. Y, si bien hay regulación pendiente y hay que ver qué quieren comprar Europa o los Estados Unidos, eso hay que entenderlo todavía, lo cierto es que hoy el mundo levanta la mano y dice 'dame energía lo más verde que tengas ya. El precio después lo vemos'.

Ya se pasó la discusión histórica de gas o renovables y las dos tiene que crecer. Se puede hacer una torta mucho más grande de la que tenemos. Argentina puede realmente cambiar su historia, puede tener una balanza comercial positiva cuando volvamos a ser exportadores de energía. Incluso, se puede pensar en Bahía Blanca o algún lugar en el sur como hub exportador.

-¿Los afectan los problemas para importar?

-Sí. Del total de la inversión de un parque eólico, entre el 50% y 60% tiene que ver con insumos que se importan en aeros y obra eléctrica. Las restricciones del pago obligado de seis meses generan situaciones ridículas como, por ejemplo, para nosotros que fabricamos torres en el país nos resulta más fácil importarla porque la podés importar directamente como bien de capital y nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo para fabricar localmente y las exportamos al mundo. Y todo eso no es gratis, hace que la energía se más cara, los parques entren más tarde a operar...

-¿Cómo terminan 2022 y qué expectativas tienen para 2023?

-Tenemos en construcción unos 460 megas que son contratos que firmamos a fin del año pasado y en 2022 y se empezaron a construir los primero en Bahía Blanca con Pampa Energía que estamos ampliando los parques, a continuación tenemos los parques con Techint, con PCR, con Acindar y con Aluar. Dentro de todas las dificultades tenés clientes que han desarrollado un expertise muy alto. Realmente estas empresas son muy buenas haciendo parques eólicos. Y nos hemos perfeccionado mutuamente, es parte de la madurez del sector. Y para nosotros qué mejor que un cliente que te compró que te vuelva a comprar.

El 2023 va a ser, como todo año electoral, complicado. Vamos a tener muchas inauguraciones de parques. Creemos que todavía hay espacio de acá a fin de año de seguir concretando alguna otra operación. Una vez que se inicia el proceso electoral se pone pausa hasta saber los resultados. Dicho eso, creo que vamos a ser plataforma de cualquier gobierno. Van a apoyar los proyectos que hacemos. Ojalá que se pueda avanzar en la Ley de hidrógeno. Si perdemos dos años por elecciones, perdemos una carrera muy importante.

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