Pandemia

Evalúan que la única salida del coronavirus para San Pablo es que haya cuarentena estricta

Ante el aumento vertiginoso de infecciones, crece el apoyo a medidas más duras para prevenir los contagios. Un 71% apoya la restricción del comercio y un 59% cree más importante quedarse en casa que impulsar la economía.

La velocidad de contagios de coronavirus en el estado brasileño de San Pablo, más la previsiión del gobierno de la inminente saturación de camas en salas de cuidados intensivos, está presionando al gobierno estadual para volver a implementar una cuarentena estricta.

Los expertos sanitarios afirman que, dado el "estado de calamidad pública" y la falta de vacunas para una inmunización masiva, el cierre total sería la única medida que podría resultar en una disminución de los casos.

Tan solo en las últimas 24 horas, Brasil sumó 90.303 casos de Covid-19, otro récord, y 2648 muertos. 

El gobernador de San Pablo, Joao Doria, reconoció ayer que se podrían tomar medidas más restrictivas ante el alto número de casos y muertes por Covid-19 en ese populoso estado brasileño. 

Sorpresivamente, contaría con gran apoyo: según la encuesta Datafolha divulgada hoy y hecha a comienzos de esta semana, el 71% apoya la restricción del comercio y los servicios para frenar el alza de contagios de coronavirus. Y para un 59% de los encuestados, es más importante quedarse en casa que impulsar la economía. En tanto que un 30% cree que es necesario acabar con las medidas de aislamiento para estimular la economía y un 10% respondió que no sabe.

Pero la propuesta de Doria fue puesta en suspenso integrantes del Centro de Contingencia de Coronavirus en San Pablo, que trataron de poner paños fríos, sabiendo la resistencia de la gente a una medida extrema. 

"Cuando se habla de cuarentena, suena fácil, suena como si fuéramos a resolver todo con el encierro. Estamos tratando de resolver con medidas que son restrictivas, pero que no tienen esta característica de cerrar todo el estado, todas las actividades. Incluso hay riesgo de desabastecimiento e inestabilidad social", dijo a Folha un integrante del  comité de control de la pandemia, José Medina.

Pero una cuarentena total, si bien se considera extrema, sería la única opción disponible para intentar frenar la transmisibilidad del virus en este momento, coincidieron los profesionales sanitarios entrevistados por el diario de mayor circulación de San Pablo.

El infectólogo Renato Grinbaum aseveró que si efectivamente se respetara la cuarententa estricta, sería posible reanudar algunas actividades económicas en un plazo más breve, evitando este "abrir y cerrar" que ha desgastado, en su opinión, a la sociedad y a la economía.

Actualmente, 30 ciudades del interior del estado de San Pablo adoptaron medidas más estrictas que las aplicadas por la fase de emergencia del Plan de São Paulo. De ellos, 20 decretaron el cierre tras presenciar cómo colapsaba el sistema sanitario y se aceleró el número de muertos. 

En todo caso, hoy asume un nuevo ministro de Salud, Marcelo Queiroga, que apeló a la responsabilidad ciudadana para evitar más aglomeraciones y contagios. "De nada sirve que el gobierno recomiende el uso de barbijos si la gente no puede adherirse a este tipo de medida simple, que no requiere mucho esfuerzo", subrayó.

"Lograremos reducir las muertes con dos puntos principales, primero con políticas de distanciamiento social que permitan disminuir la circulación del virus y, segundo, con una mejora de la capacidad asistencial de nuestros servicios hospitalarios", afirmó. 

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