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Por trabas a las importaciones, industrias fabrican al límite y recortan proyecciones

Copal expresó "preocupación" y acordó mesas de trabajo con Banco Central. Automotrices y autopartistas no avanzaron con la triangulación para financiar a la cadena por las nuevas restricciones. Electrónicas buscan más cupo.

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Las trabas para pagar las importaciones pusieron a distintos sectores económicos en una nebulosa. Aunque las conversaciones con el Banco Central son permanentes, las industrias más afectadas por la falta de dólares dicen que no acceden al financiamiento a 180 días que pide el Gobierno y no saben hasta cuándo podrán mantener las líneas de producción, y comienzan a advertir sobre posibles suspensiones de personal.

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Las terminales automotrices y sus proveedores autopartistas ya descuentan que crecerán menos de lo previsto este año. A comienzos de año, la Asociación de Fabricantes (Adefa) había previsto aumentar 28,3% su producción, para seguir recuperando terreno perdido en el trienio 2018 - 2020. La actividad avanza al 27% y las últimas trabas recortarán ese número.

Con las fábricas autopartistas, la situación es más acuciante. El Banco Central, las automotrices y las autopartistas habían acordado un esquema para que las terminales consigan créditos con sus casas matrices y destinen parte de su cupo de divisas a las autopartistas. A esa triangulación le faltaban resoluciones técnicas cuando, la semana pasada, el BCRA restringió más el acceso a los dólares (por ejemplo, para el pago de servicios y otros bienes) y las terminales se quedaron con menor saldo para "coparticiparles" a sus proveedoras.

Los problemas de la industria autopartistas para conseguir divisas se agravan.

"Vamos a negociar la revisión paritaria y suspensiones al mismo tiempo", mascullaron en el sector autopartista, donde vienen avisando que trabajan al límite desde abril. "No es una situación sostenible por mucho tiempo, porque hay autopartistas que comienzan a avisar que no van a poder entregar producto", sostuvieron en una automotriz.

Mesas de trabajo

El presidente del BCRA, Miguel Pesce, visitó este miércoles a las industrias alimenticias nucleadas en la Copal. Como contó El Cronista, las conversaciones continuaban en estos días en mesas de trabajo para "superar inconvenientes que se puedan registrar en las cadenas productivas", según fuentes oficiales. Se apuntará a las importaciones con estacionalidad (por ejemplo, fertilizantes para la próxima campaña) e insumos de bajo valor y alta incidencia en la producción.

Copal, sin embargo, transmitió "su preocupación por las restricciones para importar y el impacto en la producción" en un comunicado firmado por su presidente, Daniel Funes de Rioja. Las complicaciones, indicaron, son generalizadas.

Entre los más complicados siguen los importadores de café. Marcelo Salas, uno de los dueños de Café Martínez, relató: "Tuvimos que recortar ventas mayoristas a bares, cafeterías y supermercados, y exportaciones; cuesta mucho construir clientes en el exterior y desarmar los contratos es penoso".

Importadores de café no encuentran respuesta a sus reclamos por más dólares.

Los fabricantes de electrónica radicados en Tierra del Fuego y nucleados en Afarte buscan algún salvavidas oficial. "Ya veníamos complicados desde febrero y el lunes de la semana pasada (cuando se conocieron las nuevas restricciones) se frenó todo", indicaron en el sector. Otra empresa sostuvo que podría frenar líneas de producción si no accedía a más divisas en las próximas dos semanas.

Las restricciones cruzan a distintas industrias. Si el agro está pendiente de los fertilizantes para la próxima campaña, la metalurgia está más holgada pero con segmentos que van quedándose sin sector. "El impacto estará en la suspensión de proyectos de inversión", advirtieron en ese sector.

stockeados

La ministra de Economía, Silvina Batakis, dijo en TN: "Cada vez que el PBI crece un punto, las importaciones crecen tres, históricamente. En estos meses, las importaciones crecieron por encima de esa marca histórica. Esto muestra que hay un adelanto de esas importaciones".

Juan Pablo Ronderos, economista de MAP, afirmó que, en los últimos 40 años, esa relación fue de 3,8 puntos porcentuales de importaciones por cada punto de crecimiento del PBI. "Pero la elasticidad de los primeros cuatro meses del año fue de casi el doble, 7,2 puntos, y del 5,8% sin contar la energía", dijo.

El analista cree que el freno a las importaciones tendrá impacto en la actividad. "El que está stockeado, es porque percibe riesgos. Y si traban las importaciones, aumenta ese riesgo y se generan más incertidumbres sobre el precio de reemplazo. Frenar las importaciones generará que se derrumbe la actividad económica", sostuvo Ronderos.

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