Generar espacios de trabajo para avanzar en conjunto

Un proyecto compartido implica relativizar las verdades concebidas y flexibilizarse hasta un punto en la realidad del otro, esto conlleva mucho diálogo y maduración.

Exigencia es una palabra compuesta por "exi": afuera y "gen": generar. Esto nos indica que desde afuera pretendo que el otro se recree de nuevo. Claramente es distinto al Respeto, ya que en este último se confronta la forma que tiene de ver el uno y el otro, para no imponer al otro nuestras verdades absolutas. El respeto es no torcerle el brazo al otro con nuestras exigencias, aprovechándome que el otro nos dice siempre que sí.

Así trabajado se podrá creer en un proyecto, percibiendo que de este modo algo en nosotros tiene sentido. Pues, para construir un proyecto compartido, hay que tener visión y objetivos que nos enfoquen hacia dónde queremos ir.

Un proyecto compartido se realiza a partir del diálogo. Esta buena práctica de dialogar me hará ver algo que no quería ver de mí y, es por ello, que me cierro en mis esquemas mentales y no me permito escuchar al otro. Muchas veces lo hacemos solo para analizar mejor como voy a refutarle desde mi modelo de pensamiento lo que está planteando la otra persona.

Es importante generar espacios que nos permitan salir de esquemas rutinarios, donde nos juntamos solo para tratar de imponer nuestras ideas, pretendiendo que todos opinen igual. Es también necesario aceptar tanto a quienes aparentan menos capacidad para expresarse; porque es en la debilidad desde donde se construye. Aquí podemos poner el ejemplo del cemento, la arena y el agua, que a simple vista parecen más débiles que un ladrillo, pero cuando se juntan hacen una pared indestructible. Así sucede con nuestros proyectos.

De la misma forma el aporte y la aceptación de integrar a quienes están muy capacitados o poseen más experiencias, llevados al conjunto como parte de la argumentación de ese diálogo, se convierte en algo tan potente como ese mismo cemento.

La dinámica de este círculo virtuoso implica el hecho de "construir con otros" entendiendo el aporte como combustible, la escucha como asimilación y lograr determinaciones a partir del intercambio conjunto. Cada uno es parte de un proceso, por el cual venceremos las inercias hasta allí aprendidas y romperemos el "techo" hacia una posibilidad de construir mejor "entre todos", o como bien lo enuncia un proverbio japonés que dice: "Ninguno de nosotros es tan listo como todos juntos".

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