Pablo Guidotti, ex viceministro de Economía

"La brecha cambiaria que va a heredar el próximo gobierno va a ser más alta que la del 2015"

El economista, hoy en la Universidad Di Tella, asegura que el acuerdo con el FMI no es bueno para el organismo ni para Argentina. Sin un retorno del país a los mercados del capitales internacionales, deberá ser renegociado.

Pablo Guidotti fue director del Banco Central (BCRA) y viceministro de Economía entre 1996 y 1999. Doctorado en la Universidad de Chicago y hoy en la Universidad Di Tella, advierte en diálogo con El Cronista que el acuerdo con el FMI "sin retorno del país al mercado de capitales no va a funcionar". 

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- El tema hoy en la Argentina es la inflación. El acuerdo con el Fondo Monetario no contempla un plan para bajar la inflación a simple vista, ¿no?

- No, lo hace indirectamente con fundamentalmente dos elementos. Uno, pidiendo que la tasa de interés real sea positiva, y entonces contempla que el BCRA vaya subiendo la tasa de interés y llevándola a un terreno positivo. El segundo es la disminución del financiamiento monetario al Tesoro. El Fondo pone la frase que la inflación es un fenómeno multicausal, como le gusta a Guzmán pero la realidad es que deja bien en claro que no es multicausal, o sea que está generada por la política monetaria y por eso las dos medidas que tiene son ésas, independientemente que hace referencia a los controles de precios, negociaciones de salarios etc. También es cierto que el programa proyecta una tasa de inflación que se sitúa en el 2022 entre 38 y 48% que, dado los números que se están produciendo en el primer trimestre, ha quedado obviamente desactualizada. La tasa de inflación en este año va a ser más alta que en el 2021 y posiblemente esté entre 65% y 75 por ciento.

- ¿Es posible bajar la inflación cuando existen pasivos remunerados creciendo a alta velocidad?

- Creo que va a ser muy difícil porque las dos medidas a las que me refería antes son complicadas de cumplir. La reducción del financiamiento monetario al 1% del PBI genera, dado que el déficit fiscal se baja muy gradualmente, una necesidad para el Gobierno de emitir deuda doméstica de, por lo menos, dos puntos adicionales del PBI. Y además la tasa supuestamente positiva de interés implica mucho más alto costo de refinanciar la deuda que ya está emitida. Creo que el mercado de deuda doméstica es muy chico en la Argentina. Luego de la nacionalización de los fondos de pensión prácticamente se destruyó el mercado de capitales. No tiene el mercado la capacidad para absorber esa deuda adicional sin, obviamente, mucha presión. Entonces calculo que lo que va a terminar ocurriendo es que el Gobierno va a incumplir la meta de financiamiento monetario. Ya la proporción de depósitos que están invertidos en Leliq y títulos públicos está en el orden entre 50 y 60%. La perspectiva de aumentar más la emisión de deuda doméstica con respecto a 2021, y adicionalmente pagar una tasa de interés más alta sobre la deuda que es de muy corto plazo, implicaría aumentar aún más el "crowding out" (Nota de la R: desplazamiento) aún más al sector privado en el sistema bancario. Todo eso es muy complicado.

- Entonces también los cálculos de crecimiento incluidos en el acuerdo también están sobreestimados...

- Es muy posible. El crecimiento económico depende de la capacidad de generar empleo, inversión y mejorar la productividad. El empleo y la inversión dependen mucho de las expectativas de los agentes económicos y el programa con el FMI no contempla absolutamente ninguna reforma estructural y, debido a su liviandad, no genera expectativas positivas. O sea, lo único que produjo el acuerdo es desactivar el escenario de incumplimiento con el Fondo Monetario. Pero fuera de eso no es un programa que contenga reformas o mecanismos como para que vuelva la confianza en los mercados. Obviamente eso va a conspirar contra la tasa de crecimiento. Tampoco en la Argentina hoy hay muchos incentivos para aumentar el empleo, especialmente el empleo formal. Hay muchos costos regulatorios e impositivos que complican la creación de empleo. Por lo tanto, en un contexto donde el Gobierno se enorgullece de que no va a hacer ninguna reforma, tampoco podemos esperar un crecimiento económico significativo.

- El próximo gobierno ya es de imaginar que va a tener una tarea y una herencia importante en cuanto a déficit, inflación y reformas.

- Este Gobierno lo único que hizo fue patear hacia la próxima administración todas las deudas que pudo y, por lo tanto, hoy con una deuda que supera el 100% del PBI incluyendo la deuda del BCRA, el próximo gobierno va a heredar una situación muy difícil. Además va a heredar una tasa de inflación alta, y una economía que no tiene una buena organización, que tiene altísimos impuestos, un gasto público alto e ineficiente y que tiene, todo este régimen de control de cambios que que simplemente perjudican a la actividad económica.

- ¿Y también va a heredar una brecha cambiaria alta?

- Sí, totalmente. La brecha cambiaria que va a heredar el próximo gobierno en 2023 va a ser seguramente más amplia de la que el gobierno de Macri heredó en 2015. Lo que estoy diciendo no es ninguna novedad. Los precios de los activos están mostrando esa visión y por eso Argentina no tiene hoy acceso al mercado internacional de capitales. O sea, que eso es algo que lo sabe todo el mundo y obviamente lo sabe el Gobierno. La única diferencia sustantiva es que, dependiendo de lo que ocurra en lo que queda del mandato de Alberto Fernández, es posible que en 2023 haya un gobierno de oposición que también tenga mayoría en el Congreso. Esto sería algo inédito en la historia reciente argentina y permitiría empezar a hacer reformas desde el principio del gobierno. No aprovechar el inicio del mandato presidencial para promover una agenda necesaria de reformas fue un error importante del gobierno de Macri.

- ¿El Fondo Monetario con este acuerdo perdió credibilidad?

- Sí. El acuerdo que se firmó no es bueno ni para la Argentina ni para el Fondo. Sí evita que un deudor grande entre en atrasos prolongados con la institución. Pero a cambio de eso el FMI está sentando precedentes de un acuerdo de Facilidades Ampliadas sin reformas y un marco de política económica muy débil que lamentablemente va a ser un precedente para otros países y también para la Argentina en el futuro. Así que no ha sido una buena decisión. El FMI está realmente para ayudar a los países a ordenar sus economías, recuperar la tasa de crecimiento y salir de la crisis de balance de pagos. Esas son las funciones, las responsabilidades que tiene el Fondo y realmente el acuerdo firmado con la Argentina no cumple con esas responsabilidades.

- En este caso, pese al acuerdo, el riesgo país sigue en torno a los 1700 puntos.

- Uno de los roles que el Fondo siempre se jacta de cumplir es lo que se llama este rol catalítico, que al tener un programa normalmente ayuda a que los países recuperen el acceso al mercado de capitales. Eso lo hace por vía del financiamiento que provee el FMI pero también de alguna manera, el apoyo a estructurar una política económica coherente. La mejor prueba de que este programa es realmente muy débil es que los precios de los activos prácticamente no se han movido, salvo por lo que es el evitar el escenario de default. El mercado está diciendo que este programa no resuelve, o sea no cumple con el rol catalítico del Fondo y no genera una vuelta al mercado. Esto va a ser un problema porque sin vuelta al mercado de capitales este programa no va a funcionar y va a tener que ser renegociado.

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