Hoteles verdes, una apuesta que crece

El sector de alojamiento turístico busca la manera de ser amigable con el ambiente en el que está inserto. Ya sea en proyectos sustentables desde su nacimiento o inicitivas reconvertidas la participación del cliente es fundamental.

La importancia de conservar el medio ambiente no sólo se inculca en las prácticas cotidianas sino también en diferentes industrias que ayudan a concientizar sobre la problemática y el impacto que pueden generar ciertas iniciativas. El sector de turismo cuenta, cada vez más, con propuestas de hoteles sustentables en todo el país que tienen en cuenta su entorno y fueron diseñados con estructuras de materiales ecológicos que buscan reducir el consumo de recursos naturales.

Los principales beneficios económicos de un hotel eco-friendly están dados por el lado del ahorro energético y de agua. Asimismo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está implementando un sistema de reducción impositiva para los edificios verdes que puede llegar al 20% de descuento en el ABL.

Palo Santo - Ciudad de Buenos Aires

"La diferencia en el costo de construir un hotel sustentable de uno que no lo es refiere a casi el 20% de la inversión porque, por ejemplo, construir un edificio que contenga la tecnología de punta para reducir el impacto ambiental en un amplio programa que incluya energía, agua, aislaciones, materiales, CO2, O3 y operaciones requiere un fondo inicial 20% mayor", explica Pablo Porolli, director del hotel Palo Santo y detalla que "si la construcción del metro propio se acerca a los U$S 2.000, en el caso de un hotel sustentable, la inversión ascenderá a los U$S 2.400".

Palo Santo es un hotel concebido desde su origen como un edificio sustentable. Tomaron las normas LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) como guía para la construcción verde del edificio. Las normas LEED son una serie de reglas de construcción sustentable desarrolladas por el US Green Building Council, mediante las cuales Palo Santo diseñó un programa que incluye la totalidad de las áreas importantes en la minimización del impacto ambiental: energía, agua, aislaciones, materiales, CO2, O3, aire y operaciones. De esta forma logran un ahorro de un 79% en iluminación y climatización, un 40% de ahorro en agua, un 82% de reducción en las emisiones de CO2 y el ahorro energético es de alrededor de un 80%, que representa unos 40.000 kW/h al año.

"La decisión de desarrollar un hotel sustentable nació de una inclinación personal de quienes lo desarrollaron; por ejemplo hay 300 m2 de jardines verticales con 1000 plantas y unas 15 especies que contribuyen a la aislación natural del edificio del frío como del calor; de esta manera logramos reducir el viento y absorber el agua para ahorrar energía. A su vez, el 100% de nuestra iluminación es LED. La imagen que se construyó nace de referentes arquitectónicos concretos como son el Musée du QuayBranly de Jean Nouvel, la Caixa Forum de Herzog y De Meuron o Bosco Verticali de Stefano Boeri. Palo Santo se inscribe en esta tradición arquitectónica", revela Porolli y hace hincapié en el interés de las empresas en asociarse a marcas que respetan el cuidado ambiental "por eso esta postura de convicción y artística terminó siendo un plus a la hora de vender el hotel para el público corporativo".

El hotel cuenta con un programa sustentable específico elaborado por sus dueños que lo postula como el primer hotel sustentable de América Latina lo que lo posiciona como un gran atractivo para los turistas. "En el momento en el que el huésped ingresa se le explica cómo es el funcionamiento del hotel. Alrededor de la mitad de los turistas que vienen están familiarizados con nuestro posicionamiento sustentable. Cuando se trata de empresas que nos eligen para hacer sus estadías, la mayoría lo hace porque tiene interés en asociarse a la sustentabilidad como forma de hacer negocios", señala Porolli.

Entre alguna de las políticas sustentables que se llevan a cabo dentro del hotel se destaca el sistema de riego por goteo para reducir los desperdicios de agua y sustratos producidos por el riego excesivo, así se utiliza entre un 40% a un 60% menos de agua que el riego por inundación. Se utilizan maderas certificadas por FSC (Forest Stewardship Council), una organización no gubernamental que desarrolla estándares y políticas para el manejo sostenible de los bosques.

Para alojarse en Palo Santo, las tarifas comienzan desde los U$S 120 + IVA.

Calamoresca - Mar de las Pampas

"Hace 14 años, cuando tomamos la decisión de llevar a cabo este proyecto, había muy poca información y conciencia acerca de las diferentes opciones que existen para que un hotel sea amable con la naturaleza", expresa Silvina Villar, dueña y gerente de Calamoresca y admite que "en el rubro de la hotelería, siempre estábamos del 'otro lado del mostrador' pero fuimos construyendo el camino poco a poco y desactivando prácticas que sabíamos que eran nocivas para el medio ambiente e incorporando aquellas que eran amigables con el lugar donde nos encontrábamos".

Debido a que Calamoresca no nació como un proyecto sustentable, sino que fue creciendo como tal es que una de sus mayores inversiones se refirió al cambio de toda la iluminaria. "A la larga se recupera en la disminución de los consumos y las reposiciones de las lámparas. Es una visión distinta del negocio", detalla Villar.

Todas las acciones realizadas dentro del hotel son particulares. "Hacemos separación de residuos en el complejo y, como nuestro municipio no cuenta con una planta que procese esto, nos encargamos, de forma personal, de llevar estos residuos a otro municipio que sí cuenta con ese recurso. El tiempo, el transporte de los residuos, el combustible y demás ítems, corren todos por nuestra cuenta", explica Villar y detalla que suelen participar de la sociedad de fomento de la localidad para que "se pongan en marcha las diferentes acciones para el cuidado del medio ambiente que, a nivel nacional y en otros lugares existen, pero que a Mar de las Pampas no llegan".

El programa sustentable con el que cuenta Calamoresca se basa en la educación debido a que es lo que se afianza a largo plazo. Villar especifica: "desde la página web y cuando reciben a los huéspedes les explicamos el porqué del alojamiento, porqué priorizamos las acciones amigables con la naturaleza y qué implicancia tiene cada una de ellas. Como entendemos que en nuestro país estos cambios son de conducta y paulatinos, algunas cosas son obligatorias y otras son optativas. Por ejemplo, contamos con programa de rehúso de toallas, el 90% adhiere al mismo, pero otras familias prefieren que se las retiremos todos los días". Si bien aún hay familias que prefieren el recambio, Villar indica que el porcentaje de rehúso se incrementa año a año.

En Calamoresca también priorizan el empleo de aguas de distintas napas para consumo y riego, el uso de lámparas de iluminación de bajo consumo, mantienen el agua climatizada de la pileta mediante cubierta térmica y utilizan black out en todas las ventanas para evitar la pérdida de calor y aprovechar la luz. A su vez, las paredes son de construcción gruesa para ayudar a mantener frescas las cabañas en verano y cálidas en invierno, y poseen un sistema de riego en los parques pensado para que se riegue sólo por la noche y así lograr que el agua no se evapore rápido.

Cuentan con 38 luces LED en las cocheras y parques, 42 en el exterior del complejo y su zona de parrillas y 100 en lo que respecta a administración y el resto del lugar.

Alojarse en Calamoresca no sólo es una experiencia por su gran compromiso con el medio ambiente sino porque también es administrado por un grupo familiar que se encarga de pensar, implementar y controlar las instalaciones. Esta vivencia tiene un costo de alrededor de $1200 la noche.

Bahía Montaña - Villa la Angostura

Ignacio de Nicola, gerente; Enrique Casagrande, gerente Operativo y Hugo Benítez, consultor ambiental llevan adelante este negocio en el sur de nuestro país. Desde el primer momento optaron por desarrollar un proyecto en el cual la sustentabilidad sea la premisa de la actividad y que sea compatible con su alrededor. Comenzaron la construcción en 2005 y, en 2009, ya se encontraba en funcionamiento. Tienen un objetivo de ahorro anual del 5% de la energía y es un desafío que se plantean hace ya siete años. "Desde los primeros registros hasta la fecha hemos logrado disminuir un 30% en el consumo total de energía. Un elemento fundamental son las 120 luces LEDs que tenemos distribuidas", destacan los responsables del lugar.

En Bahía Montaña tienen un programa de phorro energético que abarca varios aspectos. Desde el punto de vista estructural, las habitaciones poseen un sistema de iluminación y asoleamiento que permite estar todo el día, aún en invierno que hay muy pocas horas de sol, sin necesidad de prender luces interiores. "Elaboramos un plan de recambio de elementos luminosos desde incandescentes en un comienzo, pasando por lámparas de bajo consumo y actualmente LEDs", detalla De Nicola y adhiere que es importante hacer que el personal tome conciencia, así como los huéspedes sobre la importancia del ahorro energético. "Incentivamos en la estadía su cooperación".

El establecimiento se encuentra certificado por Norma ISO 14.001 (que tiene como premisa la prevención de la contaminación y el uso racional de los recursos) a nivel internacional en 130 países. "La construcción está asentada sobre una pendiente y se encuentra rodeada de jardines naturales y lugares prístinos sin intervención humana", detalla De Nicola.

Entre los programas sustentables que funcionan dentro de Bahía se destacan la segregación de residuos y se encuentran integrados al Programa Municipal de Tratamiento de RSU: Gestión y Manejo de Residuos Especiales y/o Peligrosos. Además, utilizan materiales amigables y biodegradables; y poseen un programa de emergencias ambientales, mediante el cual realizan un análisis de riesgo ambiental sobre situaciones anormales (vuelco de materiales, falla de la planta de tratamiento, entre otros) y realizan capacitaciones en emergencias con simulacros anuales.

Bahía Montaña cuenta con un gerente Operativo y 16 colaboradores que cumplen tareas en las diferentes áreas. Además, trabajan con un coordinador especializado para controlar todos los parámetros ambientales. Cada año, la Dirección, Gerencia y la Coordinación Ambiental analizan los resultados y definen metas ambientales para el próximo año. Se controla estrictamente los consumos de gas, agua y energía, como también el consumo de combustible y la generación de residuos.

Certificación propia

Hoteles más Verdes es un Programa de Hotelería Sustentable desarrollado por la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT) con el aval del Ministerio de Turismo y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). La iniciativa surge de una encuesta realizada a los asociados a la AHT en 2010, en donde se buscaba medir la satisfacción de los mismos y sondear nuevas temáticas de interés. Entre los intereses destacados figuraron la sustentabilidad como herramienta de gestión y desarrollo de nuevas tendencias.

"A nivel regional la Argentina es la pionera en la temática, es el primer país en tener una certificación en hotelería sustentable a nivel nacional", explica Daniela Finocchiaro, coordinadora del Instituto Tecnológico Hotelero de la Asociación de Hoteles y detalla que "si bien hay ecoetiquetas internacionales, nuestro desarrollo tiene valores muy competitivos". El programa cuenta con 63 hoteles certificados y 30 en proceso de implementación.

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