'Democratizó' el diseño y ya tiene 50 franquicias

Gastón Portalez comanda Pirka Stone, una compañía que desarrolla productos para la industria de la construcción

Daniel Burman estrenaba en el cine El abrazo partido y la selección argentina de básquet, con Manuel Ginóbilli a la cabeza, se hacía del oro en los Juegos Olímpicos de Atenas. Era 2004. Ese año, Gastón Portalez, un joven diseñador industrial, comenzaba a dar forma a Pirka Stone, una compañía dedicada a la fabricación y comercialización de revestimientos de pisos, paredes y placas antihumedad, con la que hoy tiene un local propio y 50 franquicias, 20 de ellas, fuera del país. Cada una factura, en promedio, unos $ 12 millones al año.

"Quise socializar el diseño, hacerlo popular. El diseño no es para una elite: el buen gusto es para todo el mundo que necesite un piso o una pared o una placa antihumedad. Por eso, les pusimos diseño a las placas, como simil piedra o simil madera, y de esta manera la industria de la construcción no tiene que usar madera real o piedras, que son recursos no renovables. Ecológicamente, el diseño es el adecuado", destaca Portalez, al frente de un equipo de 40 personas a las que emplea de forma directa en la fábrica, más allá de aquellas que se desempeñan en las franquicias.

En un principio, Portalez debió vender un Fiat Uno que tenía para comenzar y hacer las matrices. "Con las primeras ganancias, reinvertí y así lo hice durante ocho años", recuerda. Los primeros tiempos fueron difíciles. Es que, explica el emprendedor, en el sector en el que se desenvolvía la gente estaba muy acostumbrada a los diseños más tradicionales. Pero no se dio por vencido: golpeó puertas, dio con arquitectos modernos, empresas que necesitaban por exigencia del mercado nuevos modelos y maneras de ver el mundo. Poco a poco, pudo hacerse un camino.

"Tuvimos un cliente muy importante, una empresa grande, que nos contrató para hacer un diseño. Fue una gran responsabilidad y me di cuenta de que podía jugar en las ligas mayores", dice.

Pirka Stone opera a través de dos canales: la venta mayorista y el sistema de franquicias en 16 países latinoamericanos, como República Dominicana, México, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Colombia, entre otros. En el futuro, espera llegar a plazas de Asia o África.

"Para este año estamos esperanzados en el mercado interno. Impactó mucho estos últimos cuatro años la falta de consumo, casi en un 30%; pero, si el dinero vuelve a la gente, creemos que vamos a poder ser sustentables como los primeros diez años de nuestra organización", añade Portalez y comparte que este año apuesta a crecer en cantidad de franquicias a nivel nacional, dado que aún hay provincias en las que no tiene presencia. "También tenemos ofertas en Miami, Europa y de los mercados no tradicionales". La meta a cinco años no es menos ambiciosa: llegar a 30 países.

En cuanto a producto, Portalez adelanta que este año la firma estará enfocada en desarrollar materiales de vanguardia para la construcción: pisos con un sistema de calefacción con bajo costo de energía, ladrillos traslúcidos con un material parecido al vidrio, techos, tabiques separadores. "Todo con mucho diseño pero de bajo impacto ambiental y de bajo costo para el mercado".

La estructura de la empresa está organizada en tres áreas: una es la de producción (fábrica), que contiene un jefe de producción, técnicos y operarios; otra es la comercial, liderada por un gerente Comercial, telemarketers y vendedores; y la parte estratégica, en conjunto con la Consultora Franquicias Que Crecen, que es la que los ayudó en la expansión. Aparte, tienen un equipo con modalidad freelance para el área de Comunicación.

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