La salida de EE.UU. del NAFTA demoraría hasta 4 años, según analistas mexicanos

Expertos advierten que el proceso de ruptura con el que amenazó Trump depende del Congreso y que puede llevar a Washington a renunciar a la OMC para poder implementarlo

Aunque el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en campaña que el país abandonará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá si sus socios no aceptan renegociar condiciones, la salida no sería un proceso sencillo, demoraría hasta cuatro años y dependería del Congreso, obligado a adaptar leyes que inciden en la asociación, según analistas y miembros de la iniciativa privada mexicana.

El proceso legal y político de la renuncia de EE.UU. al NAFTA (por su sigla en inglés) tomaría hasta cuatro años, y posteriormente habría una ola de demandas legales ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la falta de argumentos válidos sobre eventuales daños para la imposición de aranceles (de 35%), aseguraron los expertos.

En el escenario más extremo, Estados Unidos debería renunciar a la OMC para poder imponer esos aranceles, lo que además de "introducir graves distorsiones en el esquema de comercio internacional, dañaría irreversiblemente la credibilidad y la reputación de la primera potencia mundial".

Juan Antonio Barragán Cabral, socio legal de INTRADE Consultores, firma de consultoría en comercio internacional, sostuvo que la figura jurídica de denuncia del tratado existe en el artículo 2205 del TLCAN bajo el argumento de alteraciones o daño a la soberanía nacional. Sin embargo, no significa que permita la disolución del acuerdo.

"Estados Unidos tiene el derecho legal de denunciar (bajo una declaración unilateral de retirarse del acuerdo, en donde rompe compromisos y acuerdos a nivel Estado), y seis meses después debe notificar su intención de hacerlo por escrito a sus contrapartes, para que posteriormente entre en vigor dicha baja". dijo Barragán Cabral. "Pero no es fácil. No por el proceso legal de la carta de intención de denuncia, sino por la presión política y los intereses económicos internos e internacionales", completó.

Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), la ruptura es poco viable porque depende del aval del Congreso y las presiones de sus empresas, y calculó que el proceso "tardaría entre dos y cuatro años". "Las trasnacionales establecieron vínculos en combinación con los tres países. Sería una ruptura poco viable porque legalmente tiene distintos niveles. Además, muchas de las exportaciones de México a Estados Unidos son principalmente de empresas estadounidenses; sería ponerles un impuesto a sus propias empresas, lo que no es viable", refirió el especialista.

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, expresó que para defender el TLCAN bastará con demostrar con datos duros a Trump las enormes sinergias que existen entre ambas economías en relación a la generación de empleos, competitividad, calidad y sobre todo complementariedad. "Si hay que revisar negociaciones, estaremos dispuestos a hacerlo. El área automotriz fue un gran éxito, la sinergia se puede tener entre plantas en territorio norteamericano y mexicano. Un ejemplo: de 100% de los tractores John Deere producidos entre México y EE.UU, sólo 10% se queda en la zona, el resto sale al resto de los países gracias a la sinergia entre sus plantas y las de nuestro país".

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