Fin del barbijo

COVID: qué es el "síndrome de la cara vacía" y a qué grupo afecta

Personas de todo el mundo lo están sufriendo luego de la eliminación del uso obligatorio de tapabocas.

A medida que el mundo comienza a volver a la normalidad pre pandemia y el uso de barbijo se flexibiliza, surge un nuevo término como consecuencia de tantos meses de salir con la boca y nariz tapada: el síndrome de la cara vacía.

Este síndrome viene aparejado al miedo a quitarse el tapabocas y presenta en quienes lo sufren síntomas relacionados con la ansiedad. El pánico por la eliminación de esta medida provoca una sensación de vulnerabilidad, angustia, inseguridad y la falta de control de la situación.

Existen dos explicaciones para tener el síndrome de la cara vacía: por un lado por el miedo a contagiarse de coronavirus y, por otro, la exposición física. La segunda se da sobre todo en adolescentes, ya que en estas edades se da una especial importancia al físico y los complejos, por lo que las mascarillas también sirven para solucionar de alguna forma estas preocupaciones.

Según un artículo del New York Times, este síndrome que afecta más a personas jóvenes se denomina "mask fishing" y muestra que durante la pandemia los barbijos se habían convertido una especie de escudos para los adolescentes: además de protegerlos contra la propagación del Covid-19, habían ocultado todo tipo de transformaciones que pueden sentirse inclinados a esconder. Desde aparatos de ortodoncia hasta granos, cicatrices de acné o los primeros crecimientos de vello facial.

Y, según la investigación del prestigioso medio, ahora que la ciudad de Nueva York eliminó el uso obligatorio de máscaras en las escuelas públicas, los estudiantes están lidiando con viejas ansiedades sobre la apariencia y la presión de encajar. Y a medida que se miran más de cerca, descubren quién de ellos ha sido representante del "mask fishing", en otras palabras, usar cubiertas faciales para cubrir su apariencia real. El término es un juego de "catfishing", la jerga para tergiversar la identidad de uno en línea. Para una generación que creció con los teléfonos inteligentes e Instagram, es una referencia adecuada.

Los expertos creen que los niveles de ansiedad pueden aumentar, ya que uno puede sentirse incómodo al interactuar con personas sin máscaras o puede sentirse cohibido por ello. Según David A. Moscovitch, profesor de psicología de la Universidad de Waterloo, puede resultar difícil para las personas revelarse "de nuevo ante otros a corta distancia y sin máscaras".

La reciente investigación de Moscovitch descubrió que los protocolos de mascarilla durante la pandemia en realidad aumentaron las luchas contra la ansiedad social. La ansiedad social se caracteriza por un miedo intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás, según el Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU. Las personas con ansiedad social tienden a estar muy preocupadas por comportarse de forma que se ajuste a las normas sociales.

Al salir de la pandemia, "podemos notar que nuestro nivel de ansiedad al interactuar con la gente es un poco más alto de lo normal", sostuvo Moscovitch en diálogo con CNBC Make It. "Por ejemplo, puede que sintamos que nuestras habilidades sociales están oxidadas o que nos sintamos cohibidos", añadió.

Existen diferentes tipos de personas que se ven afectados por el síndrome de la cara vacía. Por un lado, personas con hipocondría o con tendencia clara a preocuparse por su salud. Luego, individuos con ansiedad o que hayan tenido algún episodio previo vinculado. También se ve en personas con diagnóstico de trastorno de ansiedad: agorafobia, fobia social, fobias específicas, ataques de pánico e incluso ansiedad generalizada. Y, por último, puede suceder en personas de extrema timidez y con un perfil muy inhibido. En cualquiera de los casos se recomienda una consulta con expertos y pedir ayuda para transitar la situación. 

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