Crisis energética

Sin precisiones del Gobierno, las empresas ya descuentan que faltará gas en invierno

Las grandes preparan planes de contingencia ante la disparada del GNL y su poca disponibilidad. La UIA activa reuniones. La interna y la falta de dólares empeoran el panorama.

El martes, en la exposición Argentina Oil & Gas, el CEO de PAE, Marcos Bulgheroni, planteó de forma descarnada los problemas energéticos que se avecinan como efecto de la invasión rusa de Ucrania. "No me imagino un 2022 con precios internacionales bajando de los niveles actuales", dijo. "Para este año, se proyectaban 60 a 65 barcos (de GNL). No creo que, con el nuevo contexto, esos cargos estén disponibles en el mercado".

El Gobierno todavía duda si tendrá dólares para importar energía

Por el cóctel de guerra, FMI e inflación, peligra el crecimiento de la economía

Ese día, en otro lugar de Buenos Aires, el secretario de Energía, Darío Martínez, el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, el interventor del Enargas, Federico Bernal y el gerente general de IEASA, Agustín Gerez, empezaban a evaluar cuánta energía se podrá importar y a qué precio, según contó el periodista especializado en energía Nicolás Gandini en Radio Con Vos.

A pocas cuadras del Palacio de Hacienda, la Unión Industrial Argentina (UIA) recibía al gobernador Axel Kicillof y a su ministro de Producción, Augusto Costa. Fue el primer paso para armar una mesa de trabajo sobre "cuestiones vinculadas al abastecimiento y al uso eficiente de la energía". Kicillof vaticinó que la guerra "impactará tanto en las industrias como en la producción de la provincia", refirió la UIA en un comunicado.

Todo esto ocurría a 5500 kilómetros del ministro de Economía, Martín Guzmán, que el lunes había viajado a París. Este jueves, desde allí, anunció el ingreso de la Argentina a la Agencia Internacional de Energía (IEA, sus siglas en inglés) y planteó la ambición de producir GNL en algunos años. Guzmán, lejos de la "guerra contra la inflación" y de la urgencia energética, comienza a sumar reproches incluso en el albertismo.

Martín Guzmán y la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, en París.

La UIA se mueve

La UIA comenzó esta semana a movilizar su preocupación el posible racionamiento de energía en el invierno, mientras su presidente, Daniel Funes de Rioja, lidia también con el control de precios a los alimentos, como titular de la Copal. La guerra se suma a la inflación, los límites para importar y la suba de tarifas como restricciones al crecimiento. "Genera gran preocupación en el sector industrial debido a que podría peligrar el abastecimiento de gas, uno de los principales insumos para la generación de energía eléctrica en el país, lo que podría ocasionar cortes en el suministro", advirtió en un documento. Como contó El Cronista, las expectativas de crecimiento bajan y se llevan recursos para bajar el déficit sin ajustar.

En estos días, la industria activará sus contactos con el Gobierno en busca de alguna pauta de acción que permita atemperar los efectos de la escasez energética que ya descuenta para este invierno.

Según cálculos del especialista de Economía y Energía Nicolás Arceo, a los precios actuales deberían importarse combustibles (GNL, gasoil y fluido desde Bolivia) por u$s7500 millones, más del doble que el año pasado. Puede ser algo menos, si opta por traer más gasoil, mientras Europa acapara todo el GNL. Traza un escenario posible: si se compra el 70% del GNL necesario y un invierno templado ayuda, los eventuales cortes a las industrias serían de algunas pocas semanas.

Acindar ya activó un plan de contingencia. La acerera prevé adelantar parte de la producción de hierro esponja -que requiere gran concentración de gas- prevista para junio y julio y disponer paradas técnicas esos meses. Otra gran empresa de consumo intensivo espera tener algún detalle del Gobierno para definir cuáles serán los mínimos técnicos de cada planta.

Las compañías más pequeñas no pueden hacer lo mismo. La industria metalúrgica definía con el Gobierno la manera participar en obras que se reactivarán con el acuerdo con el FMI. La agenda migrará en estos días hacia el abastecimiento de energía. Según fuentes del sector, las trabas a las importaciones impiden adelantar producción. Otro empresario sostuvo que decidir ese adelanto, en este contexto de incertidumbre, también implica un costo financiero alto.

La industria automotriz también sigue el tema con preocupación. Por ahora, ningún empresario tuvo precisiones del Gobierno. La nota de Martínez a Guzmán y el presidente Alberto Fernández de la semana pasada, además de blanquear una nueva interna, agregó una preocupación adicional sobre la disponibilidad de caja. 

El próximo martes 29 será clave. Ese día se conocerá el resultado de la licitación para comprar los 9 buques de GNL que la Argentina efectuó. Será la primera medida de lo que puede venir. Se sabrá si hay volumen disponible y a qué precio.

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