Créditos para el pago de sueldos, una ayuda que no alcanza

Los bancos comenzaron a ofrecer sus líneas para pymes a 24% de tasa, pero las empresas reclaman mayor flexibilidad ante la crisis desatada por el coronavirus.

La pandemia del coronavirus generó una crisis sin precedentes en el aparato productivo global, y por supuesto, también en el argentino. La cuarentena obligatoria cerró abruptamente al 80% de las empresas y puso en emergencia a la gran mayoría de ellas. Las pymes, desde ya, son las más afectadas.

Ante esta situación, el gobierno argentino dispuso varias medidas. Algunas destinadas a la protección de los trabajadores y otras a paliar la situación de las empresas. Y aunque la comprensión que muestran los actores económicos es generalizada, la gran mayoría teme que sean insuficientes para detener la sangría económica que se avecina.

Una de las decisiones más esperadas en estos días fue la implementación de los créditos a pymes destinados a pagar los sueldos del mes de marzo a una tasa del 24%, mucho menor a la de mercado y a devolver en 12 cuotas, con tres meses de gracia.

La medida fue bienvenida en términos generales, pero provocó muchas dudas en torno a su implementación, la buena predisposición de los bancos y respecto a la efectividad de llegada a todos los sectores.

Las comunicaciones A6937 y A6946 del Banco Central condicionaron legalmente a los bancos para que pusieran a disposición de los clientes las líneas crediticias, lo que fue acatado de forma inmediata. Sin embargo, la unanimidad terminó allí.

Los bancos se mostraron desde el comienzo reacios a descapitalizarse con una tasa menor a la del mercado con créditos destinados a empresas que corren serio riesgo de supervivencia, tras la parálisis forzada de la actividad económica. A pesar de la baja de encajes que decidió el gobierno y del Fondo de Garantía Recíproca (Fogar) que lanzó como aval a las operaciones.

Aun así la mayor parte de las entidades financieras mostraron en los últimos días un cumplimiento aceptable del encargo del BCRA. El ministro de Producción, Matías Kulfas, señaló que hasta el martes pasado se habían realizado operaciones por alrededor de $ 43.000 millones. Aunque al inicio del programa esperaban llegar a los $ 350.000 millones, el martes pasado señaló que esperan llegar a los $ 120.000 millones.

Por supuesto, fueron las entidades estatales las primeras en responder a los requerimientos oficiales. Los bancos Nación y Provincia ofrecieron líneas de "descubierto" al 24% destinados al pago de sueldos y desde la estatal BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), que conduce José Ignacio de Mendiguren, se anunció una línea de $ 1000 millones para capital de trabajo de empresas mipyme a una tasa del 19%. Aunque en este caso se pide el aval de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR).

Todos las entidades, en tanto, ya destinaron montos a estos créditos, aunque -señalan los empresarios- privilegian a las empresas que tienen en sus carteras las cuentas sueldo de su personal.

Desde el banco Supervielle, por ejemplo, anunciaron más de $ 3800 millones en créditos al 24%, de las que ya colocaron más de $ 1000 millones. Pero a contramano de lo que señalan muchos empresarios, sostienen, que tienen en proceso el otorgamiento de $ 1000 millones a cerca de 500 clientes en los segmentos de "emprendedores".

El banco aclara, igualmente, que "para clasificar se debe contar con certificado mipyme o prestar servicios de salud en el marco de la crisis sanitaria. Y deben contar con la calificación crediticia por el monto solicitado".

EMPRESAS EN APUROS

La tónica entre las entidades bancarias es la misma. El anuncio de la línea de crédito al 24%, con montos que varían, pero que son muy superiores a lo que tradicionalmente ofrecen.

Aun así, la detención del aparato productivo provocó una estampida de empresarios hacia el sistema financiero. Y la capacidad de respuesta -evidentemente- no es la adecuada.

Adriana Rodríguez, de la Mesa Nacional de Mujeres Argentinas por las Pymes, señala que muchos de los bancos privados simplemente hacen "caso omiso" a los requerimientos. Agrega que, aunque ve bien intencionado al Gobierno, las entidades "ponen trabas, requerimientos y garantías que ante esta situación muchas empresas no están en condiciones de ofrecer". Y, advierte: "Muchas son monotributistas que están en el aire y sin apoyo no pueden durar mucho".

Viviana García, titular de Metrólogos Asociados, una pequeña empresa de servicios de calibración y medición, da fe de ello. "Me pidieron de todo. El certificado pyme, copia del libro de balances, las garantías. Pero nunca me confirman. Y eso que mi rubro está calificado como esencial". Hoy la empresa trabaja, pero tiene la facturación trabada, a partir de la ruptura absoluta de la cadena de pagos.

Como proveedores del Estado tienen todo auditado y claramente califican para un crédito, afirma. Aun así, sostiene, los bancos no están haciendo el esfuerzo necesario. "Si no nos apoyan, no podremos seguir", asegura.

Para Daniel Mafud, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras de la República Argentina, "los créditos son de difícil acceso, aunque hay anuncios que no están llegando a la velocidad requerida". El problema, señala, es que "se plantea la necesidad de calificar como en condiciones normales, pero debería haber un tratamiento en condiciones de excepción, un tratamiento distinto".

Son muchas las empresas que lograron adelantos bancarios para pagar sueldos de las entidades donde tienen las cuentas de sus empleados. El problema, plantea Mafud, es que "solo una porción de mipymes tiene bancarizado al personal". Además, "los compromisos llegan con mayor velocidad que las soluciones".

Daniel Moreira, referente de la agrupacipón pyme Frente Productivo, dice que los bancos dan vueltas porque no están dispuestos a hacer el esfuerzo suficiente en esta crisis atípica. "Ellos están entre los que más ganaron en los últimos años y ponen palos en la rueda", acusa.

"Las entidades conocen a sus clientes, pero ponen las trabas por papeles que faltan. Es cierto que en muchos casos es justificado, pero el problema es que no quieren bajarse de sus ganancias", señala.

El dirigente espera que toda esta crisis pueda cambiar las cosas en el futuro. Queremos que el "sistema financiero banque a la producción y no a la timba", agrega.

Propuestas

La Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI) planteó la necesidad urgente de medidas adicionales para palear la crítica situación que viven las pymes.

Sergio Candelo, presidente de la organización, señala que son imprescindibles ante la imposibilidad de afrontar todos los pagos, aún con los créditos anunciados.

Solicitan, entre otras cosas, suspender el pago de aportes patronales y postergar el pago del IVA por 180 días y establecer un plan de pago en cuotas posterior a los 180 días en ambos casos. Agilizar los pagos vencidos a empresas por parte del organizaciones y empresas del Estado. Postergar los vencimientos de ganancias y bienes personales. Y motorizar préstamos a tasa 0% o subsidiada (por un monto de 3 veces el último F931) con un plazo de 24 meses y 6 meses de gracia para capital de trabajo.

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