Bajo Belgrano, alto crecimiento

La zona del barrio entre Pampa, Monroe, Libertador y Figueroa Alcorta experimenta un auge de proyectos de categoría. Precios e incidencias. Qué características presentan los desarrollos.

La zona conocida como Bajo Belgrano -entre Pampa, Monroe, Libertador y Figueroa Alcorta- gana terreno y se posiciona fuerte en la mira de los desarrolladores. Afirmada tradicionalmente como zona de residencias, suma propuestas premium de la mano de grandes emprendimientos, torres y edificios que apuntan al lujo y el diseño.

En los últimos tiempos, la llegada de Forum Alcorta, el mega emprendimiento de la desarrolladora TLGT, que asoma frente al Liceo Francés -entre Ramsay, Castañeda, Echeverría y Juramento- sumó empuje y animó a los desarrolladores a ver con otros ojos este área en la que predominan las casas bajas y el espíritu de tradición familiar.

Se trata de un conjunto que incluye dos torres de cristal y hormigón en una manzana de 13.000 metros cuadrados, y otro edificio bajo con lofts de gran dimensión, que cuenta con diseño del estudio M/SG/S/S/S. El emprendimiento incluye dúplex y triplex de hasta 700 m2 y una fuerte apuesta a las amenities.

Leandro Korn, director de Emprendimientos y Terrenos de Korn Propiedades, aporta su mirada sobre la zona, en la que destaca la importancia del entorno, la cercanía con espacios verdes y los buenos accesos hacia las zonas norte y sur de la ciudad. Destaca que en los últimos años se produjo un crecimiento a partir del desarrollo de un polo de oficinas en la avenida Libertador, desde La Pampa hasta avenida Congreso, y la creación de un polo gastronómico en el área, sobre la calle Sucre. Afirma además, que esta zona, en donde el metro cuadrado promedia los u$s 4.000 -variando, por supuesto, de acuerdo a las características del proyecto- tiene aún un gran potencial, de la mano de la llegada de diversos locales comerciales, aunque señala que el código de edificación es bastante restrictivo en este sentido.

En este sentido, sumar propuestas que apunten a lo comercial puede ser una vía para abrir caminos y explotar potencialidades. Sobre Av. Libertador 5750, Liberateur, emprendimiento que comercializa Korn, es uno de los que pisan fuerte. Se trata de un conjunto edilicio con proyecto y dirección de KWZ y estudio Aisenson formado por una planta baja que incluye locales comerciales, 13 pisos y 3 subsuelos. El edificio cuenta con un sector de oficinas y unidades de vivienda de entre uno y cuatro ambientes y dúplex de cuatro ambientes con dependencia y terraza, además de amenities como piscina climatizada, social room y fitness center.

Mucho verde, buenos accesos y seguridad son para Korn las claves de esta zona en la que el perfil de usuarios es en general familiar o de parejas jóvenes. El director de emprendimientos de la firma realza el potencial y señala que actualmente se siguen vendiendo muchos terrenos, con una incidencia de entre u$s 1.000 y u$s 1.200 el metro.

Nuevas claves de lujo y confort

Entre los desarrolladores que apuntan a ofrecer un plus a partir de las características del barrio están Brody & Friedman. Pablo Brody, socio fundador de la firma, define al bajo Belgrano como una de las mejores zonas de la Capital Federal. Destaca su cercanía a los lagos de Palermo, o las vistas privilegiadas al río con las que cuentan los proyectos en altura. Actualmente, afirma Brody, el volumen de operaciones es alto y el rango de precios para las unidades terminadas va de u$s 6.000 a u$s 9.000 el metro cuadrado.

Así, Sucre750, el nuevo emprendimiento de Brody & Friedman en construcción en la zona, apunta a la exclusividad. Contará con sólo 30 lujosos departamentos de entre 250 y 450 metros y su construcción demandará una inversión de $ 300 millones. Brody cuenta que se trata de desarrollos de categoría en terrenos amplios, con departamentos residenciales desde tres dormitorios, con dependencia de servicio, y que cuentan con terminaciones de alta gama e importantes amenities.

El desarrollador señala que el perfil de usuarios es en general familiar y de alto poder adquisitivo. Teniendo en cuenta esto, los desarrolladores optaron por una construcción que apunta a la calidad de vida, y ofrece un mix que permite tener una casa en plena ciudad. El emprendimiento incluye en la planta baja dos casas con jardín y piscina privada, y en el último piso habrá también cuatro unidades con terraza propia, piscina y parrilla individuales. Los últimos avances en tecnología también estarán presentes desde el diseño y la construcción, para convertir cada unidad en una 'casa inteligente', en la cual desde el celular se podrá monitorear el interior, accionar la calefacción o el aire y abrir las cortinas, entre otras funciones.

Brody es optimista respecto de los avances en la zona y calcula que el retorno de inversión es del 35% en dos años en dólares. Dice que todavía queda un alto potencial por desarrollar, aunque uno de los desafíos es encontrar nuevos terrenos para seguir construyendo.

El arquitecto Jaime Grinberg se enorgullece de decir que fue uno de los primeros en iniciar una nueva arquitectura de vidrio y hormigón en la zona, a partir de sus edificios en La Pampa y Dragones, y en Húsares y La Pampa, con gran reconocimiento en el barrio. Para él, el cambio de código es crucial, y las modificaciones recientes, que permiten hacer edificios en altura con más metros, fueron fundamentales para abrir las puertas a nuevos modos de construcción. Sin embargo, plantea que se trata de una zona muy angosta y claramente delimitada, de acuerdo a las restricciones del código que la definen como zona de residencias. La receta parece estar en encontrar un equilibrio y generar nuevos proyectos afines con el entorno, sin perder la esencia que vuelve tan atractiva esta zona.
 

 

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