Otra tercera vía: el peronismo no K también busca fortalecer su visión "antigrieta"

Cuentan con experiencia de gestión y pretenden gobernar, aunque saben que hoy no son la alternativa electoral más competitiva. Las posibilidades de Schiaretti y la figura de Lavagna.

En septiembre de 2018, Juan Schiaretti, Juan Urtubey, Sergio Massa y Miguel Pichetto lanzaron Alternativa Federal. Ese espacio político implosionó de cara a las elecciones de 2019 (Massa se sumó al Frente de Todos y Pichetto, a Juntos por el Cambio). De las cenizas de ese recuerdo, varios peronistas pretenden un futuro sin kirchnerismo y que los encuentre en el poder.

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En varias de las últimas elecciones se había visto un escenario con dos opciones principales consolidadas. Sin embargo, en el último tiempo algunos observan elementos para poner en duda la permanencia de este escenario: la irrupción de Javier Milei y las diferencias internas de las grandes coaliciones, FDT y JxC.

De esta forma, ante la posibilidad de una mayor fragmentación de la oferta electoral y ante un futuro incierto, varios apuestan a fortalecer el espacio, conscientes de que no cuentan hoy con una figura que sobresalga en las encuestas.

Juan Schiaretti hoy es el más relevante por el cargo que ocupa. Está en su tercer período como gobernador de Córdoba, la segunda provincia más poblada del país, y no tiene posibilidad de reelección. No se espera que le resulte sencilla la sucesión: Martín Llaryora, intendente de la capital, podría recibir la bendición del gobernador para ser su sucesor. Del lado opositor, Luis Juez suma adeptos, se impuso con claridad en la elección para el Senado y podría volver a competir para el cargo.

Pero más allá de lo que suceda dentro de Córdoba, Schiaretti es una figura nacional de peso, aunque es consciente de que hoy no está entre los principales presidenciables. Roberto Lavagna es otro de los nombres propios importantes de este peronismo no K, espacio que en rigor carece de organicidad.

Hace algunas semanas había trascendido que Alberto Fernández le habría ofrecido a Lavagna que regrese al ministerio de Economía, en una nueva muestra de su nostalgia por la presidencia de Néstor Kirchner. Desde el entorno del economista aseguraron que no va a ocupar ningún cargo en el Gobierno, aunque sigue "activo, ocupado, recibiendo consultas y pendiente de todo".

El propio Schiaretti recibió hace algunas semanas en Córdoba a los integrantes del Interbloque Federal. Allí estuvieron los tres diputados de su provincia, incluida Natalia De la Sota; los bonaerenses Florencio Randazzo y Alejandro "Topo" Rodríguez; y la socialista santafesina Mónica Fein.

La que no pudo viajar por un tema de agenda fue Graciela Camaño. Pero sí había estado en la casa de Urtubey unas semanas antes, en donde también participaron Gerardo Morales, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Pablo Javkin. Ese encuentro no había sido de un grupo político cohesionado, sino que se buscaron tender puentes entre sectores moderados de cara al futuro.

En definitiva, ese el espíritu que está detrás de este peronismo federal y no kirchnerista, ser una alternativa "por fuera de la grieta". De alguna forma, con similitudes con lo que plantea Facundo Manes.

Por eso es que no sorprende la reunión que tuvieron, también en Córdoba, Schiaretti y Manes. La sintonía entre ambos es evidente. El radical ya planteó sus intenciones de ir por la Casa Rosada el año que viene. Y ve con buenos ojos al cordobés a la hora de pensar en un eventual compañero de fórmula.

El vínculo del cordobesismo con la UCR también se vio en el Senado. Alejandra Vigo, senadora que responde a Schiaretti, presentó un proyecto junto con Alfredo Cornejo, presidente del Interbloque Juntos por el Cambio. La iniciativa busca que exista una distribución más equitativa entre los subsidios al transporte público que se otorgan a las provincias y a la ciudad de Buenos Aires.

El otro sector peronista que no está en el Frente de Todos es el que está en Juntos por el Cambio. El principal referente es Miguel Pichetto, quien el viernes pasado lanzó su candidatura presidencial. Estuvo junto con figuras de su Peronismo Republicano, como Ramón Puerta y Juan Carlos Romero.

También invitó a Joaquín De la Torre, otro peronista en JxC. El ex intendente de San Miguel, que nunca ocultó sus intenciones de competir por la gobernación bonaerense, recibió varios flashes la semana pasada, cuando almorzó con Mauricio Macri, Mario Vargas Llosa y otros dirigentes más.

Una de las posibilidades de la invitación a De la Torre es que comparte una visión común con Macri en un tema concreto: Javier Milei. El senador provincial y el economista se reunieron en varias ocasiones y tienen algunas posturas en común. Incluso el propio Schiaretti mira con atención el recorrido de Milei y advierte su crecimiento en las encuestas.

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Por el momento, los dirigentes peronistas "antigrieta" se mantienen expectantes. Ante un escenario cambiante, saben que su experiencia como gobernantes puede ser requerida. Si fortalecen el espacio, pueden llegar a volverse atractivos para, por ejemplo, algunos gobernadores. Que hoy están en el cargo y que necesitan mantener una buena relación con el gobierno nacional, pero que a la vez anticipan un escenario social y económico complicado.

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