Sobresueldos en el Congreso: cómo evitar que siga la caja negra
Los especialistas reclaman que esos fondos públicos -necesarios en la tarea parlamentaria- dejen de utilizarse para fines políticos o vayan al bolsillo del legislador. Cuestionan la suma fija propuesta en la Cámara baja para levantar el polémico canje de pasajes.
Pasan los años, los gobiernos, los horrores y las crisis pero la idiosincrasia del ser argentino sigue intacta. Ya lo decía Jorge Luis Borges hace casi 40 años: "El argentino suele carecer de conciencia moral pero no intelectual; pasar por inmoral le importa menos que pasar por zonzo. La deshonestidad, según se sabe, goza de la veneración general y se llama viveza criolla". La frase del polémico y genial escritor parece hecha a medida para explicar el escándalo por el mal uso de los viáticos que los diputados y senadores tienen asignado mensualmente para realizar sus tareas de representación parlamentaria, algo que en las últimas dos décadas les permitió hacerse de suculentos sobresueldos. Está claro que el episodio es incomparable con el festival de corrupción que encabezaron los Kirchner y sus testaferros entre el 2003 y el 2015. Aún así, canjear pasajes áreos por plata cuando no se usan es deshonesto, más allá de su legalidad. Que una diputada como Elisa Carrió -que viene liderando el cambio moral y ético en la Argentina- haya encabezado la lista de los legisladores que realizan esta práctica de uso discrecional no genera menos que decepción y bronca. Transparente pero no zonza, le faltó decir a Lilita.
Lo más grave es que no está en juego sólo la ética de los legisladores. La falta de rendición de cuentas habilita todo tipo de abusos con esos fondos públicos. Según el informe de Directorio Legislativo, la ONG que armó el revuelo mediático al difundir el ranking de parlamentarios que recurren al canje de pasajes por efectivo, el mecanismo no sólo genera sobresueldos: también reproduce prácticas clientelares de la clase política argentina; destina dinero del Estado a campañas electorales y da lugar a otro tipo de actividades fraudulentas. "El problema no es la existencia de los pasajes, el problema es cuando ese dinero público que debería estar destinado para fines representativos y puramente parlamentarios, se convierte en una caja negra", aclara a 3Días Mercedes de los Santos, coordinadora del área de Ciudadanía e Instituciones de Gobierno de la ONG
El informe explica además la entrincada composición de los haberes que perciben los diputados y senadores nacionales. A la dieta básica, se le suman un adicional por gastos de representación (de $20.000); pasajes aéreos y terrestres de un tramo determinado que pueden canjear por efectivo; y un plus por desarraigo si viven a más de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Contando todos estos beneficios, el monto total sería de casi $176.000 mensuales para los diputados y casi $206.000 para los senadores.
Los canjes de pasajes pueden llegar a representar un adicional de $40.000 para los diputados (35%) y $70.000 (62%) para los senadores. En 2017, los diputados canjearon unos 46,4 millones de pesos, un 41% más que en 2016, mientras que los senadores recibieron entre 2010 y 2015 más de $ 34 millones por el canje de pasajes. Esto implica un ingreso adicional a sus sueldos de hasta $160.000 anuales por senador, según información oficial del Senado analizada por Chequeado y Directorio Legislativo.
Pero es no es todo. Aunque es oscuro, el sistema deja expuesto el mal uso de esos fondos públicos, dado que mantiene la misma cantidad de pasajes canjeados pese a no sesionar los doce meses.
Como si fuera poco, la provincia de Buenos Aires es una de las que más canjes realiza en relación a la cantidad de diputados que tiene. La viveza criolla al palo.
Más grave aún es lo que podría venir. En lenguaje corriente, que se hagan cambios para que nada cambie. Si bien los legisladores tomaron nota del malestar social que generó la difusión del informe -que el presidente Mauricio Macri supo capitalizar a tiempo al exigir a propios y extraños la transparencia del sistema- existe el peligro de que cuando la espuma mediática baje, se licúe la presión y se termine reemplazando al sistema por uno similar. Cambios cosméticos que los legisladores saben hacer bien cuando se tocan sus privilegios. ¿Qué cosa es si no eliminar el sistema de canje de pasajes e implementar un pago compensatorio por gastos de movilidad para quienes no usen los tramos aéreos y terrestres que reciben todos los meses? Esa fue la única decisión concluyente que tomó la semana pasada la Cámara de Diputados, durante una reunión realizada entre el titular del cuerpo, Emilio Monzó, y los principales jefes de bloques.
La idea es que los diputados del interior continúen recibiendo 20 pasajes aéreos, nominales e intransferibles, que deberán ser utilizados en el plazo de un mes y no podrán ser canjeados por dinero. Y se evalúa darles un monto por movilidad de entre $ 20.000 y 25.000 a los que residan a hasta 300 kilómetros de la Ciudad.
Ese sistema aún está en análisis pero de antemano no parece ser una buena idea eliminar el sistema de canjes por un plus a discreción para los que viven cerca del Congreso, sin ningún tipo de fiscalización en la rendición de cuentas.
Así las cosas, ¿cómo debería ser el control de esos fondos públicos? ¿Qué hacen los países de la región para transparentar esos gastos? ¿Deben blanquearse en el sueldo básico y tributar ganancias, como sugirió el jefe de bloque de los senadores del peronismo federal, Miguel Angel Pichetto, al recordar que los legisladores ganan menos que los jueces federales, a contramano de lo que dice la ley? ¿O deberían mantenerse como un ítem extra? Comencemos a despejar las dudas.
Rendición de cuentas Antes que nada, vale aclarar que no está en cuestión aquí el salario de los legisladores ni los montos de representación. Los expertos consultados coinciden al destacar que tanto los pasajes como los gastos de movilidad son una herramienta fundamental para que los legisladores cumplan con su labor."Lo primero que hay que entender es que los diputados nacionales son representantes de todo el pueblo de la Nación, aun cuando son elegidos por el pueblo de una determinada provincia. Eso significa que deben estar en contacto con la situación que se vive en el interior del país, y no hay manera de hacerlo sino viajando y conociendo la problemática de cada lugar. En esa línea, es imprescindible que tengan asignados pasajes para cumplir con ese objetivo. Pero deben rendir cuentas", destaca Félix Lonigro, abogado y profesor de Derecho Constitucional.
Con todo, aclara que "la situación no pareciera ser exactamente la misma para los senadores nacionales, ya que ellos sí representan solamente a la provincia cuyo pueblo los elige, y por lo tanto sus viáticos por pasajes deberían estar limitados a los viajes que realizan o deban realizar a cada una de sus provincias".
Desde Directorio Legislativo coinciden en la importancia de mantener esos viáticos. "Noestamos cuestionando los gastos de representación para las actividades parlamentarias. Lo que estamos pidiendo es que dejen de utilizar esos fondos públicos para fines políticos", remarca De los Santos.
Para la especialista, lo más transparente sería que los pasajes estén a disposición de todos pero sin cupos. Que cada legislador los pida cuando tiene que viajar, con la obligación de justificar ese gasto y los motivos. De lo contrario, esos pasajes no deberían tocarse o canjearse por efectivo.
"Lo fundamental del sistema es que se pueda transparentar. Que ellos expliquen para que se utilizó y que exista control para comprobar si se lo hizo en cuestiones legítimas. Porque si declaran que se usa nuestro dinero para traer gente del interior a un torneo de fútbol, es decir, para hacer campaña o actividades clientelares, no habría ningún cambio", agrega.
Es por eso que la propuesta que evalúa la cámara baja de entregar un monto para movilidad fijo de entre $ 20.000 y $ 25.000 a quienes vivan a menos de 300 kilómetros de la Ciudad no le cierra. "No sirve. Se debe buscar un sistema formal y transparente", insiste.
Natalia Volosin, abogada especializada en control de la corrupción y candidata al doctorado en Derecho de la Universidad de Yale, también rechaza esa propuesta. "Es básicamente lo mismo y aun con menor control", dice.
¿Cómo lograr entonces que la rendición de esos fondos públicos sea transparente? Según la abogada, lo más razonable sería que esos gastos no sean pecuniarios. "Se debería hacer una gran licitación para tener el mejor precio con las firmas que provean pasajes aéreos por todo el país. Porque se trata del Estado y se compra en cantidad. Lo lógico sería que se dejaran las órdenes de compra abiertas y en la medida que los legisladores tengan necesidad de hacer uso de esos pasajes, de manera justificada puedan acceder a esas órdenes con un código online o algo por estilo", explica Volosin. Y pone un ejemplo con los gastos de nafta que tienen las empresas del sector privado: "El gerente tiene una tarjeta de crédito que le da la empresa, con la que carga nafta en la estación de servicio y deja un registro. La firma sabe así que estaba usando el auto para un objetivo del trabajo y no porque se quedó con el auto el fin de semana para irse al country".
De los Santos destaca, por su parte, el estudio que hizo Directorio Legislativo sobre diferentes países de la región, donde se contempla la movilidad de sus representantes a diferentes lugares siempre y cuando se publique y se justifique. "Pero en ningún lado se puede canjear el valor de los pasajes por efectivo como sucede en la Argentina", remarca.
Según detalla, a partir del nuevo Reglamento de la Cámara de Diputados, los legisladores de México tienen la obligación de informar sobre los viajes oficiales de trabajo -nacionales e internacionales- precisando motivo, tareas desarrolladas y objetivos alcanzados. Esta información se publica posteriormente en la sección de Transparencia en viajes oficiales.
La Cámara de Diputados de Chile pone a disposición de la ciudadanía un buscador por diputados que muestra la cantidad de pasajes aéreos utilizados mensualmente como parte de la sección de Transparencia Activa.
En Brasil también existe un segmento en la web para dar a conocer los viajes que realizaron los legisladores, y obligan a cada uno de ellos a entregar un informe con las actividades realizadas 15 días después de su viaje.
De los Santos tampoco considera adecuado incorporar esos gastos de movilidad al sueldo básico. "Así, solo se aumentaría la dieta sin saber para dónde va esa plata". Y detalla que el salario de los legisladores ya tiene contemplado varios ítems similares, como gastos por vacaciones, choferes, vehículos y nafta.
En definitiva, los pasajes y fondos para viáticos deben usarse sólo para la actividad parlamentaria, sin caer en manos de los legisladores. Que el cambio que se proponen ambas cámaras del Congreso no quede sólo en lo discursivo o en aspectos cosméticos, dejando de lado la rendición de cuentas y la transparencia.