EL DESARROLLADOR DEL MES

Los dueños "verdes" de Donado Holmberg

Con tres desarrollos en el corredor y el acento puesto en la sustentabilidad, el Grupo Uno en Uno apostó de entrada por el potencial de la zona. Su estrategia de diferenciación.

Con emprendimientos destacados en la zona que hoy se conoce como el corredor Donado-Holmberg (entre Coghlan, Belgrano y Villa Urquiza), Grupo Uno en Uno apuesta fuerte con proyectos que incluyen amenities originales y diseños de calidad. Se trata de un grupo de jóvenes profesionales que incluye arquitectos, ingenieros, directores de obras, estudiantes de derecho y licenciados en administración que toman la sustentabilidad como premisa.

El grupo surgió hace más de 10 años, cuando Diego Rybka, Federico Brancatella, Mariano Goldberg y Darío Balan comenzaron a dar forma a la idea de trabajar juntos. Sus primeros proyectos incluyeron desde remodelaciones hasta desarrollos propios. "Siempre nos caracterizamos por exigirnos un poco más y tratar de expandir nuestros propios límites. Las apuestas nos salen bien, pero hay mucho trabajo detrás" cuenta el ingeniero Darío Balan.

Uno de sus socios, el arquitecto Federico Brancatella, relata cómo fue su arribo en este barrio, en el que fueron pioneros, y hoy cuentan con varios emprendimientos. Se dio, dice, a partir de uno de sus primeros trabajos, la construcción de una casa sobre la calle Bauness, en Parque Chas. Mientras estaban en obra, solían pasar por la zona que hoy se conoce como Barrio Parque Donado-Holmberg, y así fue como empezaron a ver terrenos y soñar proyectos. "MoHo, en Monroe y Holmberg, marcó un gran salto para nosotros. Estuvimos un año para negociar el terreno, y esa obra fue muy importante porque nos dio el know how y la experiencia para trabajar en esta escala", dice Brancatella.

MoHo es un edificio de 70 unidades ubicado sobre una plaza verde lineal. El diseño prioriza el verde y el confort, y su arquitectura ofrece una gran profundidad y aperturas que le dan a sus departamentos una visión "suspendida" del espacio verde que los enmarca, indican en Grupo Uno en Uno.

Los desarrolladores cuentan que en 2012, cuando comenzaron su proyecto, no muchos apostaban por la zona. "Nos decían que estábamos locos. En el momento en que compramos el terreno de MoHo estaban las restricciones a la compra de dólares, y era un momento particular, en el que los desarrolladores chicos tal vez no tenían posibilidad de arriesgar mucho, y los grandes preferían esperar. Nosotros decidimos dar el salto ahí", cuenta Balan. Señala que las incidencias en la zona eran atractivas, pero se trataba de una apuesta muy fuerte, que llevaron a cabo con un modelo de negocios que incluyó pre-venta, capital propio y permuta por metros cuadrados.

La apuesta salió bien, y el grupo siguió creciendo. Hoy tienen diferentes proyectos de gran escala, cuentan con más de 24.200 metros cuadrados ya construidos, 14.800 metros en construcción y una inversión de u$s 60 millones al momento.

Además de MoHo, tienen otros emprendimientos en el barrio. CasaHo, con 12.000 metros cuadrados es, quizás, uno de los más destacados. Proyecto ganador del concurso "amigos de la movilidad sustentable", realizado por el Gobierno de la Ciudad, tiene como gran protagonista su diseño, que logra resolver cuestiones funcionales sin sacrificar estilo, algo que promete ser una marca registrada del grupo. "Pensamos en cómo nos gusta vivir. Tomamos decisiones muy analíticas, pero al mismo tiempo, desde lo personal, desde nuestras necesidades, poniéndonos en el lugar de quienes van a vivir ahí. La sustentabilidad para nosotros es algo que vivimos de manera natural. No es necesariamente más caro ser sustentable, se necesita creatividad y buenas ideas", dice Brancatella, y menciona, por ejemplo, la recolección de agua de lluvia.

Entre los originales amenities, Casa Ho cuenta con un microcine, terrazas verdes y una pequeña huerta urbana en cada balcón, piletas con vistas abiertas, un siestario en la terraza, una sala de ensayo totalmente equipada, una rampa para bicicletas que recorre todo el edificio para dejar a cada habitante en la puerta de su casa y un gran mural pintado por el artista urbano Pastel. El paisajismo, otro de los diferenciales en las obras del grupo, está a cargo del Estudio Bulla, con quienes comparten otros proyectos como Vitta y Mendoza Ho.

El emprendimiento cuenta con diversas tipologías: desde monoambientes hasta departamentos de cinco ambientes. Darío Balán señala que los primeros en venderse suelen ser los más pequeños, comprados por inversores, que apalancan el proyecto. Los compradores de unidades grandes, en cambio, suelen ser usuarios finales, y compran al final. "Hoy es fundamental tener flexibilidad en el diseño de los departamentos, ya que el público que antes recibía pasivamente hoy suele involucrarse más. La flexibilidad también es importante en la estructura comercial, sin descuidar lo global, por supuesto. Nos interesa que la gente viva feliz en estos espacios. Ese es un compromiso muy grande", dice Balán.

En cuanto al perfil del barrio, el desarrollador sostiene que se fue volviendo más aspiracional, y hoy ya no es visto como una oportunidad o apuesta a futuro, sino como un lugar de destino. "En general se trata de un público joven, de perfil urbano, que busca diseño y conectividad. Quieren algo de buena relación precio-calidad", dice Brancatella. Al hablar de precios, señala que rondan los u$s 3200, 3500 el metro cuadrado.

Lo que vieneEl Grupo ya prepara nuevos proyectos. MendozaHo, en Mendoza entre Donadoy Holmberg, y Vitta Palermo, sobre Carranza, entre Niceto Vega y Córdoba son dos de las grandes apuestas. Acerca del primero, de 6.000 metros cuadrados ya en ejecución, cuentan que además de tener amenities asociados al bienestar como gym o piscina, cuenta también con parrilla en cada balcón, terrazas y balcones verdes, una huerta urbana, recolección de agua de lluvia y un bosque con ecosistema propio en la planta baja.

Vitta Palermo marca el arribo del Grupo en el barrio de Palermo. Consta de dos edificios, uno sobre la calle Carranza y otro en la Avenida Córdoba, conectados a través de un bosque ribereño, que propone integrar los programas de los amenities de ambos edificios, ir recorriendo el parque y generar diversas situaciones espaciales. Se trata, dicen, de un proyecto que, tomando la morfología del terreno indaga sobre la relación ciudad-naturaleza y crea un espacio para reconectar con lo natural a partir de la construcción de una identidad desde el paisaje.

"Hay puntos en común entre nuestros proyectos, aunque cada uno es original. No es una fórmula ya cerrada. Por ejemplo, suele haber similitudes en la materialidad, el uso de hormigón y vidrio están presentes en todos. La idea de que los amenities funcionen como un espacio de unión, de encuentro, también es algo sobre lo que trabajamos mucho, así como la diversidad de tipologías", apunta Mariano Goldberg, quien cuenta que en Mendoza-Ho uno de los amenities es el sector de "fogón": un espacio al aire libre en el que convivirán especies arbóreas diferentes, dando la sensación de una especie de campamento.

"Supongo que algo de lo musical también tiene un hilo común, entre el fogón y la sala de ensayo, por ejemplo. En casaHo ya se están formando bandas entre vecinos", agrega Balan, y apunta que también, a pedido de clientes y brokers están implementando en sus proyectos el business center, para quienes necesitan un espacio para trabajar, algo cada vez más solicitado en los modernos desarrollos.

Gabriela Koolen

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