La huelga minera en Chile terminó sin acuerdo y con pérdidas por u$s 900 millones

Después de 44 días, se dio término a la huelga que mantuvo paralizada la faena de cobre más grande del mundo: Minera Escondida. Esto, una vez que el Sindicato Nº1 anunciara de manera oficial ante la Inspección del Trabajo su decisión de acogerse al artículo 369 de la Ley laboral, que revalida el contrato colectivo que venció el 31 de enero.

A esta situación se llegó luego de que no se lograra un acuerdo entre los trabajadores y la empresa, tras sendas reuniones que se desarrollaron durante esta semana, por lo que el sindicato decidió adoptar esta alternativa que les brinda la posibilidad de extender la totalidad de los beneficios incluidos en el contrato colectivo anterior, y volver a negociar nuevas condiciones en 18 meses más.

Sin embargo, las conversaciones tendrán que empezar mucho antes, ya que la próxima vez se regirá bajo la nueva ley laboral, que estipula que seis meses antes de que expire el documento debe iniciarse la negociación de los servicios mínimos, que ya esta vez fueron uno de los puntos de desencuentro entre la empresa y el sindicato.

De todos modos, la sola definición de los plazos será parte de una disputa. Esto, porque por un lado la empresa considera que los 18 meses cuentan desde que se notifica el final del proceso, mientras los trabajadores dicen que es desde el vencimiento del contrato original.

El volver a negociar con las reglas de la reforma laboral que comienza a regir el 1 de abril tomó importancia para los trabajadores, ya que con se aseguran un piso mínimo manteniendo los beneficios actuales, además que no se permitirá el reemplazo en huelga.

Para la empresa, se considera que esta era la oportunidad para comenzar a frenar el alza de los costos laborales.

La evaluación

En los últimos doce años sólo 18 huelgas se definieron bajo la utilización de del artículo 369, ya que según los expertos, esto termina siendo perjudicial para ambas partes en conflicto.

Minutos antes de que el sindicato anunciara su decisión, el presidente de Escondida, Marcelo Castillo, confirmaba la disolución de la mesa negociadora, y los pasos a seguir por la empresa, asegurando "nos obliga a revisar nuestro plan, nuestro modelo productivo y nuestras estructuras para que permitan darle viabilidad a nuestro negocio minero".

El vocero del sindicato, Carlos Allendes, señaló que a pesar de que con esta decisión se quedaron sin Bono por Término de Negociación, reajuste salarial, ni reajuste de los beneficios, se sienten "tranquilos y alegres" y agregó que "perdimos el bono, pero nos queda el pago mensual y que en un futuro nadie nos podrá quitar nuestros beneficios, ni absolutamente nada".

En cuanto a posibles despidos, Allendes sostuvo que los trabajadores cuentan con un mes de fuero por ley, pero además amenazó a la empresa que de desvincular a un solo trabajador, volverán a paralizar la faena de manera inmediata.

Por último, quien también lamentó el desenlace de la huelga fue el presidente de la Sonami, Diego Hernández, quién aseguro con esto se dañó a "la economía que, en un periodo de débil desempeño, se verá afectada en su crecimiento; el Fisco que ha dejado de percibir los ingresos que genera esta importante empresa minera y, por cierto, para la imagen del país, en un periodo que requiere urgentemente atraer más inversión".

Pérdidas millonarias

Tras los 44 días que completó la empresa sin producir cobre, las pérdidas fueron catastróficas, ya que según las cifras que maneja el sindicato para cumplir con sus metas de producción, durante la movilización se dejaron de comercializar más de 155.000 toneladas de metal rojo, volumen que según la valorización actual, alcanza los u$s 903 millones.

Y aunque desde la compañía anunciaron que aún no realizan un catastro de las pérdidas, también se deberá tener en cuenta el tiempo que costará volver a retomar las operaciones de manera normal, período que se estiman pueda durar entre unos seis y ocho meses. Ante esto, los directivos anunciaron que tendrán que revisar sus volúmenes de producción, ya que además existirán retrasos en los proyectos anexos que se mantenían en construcción, pero que fueron suspendidos por los bloqueos.

Del mismo modo, quienes también se vieron perjudicados con la paralización fueron los accionistas de BHP (controladora y dueña del 55% de Minera Escondida), que desde el 9 de febrero vieron retroceder las acciones en 5,2%, un pérdida de capitalización bursátil de unos u$s 5150 millones.

En una declaración pública, el sindicato n°1 explicó que luego de las reuniones iniciadas el lunes, la compañía les infromó "su postura definitiva era hacer diferencias de remuneraciones y beneficios para los trabajadores nuevos, a fin de abaratar el costo de la mano de obra futura".

"Confirmando que el objetivo empresarial de esta negociación ha sido desde un comienzo precarizar las condiciones de los trabajadores, es que ante esta posición intransigente patronal y que se quiere introducir como un precedente nefasto (...), el directorio sindical le comunicó a la empresa que las conversaciones no tenían ninguna posibilidad de alcanzar un acuerdo", afirmó.

Respecto de la decisión de acogerse al mencionado artículo, aseguraron que con ello "hemos resguardado así el futuro de las nuevas generaciones de trabajadores de esta empresa".

Además, aseguraron que "desde un comienzo de la huelga le informamos a la empresa y a las autoridades, que este sería el desenlace de la negociación si se insistía en afectar los derechos y conquistas laborales".

Previo a la confirmación por parte del mismo sindicato, la minera operada por la anglo australiana BHP Billiton había comunicado que la negociación iniciada este lunes no había logrado acercar las posiciones entre las partes, por lo que declaraba terminada la negociación colectiva y puso fin a la mesa negociadora.

"No hemos llegado a los acuerdos que queríamos por ambas partes. De hecho estamos tomando la decisión de disolver la mesa negociadora", dijo Marcelo Castillo, presidente de Minera Escondida.

En tanto, la compañía comunicó la suspensión indefinida los demás proyectos que tiene en la región, entre los que se encuentra la construcción de la segunda planta desalinizadora ubicada en Puerto Coloso y la extensión de la planta concentradora Los Colorados.

Dicha decisión se justificó en "los permanentes bloqueos generados por el Sindicato N°1 desde el inicio de la huelga legal, los cuales han imposibilitado que las empresas contratistas retomen sus labores", según dijo la empresa a través de un comunicado.

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