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Cómo funcionan los sistemas inteligentes de transporte

Las empresas suman distintas aplicaciones y recursos para mejorar en seguridad, calidad de servicio y atención al usuario. El caso de la ciudad de Rosario.




Cada vez hay más gente en las grandes ciudades. Y más autos. El caos vehicular está a la vuelta de la esquina. Y también de la otra esquina. Según se estima, la población urbana pasará de 3.500 millones a 5.000 millones de personas. Y ya hay 1.000 millones de autos en el mundo. Las urbes crecen, y con ellas los accidentes, los embotellamientos, las distintas poluciones, y cuantiosas pérdidas de tiempo que impactan en la productividad de las economías.

Poco a poco un concepto empieza a tomarse con más atención: ITS (siglas en inglés de sistemas inteligentes de transporte), cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Es, ni más ni menos, que la aplicación de la tecnología al transporte. “Es un concepto que se refiere a los sistemas a implementar para mejorar la seguridad vial, la movilidad, la protección del medio ambiente, la racionalización de la energía, los costos y eso impacta en la economía y en la producción de una ciudad o de una nación”, explica a Information Technology Daniel Russomanno, presidente de ITS Argentina, una asociación sin fines de lucro compuesta por autoridades gubernamentales, empresas privadas, medios y profesionales que buscan difundir ese tipo de tecnologías.

“En la Argentina todavía no se tomó una real conciencia de los beneficios que traen los ITS en función a los costos que implican”, señala Russomanno, quien recalca que en el país “no hay un plan integral de sistema inteligente de transporte: no se planifican escenarios futuros, no se fijan objetivos concretos. No existe ningún gobierno, ni nacional, ni provincial, ni municipal que lo haga de forma total”, aunque reconoce que algunas ciudades están empezando a trabajar en ello.

Russomanno ejemplifica: “El sistema de ITS total consiste en un centro de control que supervisa todos los subsistemas inteligentes que mejoran el sistema integral de transporte”. Y en este punto empieza a detallar distintos subsistemas, todos con presencia de tecnología: el subsistema semafórico, cámaras de circuito cerrado, GPS (geoposicionamiento) en las unidades, un subsistema de guiado automático a playas de estacionamiento y subsistemas de pesaje de cargas, entre tantos.

Al momento de cuantificar, brinda un dato estimativo: “Un centro integral de ITS cuesta alrededor de 2 millones”, lanza. Y agrega que con el 2 por ciento del costo total de una ruta se puede instalar un centro integral de ITS, con todo el beneficio en costos y vidas que ello implica.

Tránsito pesado

A nivel local, son pocas las experiencias de uso de soluciones ITS. Russomanno reconoce, como casi todos los especialistas en el tema, que la ciudad que está a la vanguardia respecto de implementaciones que mejoran la movilidad es Rosario, en la provincia de Santa Fe. “Están implementando cosas buenas y tienen conceptos claros”, considera.

“Se puede planificar en base a información cierta, confiable y segura y brindar un mecanismo de información al usuario que redunde en el mejoramiento continuo del servicio”, afirma Mónica Alvarado, gerente General del Ente del Transporte de Rosario, sobre los beneficios de este tipo de tecnologías. Para Alvarado, una ciudad moderna “debe brindar alternativas de movilidad e información en tiempo real”. Y eso —asegura la funcionaria— Rosario lo cumple. “Avanzamos en todo lo que tiene que ver con información tanto estática como dinámica, información sobre recorridos de las líneas de transporte e información en tiempo real de arribos de los colectivos”, explica. “Tenemos implementado un centro de monitoreo de transporte urbano (activo desde 2009) con el que podemos localizar de forma automática a los vehículos, maximizar los controles y frecuencias, los excesos de velocidad y paradas no previstas, dotar de mecanismos de seguridad, monitorear en zonas de riesgos, registrar al personal afectado a cada servicio, y mantener una comunicación bidireccional entre las empresas de transporte y los centros de monitoreo”, enumera. Todas estas soluciones están cruzadas por la tecnología y tienen como eje la incorporación de GPS a los vehículos.

Otro servicio con el que cuenta Rosario es el sistema “Cómo llego” (desde 2007), que permite conocer qué línea de transporte urbano lleva a una persona de un lugar a otro. Uno de los más exitosos —según el amplio uso que le dan los pasajeros— es el sistema “Cuándo llega” (desde 2010), que informa en tiempo real el horario de arribo de cada una de las 728 unidades de Rosario a una parada. Las consultas se realizan por SMS, por web (ambas sumadas alcanzan 1,1 millón por mes) o se puede llamar a un número 0800. Para ello, hubo que georreferenciar todas las paradas de transporte de Rosario. Alvarado también cuenta que se instalaron puestos de autoconsulta en sitios estratégicos y se entusiasma al relatar sobre el desarrollo de una aplicación para smartphones que tiene menos de dos meses y que recibe un promedio de 14.400 consultas diarias. “Los datos surgidos permiten elaborar estadísticas sobre cuáles son las líneas que más se consultan, horarios y zonas de mayor demanda; también, monitorear reclamos y usar como pruebas para juicios”, describe. Así se puede planificar a mediano y largo plazo a partir del uso de modelos matemáticos.

Una de las empresas que diseñó y puso en práctica las soluciones en Rosario es Geosolution, una compañía local con 30 empleados, que factura entre $ 18 y $ 20 millones y está focalizada en la tecnología aplicada al transporte. En sus inicios producía seguros de colectivos, pero luego vio este nicho a conquistar.

“Desarrollamos el GPS que da la posición de la unidad. También se sabe si la unidad va adelantada o atrasada. Se maneja desde un centro de control, que lo tiene la gente de despacho o tráfico de la empresa. Es posible obtener información como los kilómetros recorridos por unidad, entre otros”, detalla Guillermo García, gerente General de la empresa al explicar uno de los sistemas de gestión de las unidades. También desarrollaron el sistema “Cuándo viene”, cuyas consultas en Rosario crecen día a día: en el último mes se alcanzaron, sumando Web y SMS, el 1,1 millón.

Tanto Russomanno como García consideran que la Agencia Metropolitana de Transporte (AMT), el ente tripartito que tendrá como función principal establecer las políticas públicas de los medios de transporte que comparten la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, debe tener como prioridad el uso de tecnología. Cuando se le pregunta a García qué es lo que viene en el futuro respecto de implementación de tecnología al transporte, dice que —aunque ya está disponible— crecerán los sistemas de filmación con caja negra y GPS. “Una cámara va filmando y relaciona las imágenes con el GPS. Es preventivo pero también se usa para registrar y controlar —explica—. Está en algunas líneas urbanas del Conurbano.”

La edición original de este artículo se publicó por primera vez en la revista Information Technology N°182 (noviembre de 2012).

 

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