EE.UU. quiere elevar el salario mínimo para la producción de autos en el nuevo Nafta

Los mexicanos no podrían competir por la diferencia abismal en los ingresos de los empleados

El gobierno del presidente Donald Trump propuso que el 40% del contenido de un automóvil se fabrique utilizando mano de obra que al menos se pague a u$s 16 por hora para tener derecho a la exportación sin cobro de aranceles en el marco del NAFTA. Para una camioneta pick up, el requisito sería del 45%.

Las empresas automotrices podrían esquivar este requerimiento con sólo pagar el arancel de 2,5% a la aduana de Estados Unidos para introducir autos desde México o Canadá que no cumplan con el requisito.

Robert Lighthizer, representante comercial de la Estados Unidos, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México, y Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, se reunirán en Washington, para tratar avanzar en el cierre de las negociaciones del NAFTA actualizado.

Las nuevas reglas que acordarían estos negociadores tratan sobre los requisitos para que un auto nuevo no pague aranceles si se comercializa dentro de la región de América del Norte.

Al margen de esas reglas, la Organización Mundial de Comercio (OMC) permite exportar un auto de cualquiera de sus miembros al mercado de Estados Unidos si se paga un arancel de 2,5%. Para el caso de las camionetas pick up esa tarifa se eleva a 25%.

No obstante, el diario The Wall Street Journal indicó que la Administración del presidente Trump ganó cierto apoyo de los fabricantes de autos de Estados Unidos para sus propuestas del TLC al incluir términos que favorecerían a los fabricantes estadounidenses frente a los rivales asiáticos y europeos que producen automóviles en el país, entre ellas el cumplimiento del umbral salarial.

El apoyo de Detroit podría ayudar a la administración a alcanzar su objetivo de concluir un acuerdo del TLC a mediados de mayo, lo que le permitiría impulsar el pacto a través del Congreso hacia fines de año, señaló la publicación.

Estados Unidos no quitó ninguna de sus posiciones más controversiales en la renegociación. Entre las más polémicas figuran la regla de origen automotriz, la cláusula del sunset -con la cual se terminaría automáticamente el acuerdo comercial cada quinquenio a menos que los tres países acuerden antes renovarlo-, reformas en la metodología para fijar cuotas compensatorias por dumping o subsidios en productos agrícolas, el valor general de envío -llamado de minimis-, y los mecanismos de resolución de controversias.

De todas las peticiones, Estados Unidos sólo modificó parte de su iniciativa automotriz, quitando un elemento restrictivo (el contenido nacional), haciendo más flexible un requerimiento (de 85 a 75% el valor de contenido regional) y poniendo un nuevo requisito (umbrales salariales en la regla de origen).

Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, informó que no ha habido mayores discusiones sobre la cláusula sunset, dado que Estados Unidos mantuvo su exigencia de ligarla con una muerte súbita, mientras que México y Canadá están de acuerdo con revisiones quinquenales del NAFTA sin ligarlas a mecanismos automáticos de expiración del tratado.

Tampoco Estados Unidos modifió su posición respecto a la reestructura completa que planteó del sistema de solución de controversias, con cambios diferenciados en tres capítulos relativos a ese campo.

En el Capítulo 11, que trata sobre conflictos entre inversores y el Estado, la Casa Blanca propuso un mecanismo que incluye los términos opt in y opt out, con los que para iniciar el levantamiento de un tribunal, la parte demandada tiene la opción de someterse al caso o no. De oponerse, el proceso ni siquiera inicia.

Estados Unidos planteó que en el Capítulo 19, en el cual se abordan los casos de prácticas desleales de comercio, por dumping o subsidios prohibidos, se seguirán estableciendo los páneles de solución de controversias, pero los resultados finales de los mismos serían opcionales en cuanto a su acatamiento. Finalmente, el gobierno del presidente Donald Trump propuso que el Capítulo 20, donde se regulan casos de Estado-Estado, desaparezca del acuerdo.

Guajardo informó que Estados Unidos mantenido también su propuesta del nivel de minimis, el cual se refiere al umbral máximo por debajo del cual no se aplica ningún arancel o impuesto sobre los artículos importados. El umbral de minimis de Canadá es de 20 dólares canadienses (aproximadamente u$s 15). En comparación, en marzo de 2016, Estados Unidos elevó su umbral de minimis de u$s 200 a 800 estadounidenses.

Actualmente, el Servicio Postal Mexicano (Sepomex) tiene un nivel más alto de minimis (u$s 300 dólares) frente al que se aplica a empresas de transporte express (u$s 50), así como un proceso de despacho relativamente más simple y expedito.

Finalmente, Estados Unidos propuso una protección especial para 61 productos del sector agrícola que comercia con México, sobre los que se podrían levantar casos de dumping o subsidios prohibidos de una manera más fácil y rápida, o establecerse cupos bajo ciertas condiciones.

Este listado comprende productos en los que México tiene una fortaleza exportadora, como mango, tomate, fresas, aguacate, cítricos, papaya, sandía y berries.

De aprobarse los cambios propuestos por Estados Unidos sobre las reglas de origen automotrices en la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se distorsionaría el mercado laboral en la región, opinó Luis Aguirre, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).

Aguirre adujo que no es lógico poner este tipo de umbral salarial porque el costo de vida en Canadá y Estados Unidos es marcadamente diferente al de México.

Los trabajadores manufactureros mexicanos reciben un promedio de u$s 20 por día, y los que se dedican a la fabricación de automóviles ganan alrededor de 25 dólares. En comparación, los empleados de la manufactura en Estados Unidos reciben un promedio de u$s 160 por día.

"La propuesta automotriz de Estados Unidos distorsiona el mercado laboral, va en contra de la Ley de Trabajo e incrementa la desigualdad social", comentó Aguirre.

Por su parte, Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), dijo la propuesta de Estados Unidos es "irreal" y no es alcanzable por la industria, "porque no permite que este sector sea ganador frente a otras regiones del mundo. Queremos tener un sector automotriz competitivo", pugnó Solís.

El presidente de la AMIA comentó que si en esta ronda a la que llamó "final" no ocurre nada, "seguramente estos esfuerzos ya se dejarán para una siguiente ocasión. Acompañamos al gobierno con una intención de sí lograr acuerdos, de sí triunfar. Que este sector siga dando a la región el aporte necesario para seguir impulsando la región"

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