entrevista - Carlos March, director de InnContext (Avina)

Carlos March: "Tenemos programas ricos en instituciones pobres"

El especialista detalla los problemas que tiene la Argentina para combatir la pobreza y su postura ante la inequidad. Sus definiciones de un tema candente.

El "Paradigma de la inequidad cero" es una idea promovida por el director del programa InnContext de Fundación Avina Carlos March, que consiste en crear las condiciones para pasar de la administración de pobreza a la eliminación de la inequidad.

Según el ex director de la fundación Poder Ciudadano, la inequidad es la peor pobreza porque es su causa. Medir pobreza y destinar presupuesto sin implementar políticas públicas contra la inequidad, equivale a hacer un torniquete debajo de la herida. Y March define la inequidad social como la condición de carencia estructural que genera pobreza y es causada por seis motivos: bienes públicos de baja calidad, débil institucionalidad pública, carencia de entramado social, incapacidad de organización colectiva, negación de acceso a oportunidades e informalidad de los activos económicos.

- ¿Cómo define inequidad cero?

A partir de la experiencia de recorrer políticas sociales, observamos que si te dedicás a combatir la pobreza la terminás administrando. En realidad lo que genera pobreza son condiciones estructurales de inequidad. Hoy tenemos un 33% de pobreza porque el sistema educativo se encuentra degradado y el acceso a oportunidades es limitado, entre otros factores.

- ¿Se invierten bien los recursos destinados a combatir la pobreza?

Yo veo tres problemas graves: en primer lugar, los recursos se destinan a la ayuda del individuo y no a cambiar las condiciones de calidad de vida colectiva, lo que genera mitigación de pobreza individual y consolidación de inequidad estructural. En segundo lugar, los recursos tangibles e intangibles se aplican de manera dispersa y los recursos humanos se involucran de manera atomizada lo que produce mayores costos, pérdidas de tiempo, desgaste de las personas y resultados de bajo impacto y escala. En tercer lugar, las políticas sociales están absolutamente desarticuladas lo que provoca mitigaciones parciales y temporales.

- ¿Es optimista en relación a la consigna Pobreza Cero?

Para alcanzar esa meta tenés que trabajar desde lo estructural de la inequidad. El principal problema de la clase media es que depende de un ingreso. Si te quedás sin esa entrada económica, caes en la estructura social. Otro problema, es la fragmentación de las políticas sociales. Los sectores más vulnerados tienen distintas necesidades que se combinan. Cuando cubrís un aspecto del problema, no hay un cambio de la situación total.

- ¿Cuál es el modelo de trabajo que plantea este paradigma?

Conceptualmente, la idea es armar un tablero de control con los seis ejes. Al ubicar cada programa dentro de un eje se genera una trazabilidad. En marzo empezamos una experiencia con tres municipios: Pergamino, la ciudad de San Luis y Tigre. La intención es implementar un modelo de articulación de política social. Para llevar adelante este proyecto, Avina generó una alianza con un experto en política social y con la Red de Innovación Local (RIL), que ya venía trabajando con esos municipios.

- Actualmente, muchas organizaciones obtienen sus ingresos del Estado. ¿Esta dependencia puede ser un problema?

Todo el sistema de sustentabilidad de la sociedad civil hay que reverlo. Existe un mecanismo muy perverso de financiamiento. En relación al privado, el financiador pone estándares que la organización debe alcanzar. En general, se pide que la ONG sea referente en el tema y para eso es necesario contratar a alguien que haga prensa. Otro requisito, suele ser el de estándares de transparencia y gestión. En ese caso, hay que contratar abogados y contadores. Como si fuera poco, se exige que seas independiente de su financiamiento. Por lo tanto, tenés que contratar una persona que se dedique a desarrollar fondos para no tener solo una fuente de financiamiento.

Por otro lado, el Estado otorga subsidios de manera muy discrecional. No hay mucho criterio para el acceso al financiamiento público. Es un sistema endeble porque falta un marco legal y fiscal pensado. Tenemos programas ricos en instituciones pobres. Las organizaciones administran insustentabilidad.

- ¿Cómo se pueden revertir los bienes públicos de baja calidad?

En la construcción de un bien público cada actor aporta especificidades. El Estado contribuye con la escala, la sociedad civil aporta la experiencia y conocimiento, y la empresa otorga la calidad e innovación. La articulación público-privada debería llevar estas tres características a la construcción de políticas públicas. Como estas alianzas no funcionan bien tenemos bienes públicos de baja calidad.

- ¿Qué legislaciones se podrían implementar para combatir la pobreza?

Se puede hacer una revisión de la legislación y se puede mejorar. Hay muchas normativas impulsadas por la sociedad civil, el problema es cómo se implementan después. Lo que hay que ver es como se aplica la normativa en la política pública.

- ¿Qué obstáculos ve para reducir la pobreza?

La corrupción perjudica a las políticas públicas y drena los fondos públicos, que deberían impactar en la calidad de vida de la gente, en dos o tres personas. El otro aspecto es la mezquindad, que uno lo puede ver en muchos referentes de la sociedad civil. ¿Por qué hay 100 mil ONGs en Argentina? porque hay lógicas mezquinas. Cada uno quiere ser el papá de una idea y salir en la foto. Esta situación rompe la capacidad de articulación. Hay dos desafíos en materia de política social: cambiar la gestión y las lógicas de corrupción y mezquindad.

Identikit

Periodista y ex director de la fundación Poder Ciudadano entre los años 2000 y 2005, cuando se incorporó a Fundación Avina.

Integral equipo de la Dirección de Comunicación Estratégica.

Auto del libro Dignidad para todos de Editorial Temas.

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