Uruguay esperará la salida de Cristina para avanzar en las relaciones bilaterales

Estiman que mientras esté el kirchnerismo en el poder no habrá mayores soluciones a los problemas.

Luego de las distintas estrategias para mejorar la relación con Argentina que intentaron los dos gobiernos del Frente Amplio, la nueva administración de Tabaré Vázquez abrirá el diálogo con el vecino país, pero mantendrá una relación distante con el gobierno K hasta que Cristina Fernández de Kirchner deje su cargo.

Las elecciones en Argentina serán a fines de octubre y el nuevo presidente asumirá en diciembre. Hasta entonces, Vázquez deberá convivir con una presidenta de la que se siente distante y con la que ya tuvo enfrentamientos que enfriaron la relación bilateral.

En el Frente Amplio y en el gobierno se tomó nota incluso de la señal negativa que significó la ausencia de la mandataria argentina el domingo pasado en la ceremonia de asunción de Vázquez. En su lugar vino el vicepresidente Amado Boudou.

Fuentes del Poder Ejecutivo dijeron ayer a El Observador que, más allá de negociar, se espera un cambio en el gobierno argentino para buscar soluciones a una lista de temas pendientes que se arrastra desde hace años.

Hasta ahora, tanto José Mujica como Tabaré Vázquez en su primera gestión, intentaron negociar con el gobierno K, fueron al choque, aplicaron una política del abrazo, intercedieron personalmente, cedieron y protestaron, pero los resultados fueron escasos. Comercio trabado; dificultades a los turistas para acceder a dólares; impuestos a las tarjetas de crédito que se utilicen en el exterior; trabas portuarias; y problemas con los canales de navegación, están en el debe.

El diario Perfil informó el 28 de febrero, basado en la versión de un funcionario cercano a la relación de ambos países, que en Montevideo no creen que será posible avanzar en la agenda bilateral hasta que Cristina Fernández de Kirchner abandone el poder.

El canciller Rodolfo Nin Novoa dijo ayer en el programa Pisando Fuerte de Metropolis FM que una de las cualidades de la política exterior que impulsará será la “discreción y la reserva”, y eso corre también para el vínculo con Argentina. Comentó que ya habló telefónicamente con su colega Héctor Timermán y dijo que “en algún momento” se reunirá con él. El ministro se negó a divulgar lo conversado. “Cuando se concreten resultados se difundirán y se someterán a la opinión pública y al control parlamentario”, dijo.

El lunes pasado, en su discurso de asunción en el Palacio Santos, el nuevo canciller, sin mencionar directamente a Argentina y a Brasil, cuestionó el proteccionismo y pidió un “sinceramiento” al Mercosur. “Somos integracionistas desde siempre. Desde esa misma convicción queremos un Mercosur que se sincere. Que deje atrás la retórica vacía, que apueste a las concreciones y no a los discursos vacíos que luego no se cumplen”, afirmó.

Danilo Astori, que hoy asumirá una vez más como ministro de Economía, declaró ayer sobre Argentina que “todo lo que pueda obstaculizar un adecuado crecimiento del flujo de relaciones comerciales y de inversión no es bueno”. De todas maneras, dijo, “Argentina sigue siendo importante para Uruguay”.

En cuanto al comercio, hacia Argentina se dirige 15% de las exportaciones uruguayas y ese mercado es el tercero en importancia luego de China y Brasil, según Uruguay XXI.

Por su parte, Mujica anunció que “todo lo que le quede” lo pondrá a favor de luchar por la integración de América Latina. “Estoy convencido; si no, somos una hoja al viento con las superpotencias”, afirmó. El expresidente, que ayer asumió como senador, entiende que “el Mercosur tiene dificultades” que “no se pueden ni se deben obviar”. Mujica, ahora como senador, se puso a las órdenes para conversar “con sus amigos” de la región.

En una reunión bilateral, el expresidente de Brasil, Lula da Silva le dijo a Mujica que con Argentina hay que tener una “paciencia estratégica”. El gobierno de Vázquez está decidido a esperar.

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