Desde el interior, vende a más de 50 países

Nacido en 1981 y con base en la provincia de Santa Fe, el laboratorio veterinario Over exporta la mitad de sus ventas

De tanto en tanto, la localidad santafesina de San Vicente alcanza fama nacional por las historias que Alejandro Fantino cuenta sobre su infancia. Sin embargo, este pueblo de 6000 habitantes merecería un reconocimiento que esté más vinculado con su gran espíritu emprendedor. Allí nació el inventor del bastón blanco para ciegos y de sus talleres salió la primera cosechadora que surcó los campos del país. En esos hechos puede ubicarse el germen de Over, la empresa que desde el interior compite con las multinacionales sin perder su esencia de pyme familiar.

Especializada en la fabricación y comercialización de productos veterinarios, es la principal empleadora de la zona y una referente del sector: fabrica unos 200 artículos que coloca en todo el país y en más de 50 destinos alrededor del mundo. Es dirigida por la segunda generación y posee alianzas con organismos oficiales y privados.

Over nació en 1981, unos años después que sus fundadores instalasen dos pequeños locales veterinarios en San Vicente y Angélica. A mediados de la década de 1990 adquirieron 2 hectáreas en el área industrial del pueblo y para 1996 concretaron sus primeras operaciones de comercio exterior, con ventas a Paraguay, Bolivia y República Dominicana.

"A medida que la empresa iba creciendo y ganando mercado a nivel nacional, vio la oportunidad de posicionarse a nivel internacional. El conocimiento del mercado comenzó a través de viajes que sus propietarios realizaban por cuestiones personales. Luego, se estableció contacto con Cancillería y representaciones argentinas en el exterior, especialmente en países de América latina, obteniendo así información sobre empresas distribuidoras", cuenta Diego Esborraz, director Comercial de la firma e hijo de Héctor Esborraz, quien junto a Aníbal Guillermo Cúneo fueron los "responsables de la criatura".

Su incursión en el comercio exterior le permitió aprovechar la coyuntura que se abrió con el gobierno de Mauricio Macri, que abonó a una política exportadora que se hizo tanto más competitiva con cada nueva devaluación. En paralelo, el encarecimiento de los productos importados también les jugó a favor en el plano doméstico, donde cuentan con una red de clientes que alcanza las 900 veterinarias. Hoy distribuyen su producción en partes iguales.

Las condiciones macro les permitieron llegar a más de 50 destinos, como Azerbaiyán, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, México, Kuwait, Trinidad y Tobago, entre otros.

El crecimiento de la demanda obligó a Over a encarar una agresiva política de obras en su complejo industrial, que cuenta con una superficie cubierta de 12.000 m2 y una capacidad productiva de 15 millones de unidades anuales. En 2018, tras un desembolso de u$s 500.000 inauguraron un moderno depósito que permitió triplicar la capacidad de almacenamiento. Este año arrancaron la ejecución de un nuevo espacio de oficinas.

"En 2019 automatizamos varias líneas y tenemos proyectado invertir en una nueva línea de productos inyectables que demandará u$s 200.000. Con todo lanzaremos 7 nuevos productos", comentó Esborraz, quien dijo que una vez que se concreten las nuevas oficinas, las actuales pasarán a albergar una planta de I+D y control de calidad. El próximo año inaugurarán además un centro de capacitación que albergará un auditorio de 100 personas y se trabajará en la colocación de paneles solares, para generar el 30% de la energía consumida. En total, la empresa cuenta con seis plantas.

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