OPINIÓN

Las claves para lograr la transformación digital

En el escenario de alta carga tributaria e incertidumbre económica que atraviesa nuestro país, la digitalización se presenta como una alternativa para bajar costos y mejorar la eficiencia de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Por esta razón, cada vez son más las compañías que se muestran interesadas en interiorizarse sobre las implicancias de la "transformación digital". Sin embargo, en la mayoría de los casos, se asocia a esta definición como algo lejano a la realidad del mundo pyme, pensándola solo como viable en grandes compañías o multinacionales.

No obstante, vale aclarar que todo proceso de transformación implica muchos desafíos, algunos fundamentales. Entre ellos, sin lugar a dudas, el costo de implementarla como uno de los principales.

Todas las herramientas que hacen a la transformación digital requieren de recursos económicos para poder incorporarlas, aunque un dato no menor es que el valor varía mucho dependiendo de la complejidad de la pyme donde se pretenda implementarla.

De hecho, existen herramientas que no implican grandes costos. Incluso, pueden adquirirse por menos de 100 dólares mensuales y generan cambios significativos a nivel procesos o manejo de información. Incluso en organizaciones que tienen menos de diez empleados.

Miedo a lo digital

Otro reto que no hay que minimizar es la "oposición a la digitalización". Muchas pequeñas y medianas empresas todavía poseen procedimientos en parte y/o íntegramente manuales, como por ejemplo en el área de recepción de la mercadería donde existen remitos que no son electrónicos o documentos que se llenan a mano por un empleado. Por eso, será esencial adoptar una estrategia de culturización a nivel digital por parte de la empresa para la implementación exitosa de una herramienta de este tipo.

Por otra parte, toda transformación digital debe considerar la eficiencia. Debe enfocarse en incrementarla obligatoriamente para tener sentido o encontrar en ella su justificación, y debe así lograr agilidad luego de ser implementada. Es decir, de nada sirve digitalizar si la carga de trabajo sigue igual o mayor a la modalidad manual.

Frente a la disyuntiva entre digitalizar o automatizar, podemos concluir que digitalizar un proceso está bien, pero automatizarlo es aún mejor. Es interesante para una pyme, o incluso para cualquier empresa, plantearse la posibilidad de automatizar aquellos procesos que posean reglas claras, se encuentren bien definidos, posean una carga de trabajo significativa para el negocio y/o una tasa de errores elevada. Automatizar conlleva una reducción significativa de costos, tiempos y la posibilidad de mejoras en la gestión del negocio.

Es vital darle el grado de importancia que amerita la transformación digital desde adentro de la organización. Debe considerarse a la digitalización como un aspecto indispensable para el mundo actual y para el futuro, así como también tener en cuenta el impacto directo en la vida de nuestra pyme y en la necesidad, cada vez más tangible; de poder hacer frente a los requerimientos de los actuales y posibles clientes.

Como se ve, son muchos los desafíos y los cambios que conllevan este tipo de transformación. Pero en el mundo actual, y más aún el que viene, resulta indispensable poder hacerlo por distintas razones. Tal vez la más importante de todas, sea la supervivencia de nuestra pyme en un mundo donde se precisa mejorar la gestión y la eficiencia del negocio para poder ser más competitivos y poder llegar con nuestros productos y servicios al mundo entero.

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