EL CRECIMIENTO DEL CONSUMO IMPULSÓ A LA MARCA A INSTALAR SU SEXTA F BRICA GLOBAL EN MENDOZA

Smirnoff fabricará el vodka íntegramente en el país pese a futura suba de impuestos

La británica Diageo, que desde 2016 embotella la marca en una planta con Peñaflor, invertirá $140 millones. Ya certificó a proveedores locales de alcohol para producir en mayo

Smirnoff, la bebida espirituosa más vendida en el mundo, instalará su sexta planta productiva global en la Argentina.

El proyecto para elevar el impuesto interno a las bebidas destiladas de días atrás, que aumentaría del 20% al 29%, no desalentó a la británica Diageo a invertir $ 140 millones con su socio local en el proyecto, en un contexto de alto crecimiento del consumo de la bebida en el país y con la mira puesta también en exportación.

Diageo, dueño de Smirnoff, entre muchas otras espirituosas, construye una planta de procesamiento de líquidos en Godoy Cruz, junto a la fábrica que había levantado en 2016 con el Grupo Peñaflor (mayor holding vitivinícola del país), donde embotella el producto, con el vodka traído de Brasil.

"En 2016, invertimos junto a Peñaflor $ 100 millones en Godoy Cruz para construir la planta de embotellado para Smirnoff y los whiskies Vat 69 y White Horse, con líquidos importados a granel de Brasil, en el caso del vodka, y de Escocia, en los whiskies. Es una planta diseñada como best-in-class, la más moderna de bebidas espirituosas de Sudamérica y con los más altos estándares en productividad, calidad y seguridad para personas y el medio ambiente", destacó Gonzalo Aguirre, gerente General de Diageo.

"Ahora iniciamos la segunda etapa, con $ 40 millones adicionales, para comenzar en mayo a elaborar el producto íntegramente en el país, con proveedores de alcoholes locales, con los cuales trabajamos mucho para lograr la calidad necesaria. Después de 18 meses de trabajo conjunto, la casa matriz de Smirnoff en Estados Unidos certificó a la cordobesa Porta como proveedor del alcohol. Ahora estamos en proceso de lograr lo mismo con Arcor, entre otros, y buscamos más alternativas en el norte del país y Tucumán", explicó Aguirre.

La decisión tiene sus razones: mientras el consumo explotó en la última década, con el auge de los tragos y la coctelería, y crece 20% por año desde 2014 (un 35% en 2016), Smirnoff capta el 50% del mercado de vodka local. Hasta 2007, sólo se conseguían vodkas premium o muy masivos, no había una gama media. Ese año, comenzó a embotellar Smirnoff en la Argentina, pero con otro socio local, y le puso mucho énfasis en publicidad y marketing. "Smirnoff creó el segmento estándar en el país e impulsó la categoría", aseguró Aguirre.

Y luego también surgieron los saborizados, que aportan hasta 30% de las ventas a la marca. Por el alza de las ventas, la Argentina se ubica hoy como 10º consumidor de Smirnoff en el mundo. Según el ejecutivo, elaborar es un proceso que requiere tiempo e inversión hasta lograr la calidad deseada, porque debe cumplir con los estándares de la marca, de modo que el vodka elaborado localmente sea el mismo que en las otras cinco plantas de Smirnoff del resto del mundo, tres veces destilado y 10 veces filtrado. Será la segunda planta de la región, detrás de Brasil.

Exportación a Sudamérica

Hasta ahora, el producto terminado o a granel ingresa al país con un 20% de arancel, salvo que el origen sea el Mercosur, con lo cual es 0%. El alcohol hasta ahora se importa de Brasil, con lo cual no fue ese costo el que pesó en la decisión. "No ahorramos en impuestos sino en la logística de traerlo de Brasil a Mendoza, explicó Aguirre. Así, la elaboración local le permite dos cosas: "Tener un costo competitivo para ampliar producción y poder a exportar a otros países del oeste de Sudamérica, ya que desde Mendoza se venderá a Chile y, por Valparaíso, a Ecuador, Colombia y Perú, entre otros", explicó.

En esa planta también se elabora la caña nacional Legui. Y evalúan la posibilidad de embotellar otros productos más, como gin o ron, bebidas que por ahora no cuentan con arancel diferencial entre importar el líquido o el producto terminado, como sí sucede en whisky. En los dos casos, tributan el 20%. "Lo estamos hablando con la Secretaría de Comercio; el whisky paga 35% de derecho de importación en producto terminado y 6% a granel. Queremos ver si se avanza en ron y gin, porque se agregaría mano de obra local al embotellarlo en Mendoza", explicó.

Sobre el alza impositivo, Aguirre destacó que no frenará los planes, aunque sí alargará el período de repago de la inversión. "Todo depende de cuánto impacte en el consumo. En categorías como estas, de menos de $ 200, no se puede absorber el alza de costos, con lo cual se trasladaría un 15% al público. Pero seguimos con el plan de invertir para desarrollar el mercado local y regional", aclaró.

En noviembre de 2015, Diageo vendió al Grupo Peñaflor las bodegas Navarro Correas y San Telmo, y acordó construir, juntos, una planta de espirituosas, que el grupo argentino opera, además de distribuir las marcas de la británica en el país.

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