Los fabricantes de perfume que sueñan con México

En 2014 Ramiro San Pedro y Norberto Seminara fundaron Craftmen, una compañía que elabora fragancias.

En 2014, mientras la mayoría de los argentinos se lamentaba por aquel disparo al arco desviado de Gonzalo Higuaín en la final del Mundial de Fútbol y la ilusión de volver a gritar campeón tras 28 años se desvanecía, dos emprendedores fundaban Craftmen, una compañía que elabora perfumes bajo las marcas Bless y Épica.

Sin embargo, la historia comenzó varios años antes, cuando, a fines de los '90, Ramiro San Pedro coincidió laboralmente con Norberto Seminara en Revlon. Ambos habían pasado previamente por Massalin Particulares, pero fue en la multinacional de productos de cosmética donde se conocieron.

San Pedro luego se alejó del mundo corporativo y fundó junto con la empresaria Karina Rabolini una marca de perfumería con la que elaboraban fragancias para otras brands. También tuvo una breve experiencia con la venta directa de indumentaria.

A mediados de la primera década del siglo, San Pedro se mudó a los Estados Unidos. Allí fundó en 2012 una compañía de cosmética, que dos años más tarde vendió para asociarse con Seminara y crear Craftmen.

"Decidimos crear una empresa chica, que esté concentrada en la creación del producto y poner toda nuestra energía ahí. Todo el resto de la operación lo tercerizamos", explica San Pedro.

Su paso por grandes empresas les abrió las puertas para el primer contacto, señalan. Es que los que hoy son gerentes de las principales cadenas eran compradores cuando ellos eran vendedores: "Eso nos daba pie era tener la primera reunión. Pero si el producto no es bueno no funciona".

La primera marca de la compañía fue Bless, que tuvo un crecimiento interesante con presencia en las principales farmacias y perfumerías, así como en tiendas departamentales. El año pasado lanzaron una segunda etiqueta llamada Épica y ya están los preparativos para otras dos. La primera de ellas, el mes que viene y la otra en 2021.

"A Bless le pusimos mucho foco. Fue nuestra única marca durante varios años y, originalmente, eran seis fragancias distintas. Una vez que se consolidó, pudimos pensar en nuevos productos. Y el primer lanzamiento que hicimos fue con un producto que no tiene nada que ver con Bless, que apunta a un mercado totalmente diferente", agrega y dice que trabajar de esta manera les permitió enfocarse en la calidad.

Apenas un año después de la creación de la compañía ya empezaron a exportar a Paraguay. El siguiente mercado a conquistar es México, adonde tienen planeado desembarcar en los próximos meses.

La compañía empezó 2019 con el pie izquierdo. Apenas iniciado enero, un grupo comando robó un depósito donde guardaban la mercadería y se llevó más de $ 6 millones en productos. Sin embargo, el cierre del año fue mucho  mejor.

"Tuvimos un muy buen segundo semestre, que compensó el robo que sufrimos. Cerramos con un incremento de facturación del 57%. Aunque estuvo en línea con el índice de inflación general, lo cierto es que nuestros productos aumentaron sus precios entre en un 40 y un 42%. Así que tuvimos un crecimiento del 15 puntos en términos reales", detalla San Pedro.

El gancho para ganar mercado, asegura, es prestarles atención a los detalles y ofrecer un alto valor percibido a un precio medio. Así, diseñaron estuches que se diferenciaran de la competencia realizado en cartón de bosque sustentable. A ello le agregan la presentación de etiquetas en Braille. El precio de una fragancia Bless ronda de los $ 500 y el de Épica, $ 750.

"Con los proyectos que tienen esperamos duplicar la facturación este año. Tal vez, un poco más que eso. Además de la nueva etiqueta en abril, vamos a lanzar una línea masculina en mayo, con la mira en el Día del Padre. Y ya estamos elaborando una marca con una celebrity", concluye.

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